Studio 54
Disco fever fantasy
Los 70 fueron una época bastante influenciada por los diferentes movimientos sociales y culturales que sucedían en aquel entonces. La moda como canal de expresión acompañó este proceso y de la mano de la libertad vio nacer nuevas tendencias, como la estética disco, que surgió del estilo de música que se bailaba en las discotecas entre luces de colores y bolas espejadas como un escape de la realidad y una oda a la diversidad. Tuvo su apogeo a finales de esta década con el it club más emblemático de Nueva York: Studio 54.
Nos situamos en los EE. UU. a inicios de los 70. Con la llegada del feminismo, el movimiento hippie, la lucha por la igualdad racial y el colectivo LGBTQ, además de la liberación sexual, esta década se transformó en una época de libertad. La vida giraba en torno a las discotecas, que representaban una salida a las preocupaciones de la vida, donde la diversidad se sentía cómoda por primera vez.
Sin saberlo —pero difícil imaginarlo hoy de otra manera—, el estilo disco llegó con su propia moda, estética y baile. Y la liberación de la que tanto se hablaba quedó marcada en lo que se llevaba en aquellas incansables noches; las telas y siluetas rígidas quedaron atrás para dar paso al movimiento con géneros más fluidos como la seda y prendas con drapeados. Las personas comenzaron a llevar colores atrevidos, estampados llamativos y, sobre todo, mucho brillo, para imitar las luces de los night clubs.
También comenzaron a verse prendas de inspiración griega, transparencias, caftanes, vuelos, prendas ajustadas, chalecos y pantalones campana. Los hombres llevaban los mismos pantalones en trajes con camisas de poliéster, superabiertas y llenas de cadenas, y no tenían reparos en calzar plataformas bien altas.
Para el año 77, el estilo disco estaba en todos lados y su máximo escaparate fue el mítico Studio 54, en Nueva York, que abrió sus puertas el 16 de abril de 1977. Fue una discoteca llena de celebridades y diseñadores de moda, como Calvin Klein, Andy Warhol, Roy Halston, Diane Von Furstenberg y Carolina Herrera. La lista de asiduos merecía su propia alfombra roja.
Para el año 77, el estilo disco estaba en todos lados y su máximo escaparate fue el mítico Studio 54, en Nueva York
Llegamos a finales de los 70, todavía una época de cambios, y estos mismos famosos, artistas e íconos se mezclaban con gente anónima en un ambiente de diversión. Y es que dentro de Studio 54 no había distinciones jerárquicas, solamente referencias estéticas con glamour y estilo que convivían en un gran espacio con la excelente música del momento.
Por aquel entonces, John Travolta se convirtió en un ícono de moda para los hombres, tras su protagónico en la película Saturday Night Fever. Entre las mujeres, muchas se destacaron, pero la principal referente sigue siendo Cher, quien ya en los 60 era conocida por su característico flequillo, su maquillaje y sus outfits con estampados, minifaldas y accesorios de colores. Sin embargo, en los 70 ganó aún más notoriedad por su estilo único y osado.
Los creadores de Studio 54, Ian Schrager y Steve Rubell, construyeron un sueño donde todo era posible. Y si bien duró poco menos de tres años, de todas maneras no necesitaron más tiempo para hacer historia. Fueron ellos quienes pusieron de moda las pasarelas con cadenas para escoger a las personas que sí podían ingresar al selecto espacio, donde las fiestas privadas cobraron más fuerza. Como se trataba de un antiguo teatro, dentro había rincones muy escondidos, aunque la elegancia y el atrevimiento se hacían evidentes en la pista de baile, por momentos con dosis de extravagancia.
En Studio 54 pasaba de todo: Bianca Jagger celebró su cumpleaños montada en un caballo; la persona más joven en entrar al club fue Brooke Shields, con solo 13 años; la modelo y cantante Grace Jones brilló en una fiesta de Año Nuevo, cuando sucedían espectáculos de todo tipo, desde acrobacias hasta performances, y hasta el mismo Michael Jackson bailaba como uno más entre la multitud.
En ese breve pero intenso periodo se los vio una y otra vez a David Bowie, Sylvester Stallone, Olivia Newton-John, Karl Lagerfeld, Elton John, Diana Ross, Donna Summer, Liza Minnelli entre muchos otros. En 1979, Studio 54 cerró. Y entonces inició su leyenda y legado estético, que nos inspiran hasta hoy.