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Encanto y originalidad

Cuatro bodas para alimentar tu imaginación

Si bien el amor que irradian los novios es el principal responsable de que una unión sea memorable, la deco que la enmarca también se convierte en un recuerdo indeleble. De ahí que el espacio en que se celebra este enlace debe invitar a familiares, amigos y seres queridos a compartir el universo de romance de la pareja. En este recorrido a través de las bodas más creativas del año, visitamos algunos destinos románticos del país, desde Caazapá, pasando por Atyrá y San Bernardino, hasta Asunción.

AIRE SABOR A CAMPO

A 230 kilómetros de Asunción, en la ciudad de Caazapá, se celebró esta boda que tuvo como escenario principal la naturaleza. Una deco silvestre y tradicional fue la propuesta de El Depósito, que montó mesas al aire libre para un almuerzo de campo y las vistió con infinitas flores de colores, géneros naturales en manteles, camineros y servilletas, vajilla en tonos blancos y sillas crossback. El resto de los ambientes, con la impresionante vista al horizonte pleno y verde, se lucieron con mobiliario de mimbre y madera, alfombras, luces cálidas, hamacas y fogones pensados para el final del día y el inicio de la noche. La wedding planner Jessica Miralles se ocupó de cada detalle, tanto del diseño de la fiesta como de la logística.

DREAM COME TRUE

Una boda primero se vive en la imaginación y luego en la realidad. Por eso, cuando al decorador Canuto Rasmussen le llegó el turno de planear la suya, tenía un bosquejo mental de su fiesta soñada. Aquel día, un antiguo paraje familiar en Atyrá se convirtió en una amena y entretenida kermés con juegos y atractivos tradicionales, acompañados de elegantes espacios propios de un enlace nupcial, de la mano de La Creme. La inspiración fue una fiesta popular y, por ende, la paleta de colores escogida incluyó marrón, beige, blanco y rojo grosella. Para complementar estas tonalidades, una iluminación cálida con luces amarillas y rojas se hizo presente al caer la noche. A través de la vivacidad de todos estos elementos, el decorador logró que prospere su intención de descontracturar el ambiente sofisticado y lo dotó de espacios tan divertidos como especiales.

CON UN TOQUE DE MAGIA

Bajo la coordinación de Désireé Grillón y Adriana Saccarello Event Planning, Puerto Liebig fue el escenario escogido para esta celebración del amor que contó con dos momentos, el enlace civil y la fiesta de bodas. La decoración llevó el sello de Óscar Guccione, quien para la firma del acta matrimonial pensó en una pasarela espejada, árboles bajo techo y un mar de florecillas blancas que captó la atención de todos los presentes. El salón La Fábrica, por su parte, se lució con la combinación de flores en cestos de mimbre y mucho follaje. Los tonos cálidos y beige se apropiaron de este sector y marcaron presencia tanto en el living como en las mesas donde se sirvió la cena.

ROMÁNTICO ATARDECER

Este enlace civil se realizó en un idílico escenario con vista al lago Ypacaraí, en San Bernardino, y se lució en todo con las intervenciones de reconocidos profesionales del rubro. We Do Producciones ideó sectores que llamaron la atención de los presentes, como el sendero escoltado por gipsófilas y orquídeas que encaminó a los novios hasta el sitio escogido para la firma del acta matrimonial. Las flores blancas también destacaron en las mesas destinadas a los invitados, y la decoración, ecléctica a la par de elegante, contó con luces cálidas que hicieron del ambiente aún más agradable al caer el sol. Sonia Giménez de Ruiz tuvo a su cargo la mesa de dulces, mientras que Désireé Grillón y Adriana Saccarello, la coordinación general del evento.

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