Josefina Otero

En el nuevo eje corporativo de la ciudad, sobre la avenida Aviadores del Chaco, se sitúan los hoteles más importantes, y Josefina Otero es gerente general de dos de ellos: el Dazzler by Wyndham Asunción y el Esplendor by Wyndham Asunción. El trabajo la trajo por primera vez al país hace siete años e inicialmente no estaba en sus planes quedarse a vivir aquí. Entre idas y vueltas a su natal Buenos Aires, se ocupaba de las operaciones internacionales de la empresa hotelera Wyndham Hotels & Resorts y, en esos viajes, dio todo el soporte necesario para la apertura del Dazzler, hasta que le ofrecieron quedarse como gerente tanto de ese como del Esplendor, cuya inauguración estaba próxima.

Josefina siempre trabajó en el rubro de la hotelería; al ingresar a la facultad y desde los 18 años hizo pasantías y luego se desempeñó en distintas áreas como recepcionista, camarera, adicionista y supervisora. Su primer gerenciamiento fue en un exclusivo hotel boutique de Buenos Aires, hasta que en la cadena Wyndham asumió diferentes gerencias en Argentina. Su vasta experiencia a su joven edad da fe de su compromiso con el trabajo. “Participé de inauguraciones, de proyectos nuevos, de firma de contratos para desarrollo, de procedimientos estándares y armado de equipos de trabajo. Esta es mi primera experiencia internacional como gerente general de dos hoteles”, comparte.

Tanto el Dazzler como el Esplendor tienen sus diferencias y similitudes entre sí. En el primero, el movimiento no para y el huésped tiene todo en un solo lugar, como bares, restaurantes y eventos. El segundo, por su parte, es mucho más relajado, con un ambiente que invita a la desconexión, donde el arte marca una fuerte presencia.

En cuanto a las semejanzas, “lo que la gente ve en nosotros es la capacidad de solución de todo lo que piden. Trabajamos con muchos segmentos, desde noches de bodas hasta equipos de fútbol que concentran, grupos corporativos y bandas musicales”, nos detalla la gerente, a lo que agrega: “Para todo hay una temática, una producción diferente y esa flexibilidad que tenemos de acomodarnos a distintos segmentos tiene mucho que ver, junto con un servicio humanizado. Trabajamos con personas para personas”, profundiza.

Como gerente de estos dos establecimientos, se especializa en armar equipos autónomos y eficientes. Desde 2017, ambos están catalogados como Great Place To Work; esa cultura laboral de garantizar el buen ambiente se traduce en una atención superior para el huésped.

Entre sus responsabilidades también se encuentran supervisar no solo los números sino también los nuevos proyectos, la comunicación, el marketing, las ventas, las operaciones —para que los establecimientos se mantengan vigentes en cuanto a mantenimiento, equipamientos y renovaciones—, los eventos, los lanzamientos y la incorporación de prácticas de sustentabilidad con un fuerte compromiso. Cada área tiene diferentes proyectos y objetivos a lo largo del año, y Josefina les brinda las herramientas y el apoyo desde su lugar para que crezcan. Y como aconteció con ella, busca favorecer el desarrollo interno: “Estoy en una empresa que me dio la oportunidad, entonces trato de hacer honor a ello”, dice al referirse a promover a los mejores talentos. Una cualidad que destaca en Josefina es la creatividad para sobrellevar los desafíos, “siempre acompañada de mi equipo de trabajo, nunca sola”, agrega.

Todo lo que emprendo, trato de hacerlo con propósito, con objetivos mayores a nosotros mismos

Josefina además es presidenta de la Asociación Industrial Hotelera del Paraguay (AIHPY). Asumió un rol más activo hace cuatro años, cuando conformó la comisión directiva y luego se desempeñó como vicepresidente hasta su puesto actual. Este ente busca generar políticas que beneficien al sector para que se desarrolle, así como la promoción del destino y la buena comunicación y sinergia entre el sector privado y el público.

La responsabilidad social es un pilar muy fuerte en este gremio, que reúne a empresarios hoteleros nacionales e internacionales. Y es que la AIHPY se ocupó de pintar el Colegio Nacional EMD Santísima Trinidad, que es uno de los pocos que cuentan con la tecnicatura en hotelería. “Con donaciones de los socios, en un aula armamos un laboratorio como si fuese una habitación de hotel para que los chicos hagan sus prácticas y, recientemente, pintamos toda la institución para el regreso a clases”, agrega. Esto se suma a otras acciones como la donación de sábanas y toallas a diferentes hospitales, algo que Josefina hizo primero en sus hoteles y luego llevó a la asociación para que aborde a todo el sector.

Desde los espacios de liderazgo en los que está, Josefina busca generar un impacto en la sociedad. “Todo lo que emprendo, trato de hacerlo con propósito, con objetivos mayores a nosotros mismos o las empresas en las que estamos. Busco que haya impacto en la comunidad en que trabajamos y en los equipos humanos, en la ciudad y en el país, con medidas sustentables. Trabajar con un propósito mayor a mi tarea me alimenta, me motiva, me desafía y me hace crecer”, manifiesta.

Tanto en el Dazzler como en el Esplendor, el equipo está conformado mayormente por mujeres. Josefina hace hincapié en que la empresa apuesta por la equidad de género, algo que considera va tomando cada vez más relevancia pero, así también, queda mucho por delante. Por ejemplo, “aún hay que conseguir mejores beneficios entre la maternidad y el mundo laboral, un gran trabajo entre el Estado y el sector privado”, ahonda.

Cree que el sector femenino no debe verse impactado negativamente por la maternidad, sino buscar una conciliación real donde los dos aspectos convivan y nos den también la libertad de hacer equilibradamente ambas cosas: “Lo bueno es que la conversación ya está instalada. Hace muchos años en el mundo corporativo se veía a la mujer en desventaja por querer ser madre, por tomarse la licencia por maternidad, y hoy se tiene otra visión sobre eso”. Por ello, desde el rol que le toca, trabaja en beneficios específicos para que las mujeres y madres se sientan apoyadas en este doble rol que les toca.