Víctor Flores

Cuando lo cuento presenta a Alejandro, un joven actor que, sumido en la incertidumbre por una situación imprevista, intenta seguir adelante en una sociedad que estigmatiza a la gente de su condición. En ese camino conoce a Lautaro, que con su espontaneidad y chispa lo ayudará a conectar con nuevas experiencias y personas, pero, sobre todo, consigo mismo. Así arranca la historia con la que Víctor Flores debuta como director de teatro.

A la par de su carrera en el modelaje —años antes de fundar Sight Talent Agency–, Víctor tomó clases de actuación para ampliar sus horizontes y explorar su faceta como artista, bajo las enseñanzas del maestro Agustín Núñez, de El Estudio. Como sus sueños siempre apuntaron a la moda, al terminar el curso, no continuó en este camino, aunque sí incorporó todos los conocimientos aprendidos a su verdadera pasión.

Sin embargo, algo que no esperaba y el teatro le dio “fue la oportunidad de reencontrarme a mí mismo”, afirma. Él define esta etapa como una catarsis emocional con la cual aprendió a liberar sentimientos que estaban ocultos, “y, en ese proceso, uno puede descubrir otros personajes para crearlos desde cero, cómo hablan, se expresan y sienten”, añade.

Productor de moda, director de una reconocida agencia de talento, estilista y asesor de imagen. Además de la actuación también puede agregar a su hoja de vida director de teatro. En este 2022 —10 años después de aquella experiencia reveladora— decidió llevar a las tablas una obra que representa mucho para él, sus creencias y cómo desea que evolucione nuestra sociedad.

“En un principio, esta puesta fue pensada como una obra corta para mi examen de Dirección de Teatro. Tras meses de trabajo, de replantear el guion junto a Mario González Martí y Fátima Fernández, de dar con los actores y conformar el equipo, nació esta comedia romántica que busca fomentar el respeto a las diversas formas de pensar, a las personas por igual, sin etiquetas y con la máxima de que todos somos distintos y no hay nadie igual”, nos detalla.

Cuando lo cuento se estrenó el primer fin de semana de octubre y está protagonizada por los actores Diro Romero, Jorge de Jesús Flores, Sofía Fernández y Marcelo de Mestral. Visualmente colorida a la par de minimalista, este atractivo se logró gracias al trabajo de un team del cual Víctor está muy orgulloso. Miguel Rodas se desempeñó como asistente de dirección mientras que, en el arte, trabajó Carlos Arbués; en el diseño de luces, Martín Pizzchini y, en la asistencia de producción, Deisy Dichirico. El diseñador Negro Vázquez, de la marca Caburé, se encargó de todo el diseño de vestuario y el equipo también lo integran los makeup artists Arturo Babera y Robert Petersen. La producción general es de Sight Talent Agency.

“Yo creo que la misión de la mayoría de los artistas es ayudar al público a abrir los ojos a la realidad. Venimos de una de las dictaduras más duras y ahora esta generación tiene el verdadero derecho a expresarse. Nosotros decidimos hacerlo de una manera distinta, con una visión joven hacia un futuro de libertad”, agrega el director.

Tras sus funciones de estreno, hay planes para que la obra regrese a las tablas antes de que termine el año para que todas las personas que no pudieron asistir a la sala La Correa tengan igualmente la oportunidad de verla.

Desde el momento que sentó los cimientos de Sight Talent Agency en el 2014 y posteriormente Sight School, supo que debía incorporar la actuación a sus clases ya que, en sus palabras, “es una herramienta clave para que el modelo llegue al éxito. Eso es el plus que nos diferencia”.

En su propia experiencia, notó que adquirió “otro tipo de lenguaje, una mejor oratoria y todo esto me ayudó en mi desenvolvimiento escénico. Cuando se prendía la cámara, yo era otra persona. Incorporé esas nuevas herramientas a mi trabajo y fusioné la moda con la actuación; eso resultó en una serie de comerciales y campañas que protagonicé”, recuerda.

Entonces, el papel de Sight en la producción general en Cuando lo cuento representa una evolución natural de su compromiso con este arte. “Los ocho años de trayectoria y el ser reconocida como una de las agencias más importantes del rubro son el respaldo de que las cosas van a estar bien hechas”, afirma Víctor.

Como el cielo es el límite cuando de sueños se trata, Víctor espera poder llevar obras fuera del país algún día, y que el talento paraguayo sea reconocido en el exterior. En un futuro, también espera que la agencia cuente con su propia escuela de teatro. “En su momento, cuando abrí la academia de modelaje, mi visión fue hacer algo diferente: trabajar el yo interior de los chicos y chicas para proyectar su belleza al exterior. Así también, con la actuación deseo habilitar un espacio para que uno pueda redescubrirse a sí mismo y que los talentos en la actuación se expandan de una manera distinta”, finaliza.