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No están solos

Una serie animada para la acción

La tranquilidad del Chaco se quebranta por el sonido de unas monstruosas máquinas que arrasan bosques nativos y dejan sin hogar a varios animales silvestres. Así inicia la primera entrega de No están solos, una miniserie acerca de la deforestación de la región Occidental expresada a través de ilustraciones en homenaje a artistas de pueblos indígenas. A poco tiempo de su estreno, hablamos con el guionista y director Mathias Maciel, acompañado de la animadora Andrea Osorio.

El último mes del 2022, Zet Studios dio apertura a la miniserie animada No están solos con el lanzamiento del primero de sus tres capítulos. Se trata de un audiovisual de tres minutos acerca de la deforestación, la quema intencionada de bosques nativos y el desalojo de comunidades indígenas. En la dirección y la elaboración del guión se encuentra Mathias Maciel, mientras que la banda sonora está a cargo de Fran Villalba, y la animación, de Andrea Osorio, José Araújo y Alan Paiva.

La idea brotó en la mente de Mathias a principios de 2021. Fueron varios los factores que lo llevaron a concebir la trama. En primer lugar, un acercamiento a la obra del artista nivaclé Clemente Juliuz, que le llegó a través de un grupo de WhatsApp de creadores de cómics, ilustradores y animadores, y le sirvió para cultivar una admiración hacia las historias que contaba el dibujante con ayuda del bolígrafo y el papel.

De acuerdo con Mathias, las ilustraciones a birome de este artista parecían cobrar movimiento en su mente, así que comenzó a dar forma a la trama con pequeños pasos. Poco después, al enterarse de la reciente muerte del dibujante, en mayo de ese mismo año, decidió hacer realidad el corto como un homenaje a su legado.

Sucede que la producción de este artista nivaclé es un testimonio transparente de cómo los animales silvestres y los pueblos indígenas de la región Occidental viven, sienten y resisten, incluso cuando la deforestación, los incendios y el desalojo se ciernen sobre ellos como pesadas sombras. Así, esta filosa crítica a la destrucción del ecosistema chaqueño para fines agroganaderos sembró una semilla creativa que impulsó a Zet Studios a aportar sus dotes de animación en apoyo a la causa.

La filosa crítica a la destrucción del ecosistema chaqueño para fines agroganaderos sembró una semilla creativa que impulsó a Zet Studios a aportar sus dotes de animación en apoyo a la causa.

De esto también parte la inspiración estética y conceptual que dio pie a una serie de metáforas visuales de esta entrega, donde vemos cómo una madre armadillo y su hijo huyen de la destrucción ocasionada por los humanos. “La elección del tatú bolita como personaje principal no fue al azar, hay una entrevista en la que Clemente asegura que este animal le recuerda a su padre”, cuenta Mathias en referencia al documental Deux, de Fernando Allen para la Fundación Cartier, de 2019.

En diciembre de 2021, un evento aparentemente aislado hizo clic en la mente de Mathias y encendió aún más el deseo de realizar el corto: “Entre Coronel Oviedo y Encarnación, donde vivo, está la ciudad de Maciel. Al pasar por ahí una tarde, vi la quema controlada de una zona donde había pinos. Entonces pensé que debía buscar la manera de contar esa realidad y, nuevamente, recordé el arte de Clemente”.

Aunque Mathias y su equipo conocieron primero el arte de Juliuz, pronto empezaron a admirar en igual medida las obras de Marcos Ortiz, dibujante del pueblo nivaclé fallecido en 2022, cuya producción también se centra en dibujos a bolígrafo en blanco y negro. Ambos trasladaban las vivencias de la fauna y flora del Chaco a su universo desde una perspectiva dotada de toques abstractos y texturas diversas.

Al respecto, el director de la primera entrega de No están solos explica que “si uno conoce el trabajo de esos artistas, nota que los personajes son en honor a Clemente, mientras que la construcción de los escenarios es un homenaje a Marcos”.

Los próximos capítulos

El primer capítulo se encuentra disponible en Kili Video y, desde la quincena de este mes de enero, también en YouTube. Aunque el proyecto inicial solo contemplaba este cortometraje, la idea consiguió apoyo de la Dirección Nacional de Protección Intelectual, de la Iniciativa Amotocodie y de Planetario Music Studio, lo cual representó un incentivo que llevó a los creativos a pensar en la posibilidad de contar más historias del Chaco. Así, se ideó una miniserie de tres capítulos autoconclusivos con diversos estilos de dibujo. Tanto la segunda entrega como la tercera ya se encuentran en desarrollo y verán la luz en el transcurso de este 2023.

