Runway moments
Lo mejor del segundo día de la Semana de la Alta Costura
Luego del impactante -y viral- desfile de Schiaparelli en su primera jornada, Chanel, Alexandre Vauthier y Armani Privé deslumbraron ayer en la pasarela de la Semana de la Alta Costura en París con propuestas tan sofisticadas como extravagantes. Te mostramos los momentos y looks más resaltantes de esta segunda fecha.
El bestiario de Chanel
Desde la decoración hasta su última pasada, el show que brindó la casa de moda francesa fue una experiencia deliciosa. Dentro del Gran Palais Ephémère, la ambientación para la pasarela corrió a cuenta del artista Xavier Veihan, quien ya colaboró en varias ocasiones con Virginie Viard, la sucesora de Karl Lagerfeld en la dirección de arte de Chanel. La deco estaba estrechamente enlazada con los diseños admirados en pasarela. Vestidas con la colección de Alta Costura Primavera-Verano de la maison, las modelos se desplazaban entre figuras gigantes de caballos, elefantes, aves, sombreros de copa y mucho más.
Sucede que Virginie busca lograr un diálogo entre sus diseños y la decoración de su íntimo colaborador Veihan, con suits y vestidos que no solo incluyen mucho brillo, sino texturas y estampas que recuerdan sutilmente al reino animal. Además, parte del concepto mismo de Viard se encuentran en las majorettes (participantes femeninas de un desfile con trajes militares).
Figuras y formas de Alexandre Vauthier
El diseñador francés también presentó su colección de Alta Costura Primavera-Verano para este 2023, con el protagonismo de las siluetas estructuradas XL. El maximalismo no faltó en ninguna de sus pasadas, con detalles llamativos como brillos, lentejuelas, maxihombreras y guantes con mangas abullonadas.
Para esta serie, el creativo se decantó por las pieles sintéticas con una paleta que va entre el negro y los matices ácidos y verde botella. Para la elección del material, el diseñador se basó en la tendencia de hacer viajes al norte para alejarse de la multitud. “Vivimos en una encrucijada que crea tiempos de ansiedad, así que con esta colección realmente quería jugar y mostrar algo muy fuerte, con colores radicales”, fueron las palabras del diseñador según Vogue.
Un cuadro de Armani Privé
El broche de oro del segundo día estuvo a cargo de Armani Privé, con una propuesta inspirada en el Arlequín de Pablo Picasso, bautizada como Rondò Armaniano. Esta línea del diseñador italiano Giorgio Armani representa una fantasía luminosa en la que buscó una danza entre las prendas y su brillo.
Inspiradas en el estilo interiorista de los palazzos venecianos, cada pieza se adhiere a las extraordinarias posibilidades de su color para crear efectos visuales únicos en el espectador. Además, los destellos diamantados de cada uno de sus 77 looks se multiplicaban con el paso de las modelos, donde un sueño de luz se convierte en realidad (y en moda).