Un poema neomodernista

Jean-Baptiste Messié y José Zaldívar están al frente de Dieztudio, un colectivo de profesionales con diplomas de las mejores universidades de Europa, Estados Unidos y Paraguay, en negocios, cultura y diseño; se encargaron de dar vida e identidad a todos los espacios de una casa y un departamento. En ambos proyectos contaron con libertad plena para inyectar sus ideas en todos los ambientes y mobiliarios posibles. 

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Las inspiraciones presentes de la línea estética son varias, como el modernismo, un poco de Bauhaus, influencias de los años 80 y 90; también los periodos que generalmente están enlazados por influencias modernistas o mid century, los colores no se quedan atrás y tampoco las formas de finales del siglo XX, combinados con la exuberancia de la naturaleza y la artesanía local.   

Los materiales utilizados se inclinan hacia lo artesanal y lo hecho a mano; favorecieron el uso de piedras como el terrazo, madera local y bronce o acero, metales moldeados a mano para crear piezas innovadoras y desafiantes. En ambos lugares se conjugaron múltiples paletas de colores desde la multitud de verdes, azules, rojos, hasta rosa o naranja; pensando siempre en la originalidad y la armonía, palabras claves dentro del proceso de elección y aplicación.     

Tanto en la casa como en el departamento, si bien trabajaron con estructuras preexistentes, sí estuvieron involucrados en la curación de los materiales de la construcción, hasta en la elección de los objetos de decoración.

Después de estudiar la edificación, una decisión importante para la potenciación del espacio fue introducir un deck móvil a motor sobre la pileta ubicada en el patio, de esta manera se utiliza de mejor manera todo el espacio, y no representa riesgos en caso de que hayan niños o niñas en la casa.     

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El departamento, debido a su altura, cuenta con una privilegiada vista. Los colores del cielo, del atardecer y de la naturaleza fueron la inspiración para intervenir los espacios. No recurriendo a lo literal, prefirieron colocar una escultura de un sol naciente, antes que recurrir a los tonos naranja, amarillos y rojos en todas las paredes. 

Los muebles fueron diseñados especial y exclusivamente para cada ambiente. Si bien tienen una funcionalidad asignada, también tienen el factor de diseño que le da un toque esencial al utilitarismo. Asimismo, los espacios fueron concebidos a partir de la idea de interacción humana; por ejemplo, en las salas sociales no hay televisores, ya que consideran como un elemento que disminuye la interacción social. La misma idea se aplicó a la elección de sofás, yendo por la comodidad pero no en extremo, ya que tampoco promueve el diálogo.  

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