Loli Ferrés
Una foodie gráfica
Probablemente, todos los que hayan trabajado en la industria gastronómica paraguaya conocerán a Loli, una incansable fotógrafa devota a la comida, quien hizo suya la fotografía culinaria en nuestro país, como una de las pioneras del rubro. Reportera gráfica, food stylist y exploradora de sabores, Loli es una bon vivant sin igual.
La relación de Loli con la comida empezó muy temprano en su vida, cuando era tan solo una niña en casa de su abuela materna “Checo”, como la conocían todos. “Era una gran cocinera y el culto a comer bien siempre estuvo en mi familia. Ella producía todo lo que se comía en su casa, era súper perfeccionista y, si de sabores se trataba, era la reina”, dice Loli, quien además es madre de Nina y Franco.
Como fotógrafa y foodie, sus pasiones convivieron por separado hasta que llegó el boom gastronómico a Paraguay. Con la apertura de nuevos restaurantes, cafés, delis y otros establecimientos y empresas relacionadas, Loli encontró un nicho en el cual combinarlas. Hace aproximadamente siete años que el mercado se abrió a una mayor cantidad de profesionales como ella, y Loli aprovechó su oportunidad.
“La fotografía ocupa un rol importantísimo en esta industria”, dice Loli, y agrega: “Creo que la vista es la única manera de tentar a los comensales cuando no pueden estar presentes para usar el resto de los sentidos. Es como llevar ese plato a la mente de cada persona […] estando en cualquier parte del mundo”. La facilidad de compartir información y experiencias a través de imágenes hace que personas como Loli sean la clave para atraer nuevos clientes.
Pero también le gusta visitar otras culturas, conociendo las tradiciones a través de la comida de cada región y pueblo que tiene la oportunidad de encontrar. “Todo vale, desde un snack callejero hasta los restós más cuotados, ¡si es sabroso, vale todo! Me gusta variar. Preguntar es clave, así como leer sobre el lugar antes de ir”, reflexiona.
En un restaurante, aprecia las ventajas que le da llegar como fotógrafa más que como simple comensal: “Me encanta comer cuando voy a hacer fotos porque entro en las cocinas, hablo con los chefs, compartimos historias y me cuentan más sobre los platos. Así se crea una relación que es sumamente importante”.
“La gastronomía es cuestión de compartir y conectarse a través de los sabores”
Pero más allá de salir a comer, Loli Ferrés también disfruta el otro lado de la cocina. “Amo invitar a comer a casa. Ser anfitriona de hogar me hace feliz, así como también disfruto muchísimo salir a comer lo que otros hacen”, comenta, y puntualiza: “La gastronomía es cuestión de compartir y conectarse a través de los sabores”.
Cerramos la conversación con una pregunta muy concreta: ¿qué le gustaría ver más seguido en nuestro país? “Gente atrevida —dice riendo—, amo ver cómo las nuevas generaciones se juegan por proyectos gastronómicos geniales”.
¿El mejor café de Asunción? Donde voy ya me conocen y saben lo que quiero. Lapatiss es uno de esos lugares.
¿El pan más rico de la ciudad? La panadería Hidalgo del Mercado 4.
¿Comida favorita? ¡Toda la comida salada! [Risas] No tengo preferencia porque me gusta todo, depende de la estación.
¿Restaurante favorito? En Paraguay, Pakuri.
¿Destino gastronómico preferido del mundo? Nueva York, para comer todo de todos lados. Es el lugar que mejor concentra todo el mundo.
¿Placer culposo? Quesos de todo tipo: cuanto más podridos, mejor.
¿Vino, cerveza o destilados? Todos, depende del clima y el tipo de atmósfera en la cual me encuentro.
¿Tinto o rosé? Tinto con frío, rosé con calor.
