Caro Romero

No conocía el stand up antes de 2015. Ese año tocó a su puerta un premio inesperado: Caro Romero se había ganado un taller de comedia en vivo, un estilo en el que alguien presenta un discurso gracioso frente al público de un local nocturno. Luego de una pausa de años, volvió al escenario en 2019, con temas diversos e impregnados de una visión colorida de situaciones cotidianas.

Sus parlamentos tienen un objetivo definido: “Quiero que más personas conozcan el stand up, pero también que entiendan que hay distintos tipos de humor y que se puede hacer reír sin caer en la burla, el sexismo y la cosificación”, expresa la comediante.

Unir a la gente a través de la risa forma parte de su propósito artístico, y el contenido se caracteriza por ser reflexivo, pues se basa en experiencias personales y en una atenta observación de su alrededor.

La comediante rompe el hielo con un característico saludo: “¡Hola! Soy Caro Romero. En casa me dicen Carola y en la calle, señor”. Luego, el público transita con ella un camino humorístico de recuerdos y risas a través de anécdotas, como la vez que casi muere en la cantera de Ypacaraí, la historia de su primer beso con una mujer o el recuerdo de cuando Topo Gigio vino a Paraguay.

Inclusive, Caro recuerda que una de sus presentaciones fue interpretada en lengua de señas y que la hizo cuestionarse acerca de la manera en que se puede disminuir la cantidad de personas que se privan de un show como el suyo.

Si bien la comedia discriminatoria sigue existiendo, ella asegura que es una realidad con la que vamos a convivir hasta que las personas analicen los límites del humor. No obstante, su postura es firme: “No voy a apoyar este tipo de contenido porque mi propósito es luchar contra los estereotipos. Uso el humor blanco y lo fusiono con la denuncia social, por mi punto de vista feminista y porque formo parte de la comunidad LGBT. Hay mucho por construir y desconstruir”, enfatiza.

Desde el momento en que estamos en desigualdad de derechos, no nos podemos reír de los mismos temas.

Caro Romero.

La comedia en vivo es una manifestación relativamente joven sobre las tablas asuncenas, que se va expandiendo de a poco a otros puntos del interior como Encarnación y Ciudad del Este. Caro nos cuenta que las mujeres comediantes aún son una minoría y, pese a esto, nota mucho talento en ellas, ya que se desligan de las risas fáciles, los prejuicios o los estereotipos.

En ese contexto nació Siempre las malas de la película, show en el que participa la entrevistada en compañía de Silvia Flores, Yemmy Melina, Clau Espínola, Diana Frutos y Fani Cantero. El conjunto no solo pretende visibilizar a las mujeres en la comedia, sino también romper los roles asignados en el escenario de la risa.

Al respecto, Caro acota que “me emocionó mucho este show porque las malas estuvieron para contar su propia versión de la historia y derribar los prejuicios que les rodean. Trata de ideas erradas que se crean desde cada estereotipo y refleja a las mujeres que incomodan con su autenticidad: la histriónica, la rara, la lesbiana, la gorda, etcétera”.

Se presentaron por primera vez en febrero pasado, en el Teatro Municipal de Asunción, y a lo largo de cuatro noches sintieron la buena recepción del público. “Todas nosotras somos muy atentas a los detalles; entonces, fue un show integral con animación en pantalla, atuendos personalizados y música que se realizó exclusivamente para el evento”, relata.

Cuando se trata del stand up a nivel internacional, los programas de hombres también representan una mayoría visible. Debido a esto, Caro ve en las redes sociales una oportunidad de difundir rostros nuevos, frescos y femeninos. “Si no hablamos de estas mujeres, seguiremos sin verlas; por eso las recomiendo en mis cuentas, para que la gente las vea y sepa cuáles son sus discursos, qué temas están tratando”, resalta.

También hace referencia a que las etiquetas deben limitarse a las ropas y no a los seres humanos, ya que encasillan a la gente en un concepto estereotipado y eterno. “Como comediante, puedo utilizar a mi favor ideas que tengan sobre mí para hacer reír, pero lo más importante es que el público se dé el tiempo de conocer mi humor y sea yo la portavoz de mi propia persona”, finaliza.