Prendas con historias

La propuesta de su marca se basa, en pocas palabras, en colores neutros, paletas crudas, la pureza de las líneas, y la riqueza de los detalles y las texturas, aunque sabemos que, en la moda, todo siempre va más allá. Con Historias en Lino, Victoria presenta al público su estilo personal convertido en una firma compuesta de prendas con cuidada estética, confección, tejidos naturales, apliques de lujo, una delicada atención al detalle y cantidad limitada de modelos que buscan convertirse en un tesoro del armario, tanto por su versatilidad como por su calidad, como una reivindicación de la moda consciente.

Presente desde 2020, con el correr de estos tres años se ganó su espacio con la idea de que las mujeres “disfruten del verano y vivan la estación no como algo trágico y pegajoso, sino como una manera de estar elegantes y vestirse frescas. Tiene ese balance entre lo que una quiere, que es estar cómoda, y que la prenda sea funcional pero, al mismo tiempo, sin perder la feminidad”, nos detalla Victoria.

Cabe destacar que también encontró un nicho: los atuendos para acontecimientos especiales. “Las mujeres que visten prendas de la marca me buscan para eventos importantes de su vida. A mí me gusta que se sientan acompañadas y perciban que hay alguien que entiende esa importancia a través de lo que llevan puesto”, comparte.

¿Quién es Victoria como persona y como diseñadora?

– Victoria es una chica de Buenos Aires que estudió Diseño de Modas. A los 21 conoció un chico de Paraguay y seis años después está viviendo en Asunción. Ser diseñadora es el sueño de su vida.

¿Qué te llevó a lanzar tu firma de moda?

– En una de las visitas a mi novio, me quedé varada en Paraguay por la pandemia. Noté que aquí había muchas posibilidades. Al encontrar mi estilo personal también supe lo que quería hacer, pero no me lancé hasta dar con el nombre correcto, el que transmitiera la esencia de la marca.

¿Y cómo fue la elección del nombre?

– Fueron meses de decir: “Hasta que no encuentre un nombre que me guste, no voy a sacar la firma. Este es el sueño de toda mi vida y lo voy a hacer bien”. Finalmente, quedó en Historias en Lino porque con la ropa queremos ser parte de la historia de quienes visten la marca.

¿Cómo fue el proceso de encontrar tu estilo?

– Las personas todo el tiempo me preguntaban de dónde era mi ropa y yo toda la vida me rebusqué para encontrar mi propio estilo: más etéreo, mucho blanco y sin tanta estampa. Eso cambió mucho al mudarme a Paraguay e incluí en mi día a día prendas frescas, cómodas, en paletas de colores clásicos y encontré mi verdadera esencia: romántica, elegante y atemporal. Me dije: “Bueno, si tanto la gente me pregunta es porque acá hay un nicho”. Yo no ofrezco algo que no me pondría.

Una búsqueda con aciertos y desaciertos…

– Hay mil cosas que diseñé que no me gustaron y nunca las saqué; quizás a alguien le agrade, pero como no me representa, no podría dárselo a alguien. Soy mucho más clásica, prefiero pocas prendas, pero de materiales de calidad, a un armario repleto de ropa que se deshace en el primer lavado. Una buena pieza o un pantalón de lino en tu vestidor —con el calor que hace acá— siempre va a ser una buena elección.

Una buena pieza o un pantalón de lino en tu vestidor —con el calor que hace acá— siempre va a ser una buena elección

DEL SUEÑO A LA REALIDAD

Victoria se autodefine como camaleónica e inquieta, siempre en busca de nuevas ideas y cómo sorprender. “Actualmente quiero un espacio donde establecerme; sin dudas es un proyecto para este 2024 dar con una tienda física. Y es que a mí me gusta atender yo misma a mis clientas, conocerlas, saber sus gustos y ayudarlas en lo que están buscando”, nos comparte nuestra entrevistada.

¿Cómo percibís la aceptación de tu marca en el mercado?

– En su momento me imaginé lo que tengo hoy, pero jamás pensé que se iba a dar de esta manera tan textual. Quizás si hubiera sido en Argentina no hubiese tenido este nicho en el mercado para terminar de armar mi marca.

¿Qué recordás del inicio de Historias en Lino?

– Creo que tenía 10 modelos, de los cuales traje dos prendas de cada diseño y hacía delivery. De a poco me metí en el mercado, pero la verdad, de ahí a lo que es hoy fue un salto enorme.

¿Por qué el lino en especial?

Yo no uso ningún tipo de material sintético. Hablo mucho del lino porque es así como el público me conoce, pero la verdad es que trato de emplear fibras naturales únicamente, en su mayoría provenientes de Argentina. Trabajamos con hilos de seda natural tejidos 100 % a mano; son flecos que se cortan uno a uno y se colocan en el vestido, por ejemplo; también hay gasas, algodón… Con nuestro trabajo artesanal abogamos también por el slow fashion.

¿Cuál es el proceso por el que pasa cada prenda?

– Algunas de las prendas llevan tejidos antiguos, que son apliques que vienen como vienen y son el resultado de buscar horas y horas en las casas de mis abuelas, ferias de Inglaterra, Francia e Italia, y en anticuarios para hallar piezas únicas que se incorporen a los diseños. También trabajo con artesanas, quienes me plantean los patrones, los colores y los tejidos, y con eso yo armo mi versión para Historias en Lino. Por lo general, tengo pocas unidades de cada modelo por esa misma razón.

NUEVAS PROPUESTAS

Victoria propuso una línea más juvenil y pensada para la noche, con vestidos de fiesta, metalizados y prendas de cuero. En esta primavera-verano, puntualmente, también presentó una nueva serie de vestidos que pueden ser customizados con exclusivos apliques cobre y piedras naturales traídas desde Europa en distintos viajes.

¿Un toque de color en esta nueva línea?

– Gracias a las piedras me animé a incorporar un poco de color y salir totalmente de mi zona de confort. Pero con estos apliques de colores también hay más propuestas para aquellas mujeres que buscan opciones para bodas y eventos a los que asisten como invitadas.

¿Así iniciaron los diseños a medida?

– Se dio solo, porque la gente empezó a confiar en mi criterio y mi gusto. Veía lo que diseñaba porque nada de lo que está acá es masivo. Seguí recorriendo anticuarios para encontrar piezas únicas, pero lo siguiente era confiar, ya que no tenía talleres de modistas de confianza. Fue todo un proceso que se desarrolló en estos tres años de acertar y no acertar, equivocarme para encontrar también mi equipo de trabajo.

Mi marca representa el estilo de vida de una mujer que quiere ser elegante, llevar prendas de calidad, que sabe que al elegir una no va a fallar porque es un clásico en el vestidor

¿Cómo describís hoy a Historias en Lino?

– Mi marca representa el estilo de vida de una mujer que quiere ser elegante, llevar prendas de calidad, que sabe que al elegir una no va a fallar porque es un clásico en el vestidor. Se va a llevar un vestido, por ejemplo, que va a sacar todos los veranos —y en nuestro caso, casi todo el año— y que va a lucir impecable.

¿Cómo pensás expandir tu marca?

– Primero, la meta es abrir una tienda en Asunción y que las chicas puedan visitar sin cita previa, que vean en vivo la calidad de las prendas, sin dejar de lado el trabajo hecho a medida. Quizás, próximamente tener una pop up store en Ciudad del Este. A medida que voy conociendo el país, mi idea es expandirme en Paraguay.