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Mujeres superpoderosas

La influencia femenina es real

En este mes que celebra a las mujeres queremos resaltar a aquellas que, de alguna manera, están cambiando el mundo dejando un importante legado; a aquellas que dirigen el destino de países enteros, a las que manejan la economía de grandes regiones y a las que lideran esta nueva era, rompiendo las barreras de género impuestas anteriormente.

En diciembre del año pasado, la revista Forbes publicó su lista anual de quienes fueron las mujeres más poderosas de 2019: las cuatro que encabezan la lista ostentan puestos políticos y las seis restantes dirigen grandes empresas. En primer lugar de esta lista se encuentra la canciller alemana Angela Merkel; brillante desde siempre, Merkel estudió física, pero desde 2005 lidera el poderío de la gran potencia germánica. Ha transitado cuatro periodos de gobierno con la responsabilidad de dirigir la mayor economía de la región, después de haber timoneado el país durante su crisis financiera, catapultándolo de nuevo al crecimiento.

En el segundo puesto está Christine Lagarde, la primera mujer en presidir el Banco Central Europeo. Su rol es esencial ya que está a cargo de la política monetaria europea, sobre todo en estos tiempos marcados por la incertidumbre geopolítica y el declive del crecimiento económico en la zona. Lagarde tiene una foja laboral impresionante, ya que presidió por varios años el Fondo Monetario Internacional (2011-2019), el cual se encarga nada menos que de asegurar la estabilidad del sistema monetario mundial. En ese caso, también fue la primera mujer en ostentar ese cargo.

El tercer lugar es para Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos. Actualmente, es la mujer de mayor rango político de ese país y la segunda en la línea de sucesión de la Presidencia. En 2019, fue Pelosi quien empezó con el proceso del juicio político a Donald Trump, manejando el desafío con una determinación férrea. 

Ursula von der Leyen ocupa el cuarto puesto de la lista, pues ha sido designada presidenta de la Comisión Europea (rama ejecutiva de la Unión Europea). Es la primera mujer en dicho cargo y tiene la responsabilidad de la legislación que afecta a más de 700 millones de personas. Entre 2005 y 2019 fue miembro del gabinete de Angela Merkel, y en los últimos seis años de ese periodo se desempeñó como ministra de Defensa de Alemania.

En el ámbito corporativo, el quinto lugar pertenece a Mary Barra, la presidenta de General Motors desde 2014. A ella se la reconoce por haber invertido billones de dólares en vehículos eléctricos como una apuesta al futuro. En 2018, contaba con un sueldo de 21.9 millones de dólares y es una de las personas mejor pagadas en su rubro. Igualmente notable es que General Motors lidera el reporte de igualdad de género, ya que es una de solo dos empresas globales que no tiene una brecha entre los salarios masculino y femenino.

El puesto seis es para Melinda Gates. Melinda, sin duda, ostenta el puesto de poder en temas de filantropía ya que la fundación que dirige con su marido, Bill, cuenta con el fondo más grande del mundo destinado a obras benéficas: 40 billones de dólares. Melinda organiza la estrategia de la fundación con la intención de resolver problemas globales de alta complejidad, desde la educación hasta la pobreza, pasando por salud y temas fundamentales para el género, como los derechos de mujeres y niñas, a los que Melinda dedica, personalmente, gran parte de su tiempo.

Le sigue en la lista la bostoniana Abigail Johnson, que ocupa el séptimo puesto. Abigail es presidenta del gigante financiero Fidelity desde 2014. Su abuelo, Edward Johnson, fue el fundador, y Abigail es dueña del 24,5 % de la firma, la cual maneja alrededor de 2.7 trillones de dólares. Los que la conocen dicen que Abigail es una trabajadora incansable, práctica que empezó en los veranos de sus años universitarios, cuando trabajaba a tiempo completo para ir aprendiendo los secretos del ámbito de las finanzas. Se incorporó a la empresa de lleno al terminar su Máster en Administración de Empresas de la Universidad Harvard. Otra gigante bancaria es Patricia Botin, de España, situada en el octavo puesto en la lista. Bajo su mandato, el Banco Santander compró el Banco Popular (que estaba en quiebra) por solo 1 euro, en 2017, convirtiéndose así en el más grande de España.

Los siguientes lugares, noveno y décimo, son para Ginni Rometty, presidenta de IBM, y para Marillyn Hewson, quien dirige una de las más grandes compañías de defensa del mundo, Lockheed Martin, con ventas por más de 53 billones en insumos militares.

Liderazo transformador

Pero, ¿qué tienen en común estas mujeres de acero? De acuerdo a Thnk, una empresa que fomenta el emprendedurismo global, lo que ellas comparten es el hecho de estar desafiando estructuras de poder al tiempo de crear impactos duraderos. Varios estudios han demostrado que el liderazgo de las mujeres tiende a ser transformador ya que sirve como ejemplo, ayuda a los empleados a desarrollar su potencial y les motiva a ser dedicados y creativos. Son valientes y no temen ser audaces en tiempos de incertidumbre; tal es el caso de Merkel, quien encabeza esta lista, pues ha tomado posturas tenaces. Más recientemente, Merkel decidió recibir refugiados sirios en Alemania, cuando muchos de los países vecinos les habían cerrado las puertas.

Gran parte del mérito de estas mujeres es haber desafiado los preconceptos de un mundo dirigido por hombres, demostrando que el liderazgo femenino tiene grandes virtudes propias.

Hay una multitud de estudios que demuestran que las mujeres tienen niveles más altos de inteligencia emocional, y quienes tienen los puntos más altos en inteligencia social y emocional son los líderes más efectivos en las organizaciones. Un ejemplo de esto es Jacinda Ardern, la primera ministra de Nueva Zelanda (numero 29 en la lista de Forbes), quien, en su primer comentario como primera ministra se comprometió en hacer un gobierno más empático. Ardern ha demostrado una capacidad asombrosa de compasión y humildad; de hecho, convirtió a Nueva Zelanda en el primer país que incluye el bienestar como un medidor de éxito económico.

Mas allá de las mujeres mencionadas en la lista o en este artículo, hay un sinfín de mujeres anónimas alrededor del planeta generando grandes cambios. Todavía existen varias brechas que sortear, pero, sin duda, vamos avanzando hacia una sociedad más inclusiva, generando nuevos espacios y abrazando nuevas formas de liderazgo. ¡Salud por todas esas valientes que nos inspiran con su legado!

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