Let it Punk
El legado de Vivianne Westwood
El 2022 terminó y se llevó consigo a Vivienne Westwood. Vanguardista y adelantada a su época, nació en el año 1941 y no solo fue una de las diseñadoras más influyentes, sino una verdadera leyenda que convirtió al punk en moda y llevó la rebeldía a las pasarelas. En las siguientes páginas, hacemos un breve repaso por su estilo, activismo y el legado que deja.
Muchos la recuerdan por reinterpretar y apropiarse de varios símbolos del Reino Unido, como la bandera, el mítico tartán escocés o sus kilts; otros, por su activismo y su cabello a veces naranja o decolorado. Lo claro es que fue una de las figuras más reconocibles de la moda británica y tras toda una vida dedicada a ella, falleció en Londres a los 81 años.
Era una joven como cualquier otra. Estudió joyería en la Escuela de Artes de Harrow, pero lo dejó porque, como diría más tarde, “no sabía cómo una chica de clase trabajadora como ella podría meterse en ese mundo”. Tras esto, se convirtió en profesora de educación primaria. Su apellido paterno era Swire y en 1962 se casó con Derek Westwood. Sin embargo, con el tiempo se dio cuenta de que esa no era la vida que quería.
Un día conoció a Malcolm McLaren y se convirtió en su pareja sentimental y dupla creativa. Juntos abrieron su primera tienda, que se llamó Let it Rock. El inicio de los 70 también marcó el principio de su carrera. En ese espacio vendían piezas inspiradas en la creciente cultura del rock, prendas vintage e intervenidas por ella misma con sus primeros diseños. Luego renombraron su local como Too Fast To Live Too Young To Die, que finalmente cerrarían para abrir SEX, que se enfocaba en prendas inspiradas en motociclistas, fetichistas leather y bondage, además de camisetas con diseños y mensajes.
En esa época, McLaren se hizo manager de la conocida banda Sex Pistols, caracterizada por su espíritu anárquico que iba contra lo establecido. La esencia estaba presente; aun así, Westwood sentía que faltaba algo. El grupo muy pronto comenzó a llevar atuendos intervenidos por ella. Así, se veían hojas de afeitar como joyería, cadenas, candados, tartanes, remaches, tachas, biker jackets grafiteadas y más, que se hicieron muy populares. Vivienne fue una de las creadoras de la moda punk.
Ese mensaje lo llevó también al maquillaje, el peinado y los gráficos revolucionarios que contradecían al gobierno. Lo que Vivienne no sabía era que esa estética llegaría más allá de una agrupación y sería parte de así uno de los movimientos contraculturales más fuertes. “No existía el punk antes de Malcolm y de mí”, dijo años más tarde en su autobiografía. “Otra cosa que también debes saber sobre el punk: fue un estallido total”.
Desde 1980 hasta hoy, aquella primera boutique londinense lleva el nombre de World’s End y continúa en la misma dirección: 430 de King’s Road. Con la moda como plataforma para hacer declaraciones políticas y la confección de prendas por medio de técnicas no convencionales, en su momento fue una especie de meca para los jóvenes, que hallaban en la ropa diseñada por Westwood un referente estético revolucionario.
Una nueva era
Desde el principio, Westwood apostó por la provocación y la transgresión, por lo que sus piezas y posteriores colecciones y desfiles siempre fueron un reclamo tanto para el público como para la prensa. Ella iba en contra de todo lo que había establecido en la industria; su discurso era escéptico, irreverente y andrógino, algo desconocido y novedoso en aquella época. De hecho, fue una pionera del genderless. Le dio a la moda una expresión propia que no se había visto hasta ese momento y no tardó en ganarse su propio espacio en el panorama mundial.
Para 1981, todavía con McLaren, presentó su primera colección, llamada Pirate, con intención de atraer compradores internacionales. Pocos años después, Westwood puso fin a su relación y a su colaboración empresarial con Malcolm y fue entonces cuando decidió lanzarse a diseñar en solitario bajo el nombre de Vivienne Westwood. Cabe destacar que su trabajo ya contaba con una gran repercusión en Reino Unido.
