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Mboja’o

Bodas Cero Desperdicio

Algo casi seguro luego de un festejo nupcial son los excedentes, esa comida que sobró y no se llegó a servir. Ximena Mendoza, fundadora de Mboja’o, nos habla de cómo ideó con su equipo las Bodas Cero Desperdicio, un servicio solidario y sustentable para aprovechar el catering de un casamiento, con el fin de que no quede bocado sin comensal.

Cuando Ximena Mendoza fundó los cimientos de Mboja’o, no conocía mucho acerca de bodas ni estaba segura de que algún día organizaría la suya. Hoy, el panorama es diferente. A tan solo una semana de dar el —el pasado sábado 23 de abril— se tomó un tiempo para hablarnos de las Bodas Cero Desperdicio, un servicio que rescata el excedente de comida en estas ocasiones para transportarlo a comedores sociales, fundaciones y hogares.

La idea se desprendió de la misión que Mboja’o lleva adelante desde hace años: salvar la comida que no se tocó y ni siquiera llegó al plato de los comensales en eventos o locales de venta de comestibles. Aunque es difícil precisar un promedio de kilos rescatados por cada boda, los datos de la empresa arrojan un total de 520 kg de alimentos rescatados el año pasado de aproximadamente 10 casamientos.

Allá por 2016, mientras realizaba su investigación para el máster de Innovación y Emprendedurismo en el Instituto Europeo de Diseño de Barcelona, Xime notó que las bodas constituyen un sector grande en la multiplicidad de eventos existentes.

Vio, además, que la abundancia siempre se da en estos acontecimientos en Paraguay y, a partir de este punto, solo quedaba entender si había desperdicios y por qué.

El excedente, efectivamente, existe y “no es culpa de la wedding planner ni del catering. Escapa de sus manos porque se da por las famosas cancelaciones de último minuto”, explica la empresaria. Resulta que, cuando se prepara una boda para un número hipotético de 100 personas, todas confirmadas hasta una semana antes, hay igual ausencias que dan lugar a comida sin servir y, a veces, sin preparar siquiera.

Según nos comenta Xime, también se estila prever siempre algunas porciones más de comida, en caso de que ocurra lo contrario y haya más invitados que, habiendo dicho que no podrían asistir, logran presentarse. Por ende, conviene contemplar las Bodas Cero Desperdicio entre los preparativos de la fiesta.

¿Cómo es el rescate?

“El servicio que ofrecemos no es el rescate de alimentos ya manipulados. Es comida que se previó, no se sirvió y debe ser aprovechada”, especifica. Una vez que los novios contratan el servicio de Mboja’o, la empresa se pone en contacto con los organizadores y el catering para coordinar el manejo de los comestibles, ya que deben saber si será bufé o servicio al plato y los horarios de cada refrigerio. Para organizar su agenda logística, Xime recomienda contactarse con una semana o más de anticipación, pues no pueden manejar más de dos eventos por noche.

En sus palabras: “El equipo debe estar en el evento entre las 21.30 y 22.00, que es cuando terminan de cenar. La comida que no se tocó se empaca y se pone en bachas inmediatamente. Nos quedamos más o menos hasta las 2.30 de la madrugada, que es cuando se terminan de servir los últimos platos; realizamos el mismo procedimiento, esos alimentos se suben al camión refrigerado que tenemos y se entregan a comedores sociales y hogares que tenemos planificados previamente”.

Esa misma madrugada se entrega la comida a sus destinatarios finales, que son seleccionados de una base de datos de la empresa, de la cual deben verificar los albergues o comedores que puedan recibirla durante la noche. “Dar a los novios un reporte de los comestibles rescatados está dentro del servicio, también mandamos fotos para que vean la cantidad de personas que benefició esa comida”, añade.

Un infaltable plan B

Además de Mboja’o, hay alternativas muy tradicionales para que no sobre comida, como que la familia de los novios lleve recipientes para guardar el excedente o que los mozos la consuman una vez terminada la noche. Xime asegura que todas las opciones son igualmente válidas porque persiguen un mismo propósito.

“Lo importante es que no se desperdicie la comida y tener siempre un plan B para el excedente. Como novia, puedo decir que es muy poca gente la que tendrá cabeza para llevar un recipiente ese día. A tan poco tiempo de mi boda, ni yo que estoy tan metida en esto lo podría recordar“, opina nuestra entrevistada.

Xime nos confiesa que los casamientos de Mboja’o son el servicio favorito de entre los que ofrece la empresa social, debido al simbolismo que ella encuentra en él y a su actual afinidad con las ceremonias nupciales. “Las Bodas Cero Desperdicio logran agrandar la mesa, es como llevar el festejo a otras personas que, si bien no estaban físicamente sentadas contigo, también reciben parte del amor que están celebrando ese día y, además, comida multiplicada, de caterings de primer nivel. De alguna manera, los beneficiados también sienten el amor de los novios”, ahonda.

La fundadora de Mboja’o considera que la mejor publicidad que tienen es la experiencia misma de los novios que optan por estas bodas llenas de solidaridad. Tanto es así que nos comenta el caso de un casamiento del año pasado que se hizo viral, llegó a internautas mexicanos y causó un revuelo al nivel de que le escribían desde el mencionado país para pedir presupuestos de Bodas Cero Desperdicio. “Es un servicio innovador, no existe en toda la región y puede inspirar a mucha gente. Cada evento nos da mucha satisfacción porque vemos de primera mano cuánta comida se rescata y a cuántas personas llega”, asegura Xime.

Se puede encontrar a esta empresa social como @mbojao en Facebook, Twitter e Instagram. Para un contacto directo está disponible el número (0972) 262-000 y el email hola@mbojao.com.py.

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