Buscando certezas
La relación entre terapias hormonales y cáncer de mama
Tuvimos el placer de intercambiar palabras con el médico chileno Carlos Rencoret, ginecólogo especializado en oncología mamaria con 27 años de experiencia, quien visitó el país para dar una conferencia acerca de las terapias hormonales y el cáncer de mama. High Class aprovechó para indagar más acerca de este delicado tema.
En el contexto de este mes, que enmarca al Día Internacional de Lucha contra el Cáncer de Mama, esta entrevista arroja luz sobre un mito alrededor de esta enfermedad y las terapias hormonales realizadas durante la menopausia, así como los mecanismos de salud pública en Chile, en Europa y en Paraguay.
Estuvo en el país como invitado de la Sociedad Latinoamericana de Climaterio para hablar sobre las terapias hormonales y el cáncer de mama. El Dr. Rencoret asegura que hay una relación bastante interesante entre hormonas y mamas, por lo que es un tema que estuvo desarrollando en los últimos años, además de la oncología.
Un mito que persiste
Hace 17 años se publicó un artículo que tuvo mucho peso a nivel mundial, el Women’s Health Institute (WHI) divulgó un estudio en el cual aseguraban que el uso de las terapias de reemplazo hormonal (TRH) durante la menopausia, incrementaba el riesgo de cáncer de mama; causando revuelo y temor entre expertos y la población femenina. Pero con el paso del tiempo, la evidencia científica demostró que estas terapias no son solamente efectivas, sino también seguras.
En su momento, aquella divulgación del WHI fue un evento de gran trascendencia. “Eso fue impactante, muy fuerte. Produjo una respuesta médica, de los pacientes y [también] mediática demasiado enorme, incluso sobredimensionada a la real importancia del documento, del dato, que se analizó en el momento y provocó entonces que muchas mujeres que estaban en edad de climaterio abandonaran los tratamientos por el temor a desarrollar cáncer de mama”, cuenta el especialista.
Según Rencoret, actualmente esa relación está claramente comprobada como incorrecta. “Nos ha costado muchísimo a nosotros como ginecólogos modificar esta conducta, así como en otros médicos, pacientes y medios de comunicación, en cuanto al gran error que hemos cometido con nuestras mujeres, evitando que reciban un tratamiento importante para su calidad de vida”, reflexiona. No obstante, medios periodísticos aún reportan acerca de esta relación.
Este año, el diario El País de España, publicó un artículo acerca de cómo estas terapias están asociadas a un mayor riesgo de cáncer de mama, con base en un estudio realizado por la Universidad de Oxford. Sin embargo, en el mismo reportaje está el comentario comparativo de la oncóloga Joanne Kotsopoulos, de la Universidad de Toronto, Canadá: “Quizá la preocupación por el cáncer de mama ha privado a millones de mujeres de un remedio efectivo para algunos de los síntomas de la menopausia. Es importante conocer el riesgo real de cáncer si las mujeres están sufriendo las consecuencias de evitar la terapia hormonal para la menopausia”.
En palabras del Dr. Rencoret, los datos actuales demuestran que esta relación entre los tratamientos de hormonas en la menopausia y el cáncer de mama es casi nulo; el impacto se ve en sus múltiples beneficios: los efectos positivos a nivel piel, mejor calidad en toda la zona genital; “la aparición de síntomas que provocan el climaterio muy frecuentemente (sofocos, sudoración nocturna) acompañan el periodo de ausencia de menstruación por menopausia, y son corregidos con estos tratamientos”.
Otros beneficios son los relacionados a la reducción de enfermedades cardiovasculares, enfermedades óseas y deterioro cerebral. “Las mujeres que se quedan sin hormonas a partir de los 50 años corren un mayor riesgo de desarrollar enfermedades de alta importancia, como osteoporosis, enfermedades cardiovasculares e infartos, mucho más frecuentemente que las que usan tratamientos; y al mismo tiempo, está demostrada la protección que tiene a nivel cerebral la presencia de estrógenos en la mujer más allá de la etapa de climaterio”, enfatiza Rencoret.
Un problema global
Según la Organización Mundial de la Salud, el cáncer es la principal causa de muerte en todo el mundo. En Paraguay, el cáncer de mama sigue siendo la primera causa de mortalidad en cáncer femenino. Es una enfermedad que se da más frecuentemente en mujeres mayores, según explica el Dr. Rencoret: una de cada seis mujeres enfermas de cáncer lo desarrollaron antes de los 50 años; el resto, después. Por eso es importante hablar del tema de la asociación entre edad y cáncer de mama ya que, a más edad, mayor es la posibilidad de desarrollarlo.
Si hablamos de mecanismos de prevención en América Latina, hablamos también de carencias. “Ningún país de la región hace lo que se llama screening mamario, que es el control habitual, periódico y organizado que se hace en países más desarrollados, especialmente en Europa. Tienen programas nacionales de mamografías estructuradas de manera anual o bianual, con un estándar alto de trabajo que permite que todas las mujeres estén controlándose permanentemente”, agrega. El desarrollo de este tipo de programas conlleva muchas cosas: presupuesto, personal capacitado, educación; pero aún estamos lejos de esta realidad.
Chile posee un Programa Nacional de Cáncer de Mama que se aplica a los centros de salud públicos y privados, que cuenta con muchas ventajas porque garantiza a los pacientes con cáncer un tratamiento oportuno y adecuado con todas las terapias que actualmente están aprobadas a nivel mundial. Si bien es algo relativamente nuevo, según el Dr. Rencoret este sigue siendo un programa nacional que permite el buen manejo de la oncología, específicamente de la oncología mamaria, y puede ser perfectamente replicable en nuestro país.
Con respecto a Paraguay, conversamos con la Dra. Marina Ortega, jefa del Programa Nacional de Prevención, Detección Precoz y Tratamiento del Cáncer de Cuello Uterino y Mama. Para el programa es prioridad la descentralización de los servicios médicos públicos. “La prevención no solo radica en la mastología, ahí es donde acudimos para un diagnóstico y posterior tratamiento, ya que la mujer debe hacerse sus controles anuales”, explica Ortega.
La doctora también comenta acerca de la necesidad de seguir aumentando el número de mastólogos y ubicarlos en los centros correspondientes en los cuales realmente cumplirán una función de ayuda a la ciudadanía. Las acciones que están llevando a cabo desde el programa de prevención son corroborar que los servicios pongan en marcha las unidades de mastología, que funcionen los mamógrafos y que no falten los insumos. “Estamos monitoreando si están cubiertas las áreas, tanto en servicio de ginecología como de mastología”, agrega la profesional.
Ortega hace hincapié en que los estudios se pueden realizar todo el año, no solamente en octubre. “No esperemos al último momento, todo el año los servicios funcionan. Estamos pendientes de que todo realmente esté en marcha y que la distribución sea equitativa de acuerdo a la población y al rango etario”, señala la titular del programa estatal.
El pasado 26 de septiembre se lanzó la campaña “Cuidate: Regalate vida con el control anual”, de lucha y prevención del cáncer de mama, impulsada por el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social. Esta campaña abarca diversas actividades, a ser publicadas en los portales oficiales de la entidad nacional.
*Esta nota se publicó en la edición de octubre de 2019 de la revista High Class.