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Fio Galli

Mujeres inspiradoras

Todavía no llega a las cuatro décadas de vida, pero es considerada una veterana no solo en la industria de la moda, sino específicamente en el diseño de joyas. Cuando la filigrana era historia pasada, ella encontró la manera de modernizarla y revalorizarla, y encontró su nido en un público de lujo artesanal.

Fio Galli empezó su carrera en una época libre de redes sociales, donde la facilidad de la comunicación empezaba recién a desarrollarse, así que la fluidez que hoy existe para conectar con clientes no estuvo a su disposición. En vez de alianzas con influencers y campañas de Instagram, llamaba la atención a través de desfiles innovadores en plataformas como el Asunción Fashion Week.

Como hija de joyeros (es la cuarta generación de Joyería Luxor), Fio sabía que, para el público, la filigrana era algo básicamente desconocido, aburrido o desfasado, pero su interés por esta técnica era tal que decidió lanzarse de todas formas. Y ese es el mayor aprendizaje que recogió en todo este tiempo: el valor de creer en uno mismo y de dedicarse por completo al proyecto de sus sueños.

Su éxito fue tal que esta marca, con más de 15 años en el mercado, llegó a vender sus piezas en una importante plataforma de venta online. “Net-A-Porter fue mi primera experiencia de venta fuera del país, pero en ese momento sentí que desatendí mi público interno, que me importa mucho”, cuenta Fio, y agrega que por eso decidió retirarse de la tienda por el momento, para seguir atendiendo a nuestros volúmenes y posponer su expansión al exterior.

Esa decisión ejecutiva fue respaldada por sus años de aprendizaje en la joyería familiar; y aunque también es una mujer de negocios, no le gusta definirse así: “Me di cuenta de que tengo una facilidad para solucionar problemas empresariales y ocuparme de temas ejecutivos. No me definiría como una empresaria de la joyería, pero también lo soy. Como diseñadora de joyas me siento superrealizada, pero como empresaria siento que todavía me falta por aprender. Los negocios son un campo de batalla que cambia constantemente”.

Creo que las mujeres, sobre todo las emprendedoras, no dejamos nunca de trabajar ni en la casa ni fuera de ella. Nos preocupamos por los detalles y tenemos la capacidad de ver muchas cosas a la vez, el panorama completo.

Trabajo en comunidad

En la industria paraguaya de la moda se observa una presencia mayoritariamente femenina y, para Fio, existe un buen sentido de sororidad entre todas las mujeres. “Siempre me llamó la atención que los diseñadores acompañemos a nuestros propios colegas en los desfiles, así sea que hagamos los mismos productos. Como gremio, todavía no estamos tan fortalecidos, pero creo que existe un gran apoyo mutuo. Si nosotros no nos unimos para fortalecernos, lo vamos a sentir porque es un mercado tan chico, somos tan pocos, que no vale la pena trabajar por separado”, comenta.

“Creo que las mujeres, sobre todo las emprendedoras, no dejamos nunca de trabajar ni en la casa ni fuera de ella. Nos preocupamos por los detalles y tenemos la capacidad de ver muchas cosas a la vez, el panorama completo, algo que no veo en los hombres”, dice Fio. Esta reflexión viene de observar tanto a las mujeres que están a su alrededor como de una introspección hacia su propia experiencia, pues a la hora de interactuar con sus clientes, busca una visión global de quiénes son, y no solo la función del producto en el que están interesados.

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