Por las calles del sur
El ciclo de una vida
Esta obra de teatro unipersonal fue estrenada por primera vez hace un año, aproximadamente, en Asunción. Este mes de mayo regresa a las tablas con tres únicas funciones y el objetivo de recaudar los fondos necesarios para representar a Paraguay en el 15° Festival Iberoamericano de Mar del Plata.
En la mayoría de los casos, el estereotipo social reduce la vida de la mujer al matrimonio, la maternidad y el cuidado de la casa. Pero, ¿cuáles son sus verdaderos sueños y metas? En Por las calles del Sur, Marcela Gilabert encarna las diversas etapas de una mujer desde su concepción hasta la adultez. Una obra que nos hará preguntarnos si estamos siguiendo el camino que realmente queremos transitar.
La historia narra la vida de una mujer desde el vientre materno, alejada de todos los problemas, hasta que envejece y se ve envuelta en sentimientos y frustraciones que debe afrontar como una persona adulta.
La encargada de llevar a este personaje a las tablas es Marcela Gilabert, una actriz argentina que, a través de su interpretación, promete sumergirnos en las vivencias y sensaciones que experimenta este personaje. La dirección está a cargo de Henry Fornerón.
Sin duda, se trata de una pieza que representa un desafío inmenso dentro de las carreras de estos artistas, pues deben exponer toda una vida, compleja como todas, en tan solo cincuenta y cinco minutos. “Fue un reto tener que interpretar a un feto y actuar como un bebé, pero corporalmente verme como una persona grande. Esta mujer crece en el transcurso de la obra, la vemos aprendiendo a hablar, a caminar y, en cierto punto, nos encontramos con ella a los 30 años de edad, alguien que siente amor, pero también miedo y debe lidiar con esos conflictos”, relata la actriz.
Para iniciar con la creación del personaje, el director planteó partir de un juego. “Para nosotros crear el personaje fue así, pero dentro de eso, lo más interesante fue encastrar eso tan poético y hermoso que plantea el guion con nuestro proceso de creación”, explica.
El texto está planteado como una comedia, sin embargo cuenta con mucha poesía. El guion es hermoso, un texto escrito por Pablo DiGénova, donde vemos a una mujer que pasa de situaciones muy cómicas a hablar sobre perder al amor de su vida, donde sentimos su miedo al compromiso y cada vez empatizamos más con sus anhelos y frustraciones.
Una vez que el público entiende todo el contexto de la historia, el objetivo principal de la obra está logrado. “Cuando termina una función, mucha gente se me acerca y me agradece. Eso, para el actor, es maravilloso. También vienen otros actores que te abrazan y te agradecen. Yo pienso que el pago del actor es el aplauso, es el pago del alma y es lo que les digo a mis alumnos de teatro, que disfruten de eso porque dejar un mensaje es la verdadera recompensa del actor”, comenta Gilabert.
No es la primera vez que Marcela y Henry trabajan juntos, y cuando tienen en mente un nuevo proyecto, buscan mostrar historias que ayuden a reflexionar al espectador: “Tenemos una bajada de línea social muy importante. Lo que nosotros criticamos en este caso es cómo la mujer se ha dejado —y se deja todavía— llevar por un sistema que la envuelve y, muchas veces, termina sin la motivación que necesita para luchar por sus sueños. Lo que esta presentación trata de hacer es que las mujeres despierten y que no terminen con otra frustración u otro sueño roto, ya sea viviendo un matrimonio infeliz o siendo ama de casa cuando tienen otras expectativas”.
“La crítica no la decimos directamente, sino que lo hacemos de una manera sutil, pero impactante, para que se vayan a pensar a sus casas. Así es como debe ser el teatro”, agrega Marcela.
Pocos elementos, un gran mensaje
Muchas veces, los actores y directores no se sienten seguros al presentar una obra con pocos elementos. Sin embargo, el escenario de esta apasionante historia está construido a partir de dos sillas, una mesa y un banquito en las tablas. “De vez en cuando nos da miedo hacer una obra con pocos elementos, porque ves a otras puestas con sus hermosos montajes, pero este es otro trabajo, otro estilo. Lo que queremos que se resalte es el trabajo actoral y la dirección, más que la escenografía”, comenta el director.
“Yo trato de hacer que nuestras presentaciones tengan esa escenografía minimalista. Mucha gente dice que es simple, pero no, tiene que ver con la semiótica”, dice Marcela y comenta que el trabajo dentro de la elección de la utilería en escena tiene que ver con el estudio del material base, con darse cuenta de cuál es el elemento principal que no puede faltar y que, incluso, tenga el poder de contar algo sin que se desarrolle ningún diálogo.
De los teatros asuncenos al mundo
Actualmente, Marcela y Henry se están preparando para llevar la obra al Festival de Teatro Iberoamericano de Mar del Plata (Argentina). Por las calles del Sur es la única representante de Paraguay entre las cuarenta y tres obras que fueron seleccionadas. “Tuvimos la oportunidad de ir a presentarnos en un festival en Líbano, pero no pudimos ir porque no teníamos los fondos suficientes. Ahora nos invitaron a este festival y haremos más presentaciones para poder recaudar el dinero suficiente. Vamos a conseguirlo”, dice Gilabert, y agrega, entre risas: “Igual no tengo problema de irme de mochilera”.
Hasta el momento, Marcela tuvo la chance de representar a nuestro país en el mismo evento dramático con su puesta Lo que más me gusta de Federico, un homenaje al poeta Federico García Lorca, protagonizado por Carmen Briano. Por otro lado, es la primera vez que Henry Fornerón saldrá a representar a nuestro país en un certamen como este.
Comentan, además, que tendrán la oportunidad de hacer dos funciones más en Miramar y están buscando la oportunidad de presentarse en Buenos Aires. “Cuando comenté a mis amigos y parientes que iba que iba a Mar del Plata, pensé que tenía que hacer funciones en Buenos Aires. Empecé a hacer un testeo y muchos de mis excompañeros y profesores con los que me formé quieren ir a vernos. Para mí va a ser un gran festejo porque este año cumplo cuarenta años sobre el escenario”, cuenta la actriz.
Marcela Gilabert es también directora y docente. En su natal Argentina trabajó en una veintena de series y miniseries, además de hacerlo en 10 películas. Desde 2010 está radicada en Paraguay, donde se desempeña laboralmente desde entonces.