Sueño costero
La decoración de esta vivienda fue concebida a partir de una reforma y de la necesidad de darle un aspecto diferente a la anterior. “No se deja de lado el hecho de que es una casa de fin de semana, donde la practicidad debe ir de la mano con la calidez”, comenta la Arq. María de la Paz Rivarola, quien estuvo a cargo del diseño de estos espacios.
La reforma de la casa duró cuatro meses, y durante ese lapso de tiempo se fueron concibiendo las ideas que luego quedarían plasmadas en el último mes de trabajo; de manera que al término de la obra estuvieran listos, también, los muebles y accesorios que le darían a la vivienda una nueva identidad.
El estilo con el que se identifica esta decoración es el costero, donde el blanco es el color estrella; también vemos estampados en los pisos, techos, aberturas, algunos muebles y accesorios mezclados con fibras naturales como el ratán de los sillones del comedor, en el ventilador de techo, en la rafia de algunas alfombras o el mimbre de las lámparas colgantes.
Hay muebles de madera con lustres lavados, o algunos recuperados donde se aprecian antiguos colores que fueron opacados por otros a través del tiempo, por ejemplo, el bargueño esquinero, que fue concebido a partir de una puerta antigua de demolición.
La combinación de colores y el composé de los tejidos y las texturas, que prima en las habitaciones, es una intervención que caracteriza a mis decoraciones, y que aportan calidez a los ambientes
María de la Paz Rivarola
El color azul se encuentra presente a lo largo de la mayoría de los espacios, y evoca recuerdos del mar, o en este caso del lago —ya que la casa está ubicada en un condominio en el cerro de San Bernardino—, el cual se impone en vista desde cualquier ángulo de la casa. El azul se reparte en algunos accesorios marinos, estampados de almohadones, alfombras hindúes de algodón y en los decorados de platos pintados a mano, traídos especialmente desde la costa siciliana para adornar esta nueva decoración.