Si hubo una alianza imprescindible en su vida fue sin duda la música. En sus diseños, empleaba referencias históricas; las siluetas sofisticadas pero con aires rebeldes también formaron parte de una estética que pronto fue conocida como New Romantics, en línea con el subgénero musical que se manifestó en ese entonces. En la moda, acudió al exceso del pasado en periodo de crisis como forma de evasión. Lazos, volados, colores pastel, siluetas holgadas, tejidos ligeros, vestidos caídos y la lista podría seguir. Experimentó con diseños y se burló de los estratos altos. Parodió las rígidas siluetas de 1700 y 1800. Su carrera cuenta con muchas colecciones icónicas. Una de ellas es Mini Crini (1985), cuando ya era conocida por tomar detalles de trajes históricos y se lanzó con vestidos inspirados en los más conservadores del siglo XVII, pero con ajustes sensuales. Esta mezcla de la crinolina —o miriñaque, como conoce por aquí— como representación de la sumisión de la mujer, pero con minifalda, fue un ícono de la liberación femenina y reflejó esa ruptura con lo establecido.
Otra serie que se recuerda hasta hoy es Harris Tweed (1987), que revivió el uso en la moda del tejido escocés hecho de pura lana por artesanos expertos, y llevó a otros diseñadores a emplearla también en sus colecciones. Ya en la era de las supermodelos, Anglomania (1994) causó revuelo. Y es que en esta presentación se dio uno de los momentos más memorables de la industria: la pasada en la que Naomi Campbell se cayó cuando llevaba unas enormes plataformas.
Dama de la costura
De vestir la icónica camiseta de los Sex Pistols con el lema God Save The Queen en su juventud, pasó a conocer en 1992 a la reina Isabel II y fue honrada con la Orden del Imperio Británico. En 2006 fue nombrada con el título honorífico de Dama, de la mano del entonces príncipe Carlos.
Y es que Vivienne transformó lo rudo del punk en algo chic y elegante. No perdió su rasgo poco convencional cuando se pasó al mundo de los desfiles y las colecciones prêt-à-porter. Precisamente eso la convirtió en una de las diseñadoras más distintivas de la industria.
Su obra inspiró a otros colegas y su trayectoria fue homenajeada por diversos museos del mundo, como la National Gallery of Australia, en Canberra, o el Victoria & Albert Museum. Construyó un miniimperio, abrió más boutiques y diseñó vestidos de novia, zapatos, medias, corbatas, prendas de punto, cosméticos y perfumes. Actualmente hay piezas suyas que toda it girl desea, como la cartera corazón en rojo y el choker de perlas veganas con el emblema de su marca como broche en el centro.
Además de su trabajo como diseñadora, Westwood fue activista en varias causas sociales y políticas, como la campaña en apoyo al fundador de WikiLeaks, Julian Assange. El medioambiente fue su ferviente lucha. Sus creaciones siempre guardaron guiños que fueron más allá de lo punk y lo histórico. Por ejemplo, en 2001 dejó más que clara su apuesta por la sostenibilidad con su colección Wild Beauty, confeccionada a partir de la reutilización de materiales ya existentes o sostenibles. El legado de la icónica Vivienne seguirá vivo gracias a su marido, Andreas Kronthaler, que se mantuvo junto a ella al frente de su firma por muchos años. “Hemos trabajado hasta el final y me enseñó mucho para ponerme manos a la obra y continuar creando”, afirmó él tras darse a conocer el fallecimiento de la irreverente diseñadora que no dejó a nadie indiferente.
HOMENAJE EN LA PANTALLA
Incluso uno de los momentos fashionistas más recordados en una película llevó su impronta. Y sí, estamos hablando del vestido de novia de Carrie Bradshaw en la primera entrega de Sex And The City (2008). Por supuesto, no podemos dejar de mencionar el homenaje a su legado en la película Cruella (2021), donde muchos de los looks tienen esta esencia punk. Así también, a mediados del 2022 la historia del grupo Sex Pistols llegó a las plataformas de streaming con la miniserie Pistol y, en ella, vemos a la actriz Talulah Riley como Vivienne Westwood, quien nos da una muestra de cómo marcó historia en aquel entonces.