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Moda con propósito

Empoderamiento económico en cada diseño

Con un sistema de trabajo horizontal enfocado en el empoderamiento económico y el desarrollo humano, las piezas de DDiane nacen de una experiencia de creación colectiva donde cada labor cuenta. Puede parecer una fábrica, pero está lejos de serlo. Esta es, en pocas palabras, la descripción con que comienza Marcela Briola, directora creativa de la Fundación Princesa Diana de Francia, cuando habla acerca de la modalidad de trabajo que reúne a mujeres en situación de vulnerabilidad para confeccionar las prendas de la marca de indumentaria.

Desde el 2015, la Fundación Princesa Diana de Francia —impulsada por S.A.R Diana de Wurtemberg de la Casa de Orleans— tiene como uno de sus principales objetivos utilizar la moda y el desarrollo textil como una herramienta de inclusión e innovación social, con técnicas de bordado y confección de prendas hechas por internas privadas de su libertad en el Centro Penitenciario de Mujeres Casa del Buen Pastor.

En el 2017, para presentarse en el World Fashion Week, se creó la marca DDiane, que hoy cuenta con dos colecciones anuales de entre 90 y 120 piezas. “Nuestra misión es lograr empoderamiento económico y desarrollo humano en grupos de mujeres en situación de vulnerabilidad”, explica Marcela Briola, directora creativa de la Fundación Princesa Diana de Francia.

Más tarde, en el 2019, se sentaron las bases de un centro de aprendizaje externo al Buen Pastor y se amplió el rango de la convocatoria. “En principio, colaboraban allí las mujeres que iban saliendo del sistema penitenciario pero, en el camino, nos encontramos con aquellas que viven en situación de vulnerabilidad por causa de diversos motivos, como la depresión, el fallecimiento de hijos o familiares, abuso sexual o violencia de género”, explica Marcela.

Hoy, el número de colaboradoras oscila entre 25 y 30 en el centro de aprendizaje externo, ubicado en el barrio Nazareth de la capital asuncena. En este espacio realizan labores de corte, confección, costura, serigrafía, sublimación y varios tipos de manualidades. En paralelo, se lleva a cabo un programa de enseñanza de técnicas de bordado a mano dentro de las instalaciones de la mencionada penitenciaría.

El sistema de trabajo de DDiane pretende despegarse de una estructura tradicional de empleo. De hecho, al referirse a él, Marcela explica: “Creamos un modelo diferente de hacer las cosas. Siempre decimos que parece una fábrica, pero no lo es, manejamos el concepto de calidad y diseño, pero ampliado”, detalla. Y es que, para ellas, estas ideas se expresan en dos niveles.

Primeramente, la calidad de sus materiales y la creatividad de sus diseños son detalles que consideran indiscutibles, pero también se refieren al trato personal y el diseño de procesos horizontales y orientados al desarrollo sostenible.

“Aquí no hay un reloj biométrico, un horario de entrada y salida, el equipo de gestión y gobernanza se adapta a la señora que llega. No importa la cantidad de tiempo que vengas, sino el compromiso. La calidad también está en esto, en el compromiso, en el equipo. Funcionamos a través del apoyo mutuo. No hay una rendición de producción ni de tiempo, es un tema de procesos humanos donde cada una tiene su propio manejo. Por supuesto, nos sostenemos con la venta de los productos, pero es el equipo el que se adapta”, describe.

EL EJE DE LA SOSTENIBILIDAD

Desde su origen, una cifra de aproximadamente 300 colaboradoras pasaron por los programas de diseño y confección de la Fundación Princesa Diana de Francia. “En estos 10 años, aprendimos que una mujer no solo sale a flote con acompañamiento emocional y la profesionalización de una técnica, también tiene que saber de finanzas”, expresa Marcela. Para ello, trabajan bajo un sistema llamado bankomunal.

Se trata de una forma de organización en la que se crea un banco donde las mismas dueñas son socias y aliadas, tienen responsabilidades y objetivos que las ayudan a planificar cómo utilizar el dinero de los ingresos. “Es educación financiera”, resume.

Y así como las mujeres interesadas en esta labor son bienvenidas a formar parte de este modelo de trabajo, también todos los materiales lo son, ya que un eje importante es la sostenibilidad. “A través de alianzas, levantamos los descartes de empresas textiles y de consumo masivo antes de que se conviertan en contaminación. Alargamos la vida de estos elementos con diseños que generan economía entre las colaboradoras de DDiane”, comparte.

Girasoles, su colección más reciente, encarna muy bien su idea de sostenibilidad. “Esta vez, además de utilizar textiles de descarte, le presentamos a un supermercado la idea de confeccionar piezas a partir de los materiales que más residuos generan en sus sucursales”, narra Marcela. Inspirada en un cuadro homónimo del artista paraguayo Félix Toranzos, esta serie de prendas busca retratar la connotación mitológica y simbólica del girasol que, según las narraciones griegas, se trata de una flor enamorada del Sol, que siempre se mira hacia él y busca la luz.

Como directora creativa, Marcela se encarga del proceso relacionado con la ideación y el diseño de las dos colecciones anuales de DDiane. Sin embargo, en este siempre intervienen de manera natural las colaboradoras de la Fundación Princesa Diana de Francia: “Muchas son cosechas de las chicas”.

Por ejemplo, una de estas conquistas en conjunto es el éxito de Girasoles, que participó de varios desfiles y contó con piezas que quedaron en la memoria de sus seguidores, algunas de las cuales se pueden apreciar en la producción Love for Fashion, de nuestra edición aniversario de octubre de 2024.

“Nos pasó que hubo una falda que se compró el mismo día de uno de los desfiles y casi inmediatamente se volvió a encargar, una fue a Alemania y la otra a Costa Rica”, recuerda Marcela.

Hemisferio Sol, por su parte, es el nombre de la colección que se encuentra en pleno desarrollo al momento de publicación de este artículo. Se trata de un trabajo que aúna esfuerzos entre Colombia, Uruguay y Paraguay, y que verá la luz alrededor del próximo mes de marzo. La idea nació del Foro de la Academia Ítalo-Latinoamericana de Moda Sostenible, con sede en Roma. En este proyecto, nuestro país participa en materia de diseño y confección, mientras que los cueros son de origen uruguayo y la moldería proviene de Colombia.

“Nos centramos primero en el Sol porque, desde distintos países, estamos bajo la misma luz. Hablamos de hemisferio, pero no de norte ni sur, porque es nuestro Hemisferio Sol”, finaliza.

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