Andrea Weiler
Mujeres inspiradoras
Era la niña que recorría el campo en busca de animales e insectos, y hoy sigue haciéndolo desde sus roles de bióloga, docente e investigadora. Aquí te contamos más acerca de una de las tantas mujeres que hace ciencia en el país, y su pasión por la biodiversidad nativa y su conservación.
Andrea Weiler nació en Asunción, pero creció y vivió entre la ciudad y el campo. De pequeña le encantaban los animales, y era conocida en su barrio por acoger a perros y gatos en situación de calle. “Cuando iba a cumpleaños, tiraba todos los caramelos de la bolsa de la sorpresita y ahí juntaba escarabajos, también tenía mi colección de alacranes”, explica Andrea.
Ella es hija de productores agropecuarios, y cuando iba al campo con sus padres, poco caso le hacía al ganado ya que siempre andaba en búsqueda de otros animales.
En ese contexto nació su interés por ayudar a los productores agropecuarios a producir de una manera más sostenible y en armonía con la naturaleza. En 1994 se recibió de bióloga, pero ya en el 92 recibió su primer título, el de madre. “Conozco mucho acerca de la producción y de todas las necesidades del productor, pero me especialicé y me formé en conservación; entonces tengo un poco de las dos visiones”, comenta. Entre sus muchas responsabilidades, trabaja con varios productores en relación con los ataques de pumas (o jaguaretés) al ganado, buscando fomentar el conocimiento de la biodiversidad, porque —como dice Andrea— uno no puede conservar algo que no conoce.
Su laboratorio es el campo: “Ir al campo para mí es una necesidad. Preciso ese contacto con la naturaleza. Cuando uno cruza el Puente Remanso encuentra otra forma de vida, ya los horarios significan otra cosa, y las responsabilidades también”, comenta. Andrea es madre de siete hijos, así que no solo coordina sus actividades en la facultad y en el campo, sino que organiza su hogar y las actividades de sus hijos más pequeños.
Desde el año 1997 trabaja en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (Facen) de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), donde ya ocupó varios cargos, desde docente hasta investigadora de la biodiversidad y conservación de los animales, hasta coordinadora de posgrados.
Andrea es especialista en fauna nativa. En 2007 creó dos maestrías en el área de biología, nos cuenta: “Como yo tuve la oportunidad de formarme afuera, lo que queremos es darle la misma oportunidad a los que no pueden hacerlo. El programa no lo creé sola, sino con el apoyo de profesores de Estados Unidos, Argentina, Brasil y España”.
Su currículum es tan extenso que podríamos dedicar no solo esta, sino varias páginas a describir netamente su carrera como bióloga e investigadora, pero hay mucho más sobre lo que la hace una mujer inspiradora.
Muchas veces, otros científicos me dijeron que la ciencia no va con la maternidad, que era eso o mi familia. Yo creo que puedo llevar adelante ambas cosas.
Mujer en la ciencia
Para Andrea, no hay obstáculos que no se puedan vencer si uno está realmente dispuesto a llevar adelante lo que desea. “Muchas veces, otros científicos me dijeron que la ciencia no va con la maternidad, que era eso o mi familia. Yo creo que puedo llevar adelante ambas cosas. Puedo realizar proyectos, desarrollar investigaciones, ser profesora, coordinadora, mamá, hermana, hija y amiga”, acota. Cree que el rol de la mujer en el rubro es fundamental, reafirmando que las mujeres somos igualmente capaces que los hombres. Su testimonio es prueba viva de que tiene razón.