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La nueva noche asuncena

Cuatro bares para disfrutar el verano

Cuando el abrasador sol se pone, los bares asuncenos se convierten en narradores de historias. Al volver de las vacaciones a la capital, el verano se sigue escribiendo en cada encuentro con amigos. Desde High Class, te proponemos este recorrido por los locales más novedosos de la temporada para compartir, disfrutar y crear recuerdos.

Urbano, sofisticado y local

La inmejorable vista del barrio Mariscal es el corazón y la esencia de Distrito. El ambiente distendido de este bar, tan relajado como sofisticado, se mezcla con los sabores locales de la carta y el tono urbano de sus clásicos tragos.

La sensación acogedora de su ambiente se acentúa por la musicalización chill house, con un ritmo relajado que no deja de ser apacible, para invitar a desprenderse de los problemas de la semana y arrojarse a una conversación con el otro.

Uno de sus platos estrella es la tapa cuadril asada a las brasas sobre una original y deliciosa cama de crema de chipa guasu. No se queda atrás la explosión de sabores agridulces que propone la costilla de cerdo caramelizada con una salsa teriyaki especial, acompañada por notas de naranja y murucuyá. Otra recomendación es la versión de la casa de los arancini rellenos de salmón ahumado, que incorpora un toque de los sabores orientales del sushi.

Los amantes de los tragos dulces pueden comenzar con la Aloja, que combina gin, almíbar de miel de caña y un toque aromático de romero que va de la mano con el guiño cítrico del limón. El Moulin Rouge es la siguiente opción, con su dejo semidulce, suavemente amaderado pero igual de refrescante. Está hecho con jugo de sandía y almíbar de cerveza.

Para quienes deseen cortar con el dulce, Sunset Vibes, levemente más amargo y cítrico, es un deleite de sabores por su combinación de almíbar de Campari, gin y una reducción de pomelo rosa con tomillo. Los amantes de las bebidas fuertes pueden decantarse por un Manhattan, hecho a partir de bourbon y vermú rojo, con cerezas y bitter Angostura.

¿Dónde?
Terraza del Hub Hotel Asunción. Dr. Juan Eulogio Estigarribia esq. Teniente Zotti.
¿Cuándo?
Lunes a jueves de 18.00 a 1.00.
Viernes a sábados de 18.00 a 2.00.

Retrofuturismo con onda

Colombo es un espíritu festivo y libre que recorrió el mundo para traer la fiesta a Asunción. Casa Colombo se materializa en esa figura ficticia, irreverente y apasionada en iguales dosis. La historia fantástica detrás del bar nos cuenta que el personaje vivió sus 20 años en la colorida década de los 60. Luego de su recorrido de experiencias y culturas, volvió a Paraguay para asentarse en una construcción que le encargó al mismísimo Carlos Colombino.

La deco de este hogar envuelve a las personas con un aire retrofuturista, lleno de cámaras, televisores, ojos y estática, que nos recuerda al Big Brother de George Orwell, idea de moda en su época. Los colores no faltan y las paredes están vestidas de retratos que Colombo, personaje en torno al que se creó el bar, encargó a los mejores artistas de su tiempo.

Una parte de la narrativa se escribe en su propuesta gastronómica, que muestra la riqueza de culturas que este personaje trae a Asunción. Si sos un amante de la milanesa, el Schnitzel Sandwich, que consiste en una mila de lomito o de pollo con pan de pretzel, es para vos. Otro de los más pedidos de la casa es el Pita César, con un mix de verdes, parmesano, tomates cherry asados y panceta crocante. Ojo, las porciones son bastante generosas.

Una peculiaridad de Colombo es que tanto la barra de tragos de autor como la dedicada a las bebidas tradicionales agregan glitter comestible a los preparados. Por eso y más, siempre son las estrellas de la noche. En primer lugar, te recomendamos probar el sabor dulce y frutal de la Mandarina Frenética, una bebida hecha a partir de fernet con syrup de mandarina y mermelada de murucuyá. Si luego querés animarte a un sabor un poco más fuerte, podés optar por el Euphoria Rosé, una colorida copa de gin con prosecco, frutos rojos, espumante y ahumado de canela.

