Image Alt
 • Deco  • Cálida consonancia

Cálida consonancia

Una amalgama acogedora y natural

En la diversidad de la artesanía que guardan estos estantes se encuentra el toque ingenioso. El jardín como parte de la decoración en consonancia con arte típico del país y los elementos naturales constituyen el foco de este proyecto de la diseñadora de interiores Emma Barrail. Para llevar a la práctica una cohesión visual entre estos cuatro espacios, ella se concentró en proyectar una sensación relajada y acogedora, de estilo perdurable y vegetación protagónica.

Su estilo no es estático ni invariable y lo demuestra en la diversidad de cada uno de sus proyectos. Emma Barrail recorre el camino de la decoración de interiores con ávida sed de potenciar y desafiar sus horizontes creativos. En este proyecto, busca el equilibrio a través de algunos elementos fundamentales como la naturaleza que se cuela por los ventanales y la profundidad de una paleta de colores cálida, donde los tonos tierra, grises y el negro son resaltados por la iluminación.

“Yo soy muy variable en mis creaciones, que pueden ser modernas, étnicas, campestres y más, porque a mí me encanta mezclar materiales y estilos. No busco encasillarme en nada y creo que este es un proyecto bien logrado”, menciona. La interiorista se involucró en el concepto desde su concepción para lograr una iluminación ideal, ventanales amplios que permitan la apreciación de la vegetación del hogar y pisos que conversen con los colores de la idea decorativa.

El primero de estos cuatro espacios se destaca por su amplitud y la disposición estratégica de los muebles. Esta sala de estar no escatima en espacio, por lo que la diseñadora de interiores se encontró con el desafío de hacer que un ambiente extenso sea acogedor.

Esta sala de estar no escatima en espacio, por lo que la diseñadora de interiores se encontró con el desafío de hacer que un ambiente extenso sea acogedor

“Demostramos que es posible a través de la iluminación y los elementos. También es destacable que el sofá se encuentra en una posición central y, a su alrededor, tiene suficiente espacio de recorrido entre muebles, sin necesidad de recostarlo por alguna de las paredes”, explica.

A la cara central del espacio la adornan dos amplios ventanales que dan lugar a un jardín vertical bañado por la luz exterior. Estas entradas de claridad están rodeadas por una biblioteca decorativa que la diseñadora concibió para envolver el ambiente y dar lugar a cuadros de arte nivaclé y diversas esculturas.

A esta sala, la de los adultos, se puede acceder a través de cualquier ángulo, gracias a sus prominentes portales. De esta manera, aunque sea un lugar con muchos muebles, uno no se siente agobiado ni atosigado.

La transición entre esta estancia y los espacios contiguos está marcada por un portal de vidrio con un diseño de hierro en cuadrillé, así como una pared de mármol travertino, que da continuidad de lenguaje a todos los espacios. “Incluimos divisorias a esta pared para eliminar la sensación plena y dar un poco de ritmo. Ese fue nuestro toque moderno a estos ambientes acogedores”, detalla.

Espacio de distensión

Al pasar un umbral, los colores claros emprenden una transición hacia tonos más profundos. Como elemento intermedio se encuentra un comedor en el que predominan la madera y los tejidos naturales como el ratán, que envuelve a las sillas, y las piolas de banano, presentes en las lámparas. Sobre la transparencia de la mesa de vidrio está un conjunto de velas que acentúan la calidez.

Desde este punto se intensifican los colores porque este ambiente, que linda con el quincho, fue ideado para resistir a un mayor ajetreo, propio de las fiestas y la distensión. Es un espacio también pensado para los jóvenes de la familia. Sin embargo, en palabras de Emma, “la madera nunca pasa de moda”. Por ello, no solo es un elemento que otorga atemporalidad al proyecto, sino que también funciona tanto en espacios destinados para la tranquilidad como para la diversión.

Hay un protagonismo indudable del color negro en el quincho, que destaca la parrilla y los muebles. Para acentuar todavía más este elemento central, la decoradora optó por colocar una cenefa de hierro alrededor de este espacio de cocción.

La mesada es una combinación de madera de lapacho macizo con un bloque de neolith —una piedra de origen sintético— en color negro con vetas marrones. Encima de este espacio se encuentra un conjunto de lámparas de luz, direccionadas en forma de tubos del mismo tono de la piedra.

Hay un protagonismo indudable del color negro en el quincho, que destaca la parrilla y los muebles

Frente al quincho se halla la segunda sala de estar, esta vez un poco más pequeña, pero con la misma intención ecléctica. En este espacio vuelven los elementos artesanales y las fibras naturales como tallas en palo santo, esculturas, pantallas y bandejas tradicionales de caranday, cerámica de Areguá y otras expresiones artísticas paraguayas. “Me gusta realzar nuestra cultura en los espacios porque tenemos una creatividad muy rica y muy linda. En mi exposición de Casacor tuve la oportunidad de mostrar cómo, en un living sumamente moderno, es posible utilizar los elementos rústicos de nuestro país, porque quedan espectaculares”, expresa.

Así como todo el mobiliario de este proyecto, la mesa central de la sala de estar es de la autoría de Emma, quien optó por un diseño de dos niveles para mostrar la diversidad de alturas y complementos que adornan la mesa.

POSTEAR UN COMENTARIO