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Jazmín Gustale Gill

Decididas y visionarias: Una apuesta al futuro

Estudió Economía y Derecho, por lo cual dedicó gran parte de su vida al desarrollo de políticas económicas y sociales en nuestro país. Pero tras especializarse en la Universidad de Stanford, volvió con renovadas ideas sobre la ciencia del conocimiento. Fue así como Jazmín Gustale Gill cofundó IThink Venture Capital, con el propósito de impulsar a los jóvenes en el desarrollo de startups y ecosistemas de innovación.

Jazmín Gustale Gill se desenvolvió por 12 años en el sector público, en diferentes oficinas estatales, como en el Banco Central del Paraguay y el Ministerio de Hacienda. Incluso fue nombrada viceministra de Crecimiento Económico Inclusivo en la Secretaría Técnica de Planificación, entre muchas otras responsabilidades. “Siempre me tocó estar al lado de personas muy influyentes y ver cómo las políticas públicas impactan en mucha gente al mismo tiempo”, confiesa.

Una beca para estudiar en la prestigiosa Universidad de Stanford le permitió ver el mundo con otros ojos y conocer más a fondo los ecosistemas de innovación, las economías del conocimiento y las startups. Así, temas como falta de educación o de salud pueden ser solucionados a través de la tecnología.

Lo más importante para ella es su familia. Jazmín es madre de cuatro niños, de 10, ocho, cinco y dos años. Son estos pequeños y su esposo quienes le dan la motivación y la energía suficientes para cumplir con lo que se propone, como contribuir a la creación de una nueva industria en el país.

Fue en el reposo por maternidad de su segundo bebé cuando leyó en un libro la frase “nunca es muy tarde”. Esto la armó de valor para tomar la gran decisión de aplicar a la Becal y hacer una maestría en California, aunque ya estaba casada y tenía una familia. “Y realmente esta experiencia fue como la semilla que me permitió ver el mundo, conocer esta industria y traerla a Paraguay”, recuerda.

Al volver de la universidad, asumió como viceministra de Planificación y le tocó proyectar cómo serían los siguientes años de Paraguay, con planes enfocados en la tecnología, la innovación y la agenda digital. Uno de esos fue Proinnova, que tenía el objetivo de ayudar a que más jóvenes paraguayos accedan a ese capital semilla y armen sus propias startups o compañías de base tecnológica.

Jazmín se toma un momento para explicarnos que hay dos tipos de emprendedurismo: a uno se le llama “por necesidad” y otro es denominado “por oportunidad”. “El primero se da cuando vos emprendés porque necesitás ganar dinero y, el otro, cuando notás un problema a resolver y tenés las metodologías y la tecnología que hacen falta para resolverlo. Junto con todo un equipo, queríamos incentivar al emprendedurismo por oportunidad”, nos detalla.

La vida del emprendedor dinámico, como se los conoce a los de base tecnológica, tiene varios momentos. La primera parte abarca la concepción de la idea y después llega la preincubación. A esta le sigue la incubación propiamente dicha, donde se consiguen los primeros clientes y se va armando el modelo de negocio. Así se da paso a la etapa de la aceleración y después vienen los fondos de capital, que son las personas que invierten en el proyecto cuando ya está más maduro.

Muchas veces somos más creativos o estamos muy en contacto con los problemas. Sabemos realmente lo que queremos resolver, pero hay un faltante de capital para que ese emprendimiento surja

“Con todo lo que logramos acá en Paraguay nos llegaron invitaciones para ser jurados en eventos de otros países, donde los emprendedores cuentan qué van a hacer. Ahí me di cuenta realmente del talento de los paraguayos. Lo que proponían a la hora de obtener su capital semilla era realmente muy innovador, más integral y complementario de lo que ofrecían otros de la región”, nos relata Jazmín y, en su opinión, esto se debe a que “muchas veces somos más creativos o estamos muy en contacto con los problemas. Sabemos realmente lo que queremos resolver, pero hay un faltante de capital para que ese emprendimiento surja”.

En algunos concursos de innovación, el premio es un monto destinado para el capital semilla y, después de eso —al retornar al paso a paso citado más arriba—, generalmente vienen fondos de venture capital o de capital emprendedor. De estos había demasiado pocos en el Paraguay. Este hecho la convenció del todo a apartarse de la función pública y emprender su propio camino.