En primer lugar, el director y guionista trabaja en el segundo episodio con Ronaldo Unruh, ilustrador digital del pueblo Enlhet que aportará su propio sello a la estética del metraje. Esta será la diferencia más notoria entre el estilo en blanco y negro del primer episodio y el aura más abstracta y colorida del segundo. A través de una paleta de rojos, naranjas y marrones, la historia en cuestión relatará los incendios “controlados” que, en la práctica, se salen de las manos.

En cuanto a las diferencias técnicas, Andrea Osorio, animadora del primer capítulo y directora del tercero, asegura que “en el metraje que ya está publicado se utilizó la técnica frame by frame, dibujos a mano que luego reciben movimiento. Pero el capítulo dos será en motion graphics, que utiliza una especie de marioneta digital y se juega con la profundidad de la imagen en tercera dimensión”.

Tanto la dirección como la animación del tercer capítulo de la serie estarán a cargo de Andrea Osorio, y la trama se basará en un porcentaje del pueblo ayoreo que fue extirpado de sus tierras originarias. Esta última etapa del proyecto tomará elementos del libro Hablamos porque nos escuchan, de Rosa María Quiroga con Bernardo Fischermann, que consiste en una serie de siete entrevistas a ayoreos contactados donde relatan el despojo de su territorio ancestral.

Sobre la necesidad de involucrarse

Desde la perspectiva de los realizadores, el título No están solos encierra el mensaje más potente de este material audiovisual, así como de los siguientes en desarrollo. “Queríamos que la gente buscara maneras de involucrarse y dijera ‘yo estoy acá, los pueblos indígenas del Chaco no están solos’”, asegura Mathias y nos revela que, para el avant premiere, también elaboraron una dinámica similar con los invitados.

En el lanzamiento, otorgaron a los presentes una agenda totalmente blanca con un tatú bolita acurrucado en el centro y un bolígrafo de regalo, el mismo que usaban los artistas Clemente y Marcos, de manera que quienes veían el corto podían dibujar algo que acompañara a la especie en esas páginas.

“En lo personal, creo que este trabajo no busca cambiar a alguien en una posición de poder, porque es para los jóvenes, para que nosotros transformemos una mentalidad que está instalada en el país desde hace décadas. A quienes toman las decisiones políticas no les interesa mucho la deforestación ni los desalojos, porque los causantes son las industrias de agricultura y ganadería”, asegura Mathias.

“Para saber cómo apoyar, tendríamos que informarnos acerca de cómo es la zona realmente y cómo están distribuidas las comunidades indígenas”

Andrea Osorio

Andrea, por su parte, piensa que alcanzar un cambio de mentalidad a nivel ciudadano es tan importante como hacerlo en un plano gubernamental. “Para saber cómo apoyar, tendríamos que informarnos acerca de cómo es la zona realmente y cómo están distribuidas las comunidades indígenas. Si necesitan leyes para proteger mejor sus territorios ancestrales, deben ser acordes a su visión, porque los pueblos autóctonos son quienes deben mover la vara”, asegura.

Por esta razón, para ella, si se increpa a las cúpulas de poder, debe ser para que estas den vía libre a la soberanía de las comunidades indígenas sobre sus propias tierras. “No podemos seguir atropellándolos cuando son ellos los verdaderos expertos es sus tierras ancestrales”, cierra.

La realidad tras el arte

Con el fin de adentrarse más en los temas que afectan la vida de las comunidades indígenas asentadas en el Chaco, Iniciativa Amotocodie brindó soporte bibliográfico y teórico al equipo de trabajo de Zet Studios. Según los datos proporcionados por esta organización, Paraguay tiene la tasa de deforestación más acelerada del planeta, lo cual ocurre porque diariamente son arrasadas alrededor de 800 hectáreas de bosques en la región Occidental. Esto pone en riesgo a al menos 15 pueblos indígenas de la zona, entre los que se encuentran los ayoreos en aislamiento voluntario, así como alrededor de 4000 especies de plantas, 150 de mamíferos, 120 de reptiles, 500 de aves y 100 de anfibios.

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