A la hora del brunch
Escape de la ciudad
Merlo es más que un lugar para comer, es un espacio que invita al relax y la tranquilidad. Ubicado en Loma Merlo (Luque), llegar hasta ahí es sentir que estamos escapando un poco del ajetreo de la ciudad, aunque esté a escasos metros de Rakiura. Fuimos recibidos por Andrea Mora, dueña de casa. Y digo dueña de casa porque este es, de hecho, su hogar. “Merlo empezó como un bar abierto para nuestros amigos. Inauguramos la casa y a todos les gustó el ambiente; y como a mí me encanta cocinar, siempre era la encargada de hacerlo. Era comida a puertas cerradas hasta que decidimos darle un enfoque más abierto”, cuenta.
“No pierde el toque de ser una casa. La decoración brutalista, sin acabados, se fusiona con la comida completamente casera, desde los panes y las mermeladas”, comenta Andrea. Y es tal cual lo cuenta, pues ni bien pasamos la puerta nos encontramos con una amalgama de aromas propios de la cocina más ocupada, de esos que abren el apetito.
Merlo recibe hasta 30 personas por evento en un esfuerzo por mantener la atención personalizada y el ambiente íntimo. Personalmente, me parece una alternativa genial a los restaurantes y cafés que, muchas veces, se encuentran saturados a la hora del brunch. Limitando el volumen, también se aseguran de dar comodidad y variedad culinaria a sus clientes, que deben reservar obligadamente para poder asistir. Las fechas disponibles para reservas se anuncian en Instagram (@merlo_brunch), dos veces al mes.
Andrea armó este menú basada en una opción muy tradicional, pero decidió agregar detalles relacionados con el paladar paraguayo. El bufé incluye panes caseros, bagels, medialunas con y sin relleno, panqueques con frutas o jamón y queso, papines con mayonesa de morrones asados, granola casera, yogur, frutas de estación, juego de naranja o piña, café o té, hamburguesitas y blines con panceta y espárragos. Además, se puede optar por un tipo de huevo: rancheros, benedictinos o revueltos.
Esta vez, optamos por una shakshuka calentita con tostada de aguacate y huevos para complementar una rica variedad de frutas y panes caseros.
Al centro
Quizá no consideres al microcentro como una opción válida para planificar tu brunch este finde, pero estamos acá para hacerte cambiar de opinión. Café Consulado es una de las mejores opciones para tomar café no solo en el centro, sino en toda la ciudad. Su variedad de cafés es, sin duda, su mayor fuerte, pues van desde clásicos espressos y lattes hasta cold brews y distintos métodos de filtrado. Aparte, sus baristas han sido premiados por la calidad de latte art que imprimen a cada taza y eso suma muchos puntos al potencial instagrameable de tu mesa.
Aunque no lo creas, es uno de esos lugares a los que podés ir sin compañía y disfrutar de una comida a solas, sin interrupciones, por horas. No descartes fácilmente la opción de ir un sábado de mañana a disfrutar del brunch, prestar uno de sus libros y enfrascarte en una aventura literaria de un par de horas contigo mismo.
Consulado es uno de los responsables de renovar el amor de los asuncenos por el buen café, y no dudó en introducir opciones vegetarianas, veganas y libres de gluten en su modesta (pero siempre cambiante) carta de dulces y salados. De hecho, siento que los cocineros han hecho su misión hacer la comida vegetariana más sabrosa posible, aunque el sándwich de pollo y el de carne fría siempre van a tener un lugar especial en mi corazón. Todo esto, enmarcado en una arquitectura luminosa y cálida, firmada por ArkStudio, y sus ininterrumpidas muestras de arte; las paredes de este local llevan casi cuatro años dando espacio a múltiples expresiones artísticas.
La característica principal del brunch de este lugar es que cambia cada fin de semana. Esta vez, degustamos huevos benedictinos sobre una base integral verde, deliciosamente condimentada con el toque justo de romero y hojas verdes. Para acompañar, contamos con trigo burgol rojo hecho a partir de un paté de palmitos y remolacha. También probamos el nuevo corneto de guayaba, queso paraguay y romero (una delicia), con un café riquísimo para equilibrar el sabor.
Hay varios restaurantes que quedaron fuera de esta nota, no por ser menos deliciosos. Uno que merece distinción es el bufé de La Quesería, ubicado en el Shopping del Sol, con una de las variedades de panes y quesos más completas de la ciudad. Definitivamente, quedó para la revancha de una futura edición.