Black and Go
Lo mejor de dos mundos
CÓMO ES EL AMBIENTE
En muy poco tiempo desde su apertura, Black and Go se instaló como referente cafetero en Asunción. Al momento de la publicación de esta edición solo tiene cuatro meses de existencia, y su creación tiene mucho que ver con la unión de dos cosas muy apreciadas para un nicho que, desde que inició la pandemia por covid-19, se encontró casi desamparado: el jazz y el café.
La barra estratégicamente colocada al aire libre, en la vereda, nos hace sentir extrañamente seguros, ya que no se trata de un lugar al que uno irá para sentarse por largas horas —excepto en las noche de jazz—. Como su nombre indica muy claramente, tomás un “negro” y te vas. La mayor parte de sus espacios para clientes está al aire libre; y los lunes la movida pasa a la calle para disfrutar de música en vivo.
QUÉ PEDIR
Como bien dicen sus propietarios, la oferta del local es muy simple: café para llevar. Por supuesto, con el correr de las semanas se dieron cuenta de que el público pedía más, y habilitaron una limitada variedad de minutas, sándwiches y picadas que puedan acompañar tanto el día a día como los shows nocturnos.
La estrella de la carta es un humilde espresso que brilla por su cuerpo y frescura, algo que logran garantizar gracias a Café Presente, empresa que se encarga de tostar una tanda semanal para Black and Go. Este tipo de relaciones entre tostadores y cafés es el futuro del negocio, ya que con un público más educado llegan mayores exigencias de calidad en sabor y experiencia. Si lo tuyo son los cafés fríos, te recomendamos pedir el iced mocha, una verdadera delicia.
UN CONSEJO
Te recomendamos reservar una mesa para disfrutar de jazz en vivo, con la correspondiente distancia social. Víctor Morel en batería, Nicolás Cañete en el bajo y Víctor Scura en teclado suben al escenario cada lunes de noche para deleitar con standards y tributos a grandes compositores. La entrada no tiene costo.
