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De la basura a la joyería

Desafío creativo

Si ya sorprendimos al mundo con la Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura, no deberían asombrarnos los tesoros que se pueden rescatar de aquello que muchos consideran basura. Cinco mujeres de Bañado Sur demuestran el talento que existe en la zona a través de Cateura Accesorios, un fenómeno creativo que las ayudó a proyectarse profesionalmente para salir adelante.

Librada Leguizamón, Nimia Portillo, Lourdes Valdez, Génesis Benítez y Cristina Cabrera participaron del proyecto para el fortalecimiento del acceso de las mujeres a los recursos económicos y a la participación ciudadana en el Bañado Sur de la asociación Mil Solidarios, asistiendo a diferentes capacitaciones para crear manualidades.

“Empezamos este proyecto un mes antes de que llegara la pandemia y a pesar de que vinieron muchísimas dificultades, comenzamos esta idea con un sueño, primeramente para solventar a nuestras familias”, comenta Cristina Cabrera, artesana del emprendimiento. En noviembre de 2020 presentaron su primera colección de joyas artesanales hechas con materiales reciclados del vertedero Cateura.

Nimia Beatriz Portillo, Cristina Cabrera, Génesis Belén Benitez y Lourdes Concepción Valdez.

El proceso de capacitación arrancó en febrero con 15 mujeres coordinadas por Abel Morel, diseñador y experto en joyería de alta costura. Cada una experimentó con los materiales que conseguían. Entre prueba y error se familiarizaron con ellos y lograron poner en práctica las técnicas de tejido que aprendieron.

“Empezamos este proyecto un mes antes de que llegara la pandemia y a pesar de que vinieron muchísimas dificultades, comenzamos esta idea con un sueño” – Cristina Cabrera

A mediados de abril, durante el segundo mes de la cuarentena sanitaria, de las 15 mujeres quedaron cinco, quienes continuaron yendo al taller de Mil Solidarios para trabajar, buscando esperanza entre tanta incertidumbre. “Era decoradora, trabajaba en cumpleaños infantiles y casamientos, pero con la cuarentena me quedé sin trabajo”, comenta Nimia Portillo, artesana del proyecto y agrega: “Mi hija casi dejó la facultad, pero gracias a este trabajo va a poder continuar sus estudios”.

El desempleo fue una realidad que atormentó a varios pobladores de la zona. El caso de Génesis, una joven de 21 años que cursa la carrera de Ingeniería Comercial, es similar, pues menciona que tuvo que reinventarse para continuar sus estudios. Actualmente, divide su rutina entre este proyecto y su trabajo como profesora particular. Por su parte, Lourdes comenta que perdió su empleo luego de varios años de desempeñarse como empleada doméstica: “Al menos eso me dio más tiempo para estar acá. Además, yo soy artesana, hago croché y manualidades de reciclado porque seguí todos los cursos habidos y por haber”.

A pesar de las malas noticias, buscaron salir adelante y construyeron su propia marca, Cateura Accesorios, que se convirtió en un espacio de contención para estas mujeres que buscaban plasmar su creatividad y trabajar a la vez. “Cateura es el nombre que elegimos por que esa palabra está relacionada con la basura, pero Cateura una vez fue un hermoso lugar para vivir, lleno de paisajes que por voluntades políticas se convirtió en un vertedero”, comenta Cristina. Antiguos pobladores y vecinos recuerdan que la laguna podía ser visitada para disfrutar de actividades recreativas como remo, pesca o paseos en bote. Inclusive, varias aves migratorias visitaban ese territorio antes de continuar sus viajes.

Más que un complemento

La primera colección de Cateura Accesorios se presentó el mes pasado en Paseo la Galería. Decidieron llamarla Génesis para indicar su comienzo en este proyecto que esperan perdure. “Nosotras deseamos que esto sea un trabajo digno para las mujeres, que encuentren el sostén que necesitan para sus familias”, menciona Cristina y agrega: “Queremos ser una esperanza para los pobladores de Bañado Sur, gente olvidada y marcada por la sociedad”. El evento duró tres días y, para sorpresa de las emprendedoras, vendieron el 90 % de los trabajos presentados.

La colección está inspirada en la circularidad de los vínculos, así como en el ciclo de vida útil de los objetos que nos rodean; nació de las ganas de convertir la basura con la que comparten su vida en algo bello y digno. Cada pieza es única y fue creada con materiales como cobre, cable, latón y plástico, elementos que consiguen por medio de los recicladores de la zona. De igual manera, cada tanto reciben donaciones de bijouterie y otros elementos que las ayudan a concretar sus piezas.

La colección está inspirada en la circularidad de los vínculos, así como en el ciclo de vida útil de los objetos que nos rodean; nació de las ganas de convertir la basura con la que comparten su vida en algo bello y digno.

Un impulso colectivo

Esta iniciativa arrancó con la intención de ser una fuente de ingreso para las mujeres del Bañado Sur en el 2018, tras 10 años de atención y capacitación en el Centro de Atención Familiar de la zona.

Hoy es una marca de propiedad colectiva que no solamente genera ingresos, sino que impulsa el desarrollo comunitario. “Nuestra meta es que sea reconocido a nivel internacional y proyectar lo hermoso que es nuestro país, porque esto es parte de nuestra cultura. Acá tenemos lugar para que otras mujeres puedan refugiarse, trabajar, aprender y encontrar una esperanza, porque vemos que es lo que menos hay ahora”, dice Cristina Cabrera.

El proyecto se gestiona con la financiación otorgada por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid), por medio de la asociación Mil Solidarios, en convenio con la organización no gubernamental Mujeres en Zona de Conflicto.

El principal objetivo de la marca es destacar el potencial artístico de las participantes. “Amo lo que hago y es mucho más gratificante el trabajo cuando es admirado por otra persona. «Nosotras presentamos joyas pulcras, finas y con buenas terminaciones, tenemos en cuenta todo al confeccionar, si es cómodo de portar y cuáles son los colores a utilizar”, explica Cristina.

Las cinco trabajan en un pequeño taller en el fondo del centro de Mil Solidarios. Allí desinfectan cada uno de los materiales cuidadosamente y luego inician su largo proceso de tejido que, según mencionan, se puede extender hasta ocho horas.

Hoy por hoy continúan trabajando en nuevas piezas y proyectándose para una nueva colección este verano. Las artesanas están en el taller todos los lunes y miércoles de 17.00 a 19.00, y varios vecinos se acercan en este horario para hacer sus pedidos personalizados o revisar su catálogo. Si querés lucir alguna de sus piezas, podés seguir el emprendimiento en Instagram (@cateurapy) o escribir al número (0981) 289-222.

Modelo: Gabriela Ovelar para Paola Hermann Management Makeup: Romi Valinotti para Romi Valinotti Beauty Center Hair: Lorena Dávalos para Romi Valinotti Beauty Center Blusa: Mango. Agradecimientos: Abel Morel y Soraya Bello
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