Lenguajes del arte

26 diciembre 2022

Tres artistas multidisciplinarios que debés conocer

A lo largo de los siglos y a través de diversas técnicas, el arte expresó las preocupaciones sociales con su dosis justa de armonía y contenido. Por eso, al acercarnos al final de este año, decidimos examinar los matices conceptuales y estéticos que ofrece la plástica paraguaya de la ola actual y te presentamos la obra de tres artistas multidisciplinarios. En esta ocasión, exploramos las obras de Zuca Malky, que nos envuelven en la dialéctica entre el medioambiente y la expresión interna.

Ella define su camino en las artes visuales como una exploración de técnicas expresivas que parte de su deseo de experimentar y estimular un vínculo personal con la naturaleza; por ende, una gran parte de la obra de Zuca Malky tiene como núcleo el medioambiente y el sentir humano. Aunque su más reciente trabajo, titulado Re-cordare natura —del latín “volver a pasar la naturaleza por el corazón”—, es una serie de esculturas hechas con elementos de bosques nativos, la artista no se centra solo en esta vertiente del arte, sino también en la fotografía intervenida, la escultura en arcilla, el diseño gráfico y el rubro audiovisual; incluso, su inspiración también suele expresarse en poemas.

“Como todo está en constante cambio, utilizo elementos que tienen que ver conmigo, piezas con las que me siento conectada, para crear un universo que me permita llegar, de alguna forma, a mi centro”, revela.

En el caso de Re-cordare natura, una serie de esculturas conceptuales que presentó en la última edición de la Feria de Arte Oxígeno, sus ideas tomaron la forma de raíces de ysypo bañadas en resina, rodeadas por un tejido de hilo torzado resistente que funciona como piel y da soporte a elementos orgánicos (cáscaras de cigarra y caparazones de caracol) que se incrustan en la entramada de hebras: “Quise volver a mirar la naturaleza, las raíces que abrazaban los árboles que ya no están, pero que pueden trascender su forma de vida anterior y conectar con un plano simbólico: ser obra de arte para vivir aún a través de la experiencia del espectador”.

Se trata de una muestra de arquitectura frágil inspirada en la geometría de las telarañas, cuyos pliegues y formas sirven de estructura, delicada pero firme, para la inclusión de elementos orgánicos con significado sentimental a los ojos de la creadora: la transportan a su infancia y al intenso deseo de conexión natural.

Sin importar la disciplina en la que decida dar forma tangible a sus ideas, mucho de la obra de Zuca Malky se trata de una invitación introspectiva para el público con la que busca expresar la profundidad de la percepción y las emociones humanas. “En este caso, concibo la escultura como un aprendizaje del espacio, me permito unir elementos que parecen separados, pero tienen relación a través de una experiencia personal y su vínculo con el tiempo, la memoria, la infancia o el pasado”, cierra.