Aprendiendo a manejar las finanzas personales
Una guía rápida para jóvenes
Esta guía tiene el objetivo de facilitar herramientas y prácticas que ayuden a un mejor manejo de recursos y, al mismo, pensar en el futuro sin descuidar el presente.
Si bien la pandemia afectó a todos los sectores, rubros y personas, de alguna u otra manera, la generación millennials es una de las que menos tiene acumulación de bienes y riqueza, así como seguridad y estabilidad económica.
Por estas razones, la educación y planificación financiera se vuelve totalmente crucial, si estás en una franja entre los 20 y 30 años, estás queriendo independizarte, o ya lo hiciste y necesitás una mano con la organización mensual de tus gastos, entonces esta guía es para vos.
Hacete de tiempo para tus finanzas. Organizar todo lo que implica las finanzas de un solo mes lleva tiempo, dedicación y atención. Lo ideal es que una vez a la semana te hagas de tiempo para sentarte y revisar los gastos que tuviste, controlar si estás manteniéndote en presupuesto, etc. También es importante que calcules el dinero disponible que tendrás en el mes, ya restándole todos los pasivos (préstamos, créditos, etc.).
Reorganizar las prioridades de gastos. Si en este periodo sufriste la pérdida de un ingreso, hacé un chequeo minucioso de todos los gastos que realizás, los fijos y los esporádicos, para ver qué podés reducir de esa lista. Se trata de simplificar, y darle una prioridad vital a los gastos fijos, como el pago del agua, electricidad, wifi, alquiler, comida y deudas; y así conseguir alivianar tus compromisos financieros, pero manteniéndote al día con tus responsabilidades.
Suprimir deudas. Una de las maneras que tenemos de adquirir lo que necesitamos es recurrir a la deuda; sin embargo, hay que tener ciertas consideraciones acerca de nuestras elecciones para endeudarnos. Poseer una deuda implica un gran compromiso, por lo que está bueno aprovechar un aumento de sueldo, bonos, aguinaldos, o un nuevo ingreso para ir finiquitando las deudas.
Contá con un fondo de emergencia. Más que nunca, ahora es un buen momento, estemos en pandemia o no, para iniciar un ahorro de emergencia. La idea es que con el tiempo puedas armar un fondo que te proteja y te ayude ante cualquier eventualidad; no es necesario que lo inicies con un monto grande, sino que puedas aportar un poco, por más mínimo que sea, todos los meses, como un compromiso para vos y el futuro.
Armá un presupuesto que se adecue a vos. Si notás que todos los meses te falta dinero, o que no estás muy atento a dónde realmente se va la plata que ganás, es momento de planificar y deshacerte de los “gastos hormiga”, aquellos gastos innecesarios y no muy visibles que terminan afectando tu liquidez. La mejor forma de no perder de vista nada es anotando todo, o recurrir a alguna app que sirva para armar tu presupuesto del mes. Una vez que tengas de manera concisa cuáles son tus gastos, podrás eliminar o prescindir de aquellos que consideres no muy necesarios. No te olvides de dejar algo para tu ahorro.
Poné un freno a tus tarjetas de crédito. La idea de tener una tarjeta de crédito es facilitar los pagos para adquirir productos o servicios que de otra forma no podrías. Pero es un arma de doble filo, está el tema de los pagos mínimos, los intereses que puede llegar a generar una tarjeta, que más que ayudarte puede terminar endeudándote por un periodo largo de tiempo. Pensá bien y en frío la próxima vez que te sientas tentado a utilizar tu tarjeta; sin duda, hay formas muy inteligentes de utilizar esta herramienta, pero lo mejor es siempre tener la menor cantidad de deuda posible.