¿Dónde?
Lillo, 1245 entre Malutín y Senador Long.
¿Cuándo?
Lunes a viernes desde las 18.00.
Sábados y domingos desde las 20.00.

La fábrica de emociones

La esencia de Rogelio solo puede definirse con dos palabras: estilo y diversión. La ambientación muestra una amalgama entre su estructura industrial bien conservada, inspirada en la antigua fábrica de alambres Rogelio Rosso e Hijos, y una sofisticada decoración con la firma indeleble de la modernidad. ¿Su toque especial? Sin dudas, el juego de luces que perfecciona cada detalle de la atmósfera.

Para mayores de 25 años, este bar sofisticado y único en su especie cuida que la ambientación musical, en primer lugar, no se despegue del concepto y, además, acompañe los momentos de cada asistente. Entonces, la música se adapta desde el comienzo para picar y hablar entre amigos, hasta el momento de bailar.

Rogelio está al tanto de las tendencias gastronómicas internacionales y esto se evidencia en cada una de sus propuestas. Nuestra recomendación más clásica es la canasta de empanaditas de carne, una opción jugosa como ella sola. Los amantes de la comida oriental deben saber que el sushi que se sirve en este bar es de alto nivel y bajo la firma de Lola Sushi. La propuesta busca salirse de los estándares y animarse a los sabores más deliciosos como, por ejemplo, el plato París, de 10 piezas, que lleva salmón, queso Filadeldia, palmito y un toque especial de batata frita con salsa de murucuyá.

En cuanto a Lola Sushi, no podés dejar de probar el plato New York y el Spicy Salmon. Por otra parte, una opción veggie de su menú es el hummus de remolacha con sésamo, acompañado de bastones de zanahoria, apio y pan pita.

La barra cuenta con tragos de autor, pensados bajo la misma premisa de explorar sabores y texturas. La opción más conocida lleva el nombre de la casa: Rogelio, y consiste en una infusión de murucuyá y ginebra, adornada con flores comestibles. Sin dudas, otro de los más pedidos es el Moscow Mule con espuma de jengibre.

¿Dónde?
Santísimo Sacramento 1275
¿Cuándo?
Miércoles a viernes desde las 18.00. Sábados desde las 20.00.

Donde se enciende el after

Se trata del lugar más nuevo de la lista. De lunes a lunes, murales coloridos, buena música y un ambiente distendido visten los espacios de Lulú Cantina. Desde su apertura en diciembre del año pasado, este rooftop se convirtió en uno de los favoritos para el after office por la diversión que se respira en el lugar.

Precisamente, Lulú Cantina nació con el fin de crear un espacio de distensión y jovialidad, para disfrutar de la música, el baile y los amigos al aire libre, pensado para mayores de 22 años. Además de la selección del DJ de la casa, ofrece conciertos en vivo de grupos nacionales todos los jueves. Hasta el momento, la terraza ya recibió la visita de bandas como Salamandra, Mente Nativa y, próximamente, La de Roberto.

La propuesta gastronómica se basa en picadas y platos variados, autoría de Altaburga y Vespona Pizzas. Nuestra primera recomendación es Luna Blú, una pizza de mozzarella con gran protagonismo del jamón serrano, combinado al punto con queso azul y rúcula fresca, sobre una salsa mezzana. Para los amantes de la hamburguesa, la BLT es una de las favoritas y viene con una generosa porción de papas fritas.

Para acompañar la cena, hay dos tragos que nunca fallan y no en vano se quedan grabados en la memoria de quien los prueba. En primer lugar, el Gintonic Pink impacta los sentidos desde su apariencia. Elaborado con una base de ginebra y agua tónica, la reducción de hibisco y las flores comestibles le dan un toque inolvidable. Por otro lado, el Whisky Sour tampoco es algo que se pueda pasar por alto gracias a su sabor cítrico a jugo de limón, con una consistencia suave otorgada por el almíbar y la clara de huevo.

¿Dónde?
Terraza del Shopping Multiplaza.
¿Cuándo?
De lunes a lunes desde las 18.00.

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