En julio de 2021, Jazmín entabló sociedad con Juan Cruz Valdez, con quien tiene una experiencia totalmente complementaria: “Él venía invirtiendo en startups, entonces también lo invitaban como jurado de las competencias que hacíamos. Como ya estábamos hablando sobre este tema en cuestión, decidimos armar un fondo que se llama IThink Venture Capital para invertir en compañías de base tecnológica que se encuentran en países poco representados, como Paraguay, pero así también Ecuador, Perú, Bolivia y Uruguay”.

Lavca, que por sus siglas en inglés es la Asociación para la Inversión de Capital Privado en América Latina, le otorgó a finales del año pasado el reconocimiento de Top Women Investors In Latin American Tech por su labor en esta industria. Tras la creación de IThink Venture Capital, la profesional se destacó tanto por este enfoque, como por conformar el primer fondo institucional que invierte desde Paraguay en toda Latinoamérica.

“Otra cosa que notamos es que nuestro país estaba trabajando de forma muy aislada. Una frase que me gusta mucho dice ‘piensa globalmente, actúa localmente’. Tenemos que fijarnos en lo que ya hicieron otras naciones, qué funcionó en esos lugares y qué no, a dónde podríamos llegar nosotros, cómo sería esta industria acá, cómo podemos lograr un desarrollo en el ecosistema de innovación”, detalla nuestra entrevistada.

Jazmín también nos cuenta que en IThink buscan emprendedores que estén solucionando un problema real y tangible en Latinoamérica a través de la tecnología en áreas como falta de empleo, finanzas, temas médicos, problemáticas relacionadas con la educación, movilidad y logística, agro y alimentos, y nuevas formas de trabajo.

Para ponernos en contexto, la especialista nos comparte lo que dice la teoría y la práctica convencionales detrás de estas propuestas: que un país que produce materia prima, como el nuestro, tiene que industrializarla, y luego viene la economía del conocimiento, donde pueden surgir empresas tecnológicas y habrá más científicos.

“Hoy en día, gracias a que la tecnología está en todas partes y mediante sus avances, eso cambió. Lo nuevo que había estudiado en la universidad es conocido como ‘el salto de rana’, que dice que un país puede pasar de ser exportador de materia prima a ser exportador de conocimiento, y pasar por alto toda la parte de industrialización. Esos mismos jóvenes serán capaces de armar su compañía tecnológica. En este presente y el futuro no hay fronteras”.

LAS MUJERES EN ESTA INDUSTRIA

Al consultarle a Jazmín sobre cómo ve la participación de las mujeres en este sector, incluso desde su propia experiencia al incursionar en capital emprendedor, ella nos contesta que la participación de sus congéneres va en aumento. “En esta región, del total de inversores o de personas que gestionan fondos así como el nuestro, hay una mayor cantidad femenina. Y cabe destacar que es muy importante el hecho de tener inversoras, porque está más que estudiado que nosotras hacemos más con menos, optimizamos mejor los recursos y les damos sostenibilidad a los proyectos”, afirma.

Para mí es muy importante esto: actuar localmente desde Paraguay, para tener un impacto positivo en nuestro país, pero con un pensamiento a nivel global

Es así como podemos concluir que, cuando una mujer participa en un proyecto de inversión, este tiende a durar más y a ser más sostenible y exitoso. El tercer punto, y quizás lo más importante, es que “las inversoras vuelven a invertir en emprendedoras”, añade Jazmín. “Justamente, en Paraguay, diría que las tres personas más influyentes en esta industria somos mujeres: Vivianne Bernardes-Cibils, Gabriela Cibils y yo también. Juntas conformamos la dirección de la Asociación Paraguaya de Venture Capital, también llamada Parcapy”, detalla.

Para finalizar, Jazmín hace hincapié en que “los fondos están. Queremos más startups paraguayas que estén listas para recibir inversiones y, sobre todo, a la hora de emprender, que se fijen cuáles son esos dolores que tenemos todos en común y cómo yo puedo resolverlos. Para mí es muy importante esto: actuar localmente desde Paraguay, para tener un impacto positivo en nuestro país, pero siempre con un pensamiento a nivel global. No solo dentro de nuestros 406.752 km² vamos a tener la respuesta”.

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