Octus

La habilidad para tejer ñandutí se transmitió de generación en generación como herencia ancestral, directamente de las manos de mujeres paraguayas. El origen del nombre y la particularidad estética de este tejido se remonta a la tradición oral guaraní, con diversas versiones. Sin embargo, casi todas ellas coinciden en la esencia: nació cuando una madre imitó las puntadas de una telaraña en un árbol del bosque.

Cuenta la leyenda que un hombre estaba en busca del regalo perfecto para su amada, uno que representara fielmente su afecto. Las joyas y los obsequios caros no eran lo que necesitaba, sino algo único en su tipo. Entonces, su madre, maravillada por la belleza de una telaraña, copió los movimientos del artrópodo y tejió un ñandutí con sus cabellos blancos.

Esta misma historia es la que impulsó a la diseñadora Ilse Jara para crear Octus, una colección inspirada en los hilos de la naturaleza, que cuenta con apliques de ñandutí y alusiones arácnidas a la tradición que envuelve el tejido.

En cuanto a lo estético, esta línea de 24 piezas da paso a los tonos claros con predominancia del blanco y el beige, así como colores llamativos, desde el verde limón, pasando por el lavanda hasta el celeste. Como experta en los detalles, Ilse no solo usa estratégicamente el ñandutí, de manos de las maestras artesanas que trabajan junto a ella, sino que también traza el recorrido de una telaraña con detalles sutiles en camisas, vestidos y faldas midi.

Precisamente, el nombre nace de una referencia al número ocho, que evoca la prosperidad, un número infinito como la creación, según la mirada de la diseñadora. Así se construye una de las primeras referencias a la araña, la maestra creadora que inspiró a las mujeres guaraníes y paraguayas para la elaboración del ñandutí, un tejido natural en expansión, tal como el universo.

La araña, la protagonista de la historia detrás del ñandutí, nuestro encaje tradicional.

Describe Ilse: «La araña, la protagonista de la historia detrás del ñandutí, nuestro encaje tradicional”. De ahí que los complementos arácnidos cuelgan de varias prendas como acentos coloridos y brillantes, en forma de prendedores, pendientes y apliques. La propia Ilse, en su paso por Dubái, portó un vestido de esta colección, que introduce una nueva interpretación del tejido, con hilos artesanales naturales que se expanden por el mundo.

Octus no solo encaja estéticamente con los diseños a los que Ilse nos tiene acostumbrados, sino también se muestra como la continuación de su esfuerzo por dar a conocer la belleza local, sus fuentes artesanales y naturales, tal como hizo con Aves del Paraguay en 2021.

Su enfoque contemplativo hacia la naturaleza se siente en cada detalle de sus diseños, desde los colores hasta las formas que se dibujan en el cuerpo de quien los porta. El encanto de Ilse es precisamente que ese punto de su proceso creativo, aquella admiración profunda por el universo que habita, llega al espectador desde la primera mirada.