Cinco prácticas sustentables para el hogar
Tips para pensar de manera ecológica
El cuidado y la consideración con el medioambiente, a estas alturas, debería estar implícito en nuestras acciones diarias. Aquí una guía para que puedas implementar prácticas sencillas y elaboradas para que en tu hogar reine la conciencia sustentable.
Antes de indagar en estas prácticas, respondamos a la pregunta: ¿qué se entiende por prácticas de desarrollo sustentable? Son aquellas que permiten un crecimiento económico y social más responsable y respetuoso con el planeta.
Para empezar a actuar, primero debemos preguntarnos: ¿qué tan sustentables son mis prácticas?; ¿cómo estoy ayudando al medioambiente desde la gestión de mi hogar?; ¿me inclino hacia consumir productos que tengan un compromiso con el medioambiente? De esta manera podemos identificar desde qué lugar empezar y qué prácticas podemos aplicar de manera más inmediata.
Algunos tips para iniciar:
Consumir alimentos orgánicos y ecológicos
Con esta práctica se apuesta a una alimentación consciente, responsable y libre de agrotóxicos, y se apoya a los productores locales que cultivan sus productos sin dañar ni comprometer los recursos naturales. En este contexto de pandemia, es importante consumir alimentos ricos en vitaminas, proteínas y minerales para mantener las defensas altas. Una práctica de triple impacto.
Evitar objetos de un solo uso
Los objetos de uso único —como las bolsas de plástico, que tardan alrededor de 150 años en degradarse y su sola existencia implica una amenaza a la biodiversidad— se pueden reemplazar, por ejemplo, con bolsas de tela o de cualquier material que permita su uso prolongado. Utilizar servilletas de tela, en vez de papel; optar por envoltorios de cera de abeja en vez de papel film. Hay una infinidad de opciones para minimizar los residuos que se generan en el hogar.
Las tres R: reducir, reutilizar, reciclar
Sabemos que es más fácil y más atractivo adquirir cosas nuevas, que invertir tiempo en ver cómo podemos reutilizar o dar una segunda vida a las cosas que ya tenemos. La primera R apunta a reducir, cuestionar el consumo y preguntarnos si realmente necesitamos comprar algo nuevo. La segunda, reutilizar, insta a plantear qué otro uso podríamos dar a los objetos; y finalmente, reciclar, si ya no necesitamos ese objeto, ver de qué manera podemos reciclarlo para que no se convierta en un residuo más.
Bombillas de bajo consumo
El consumo de electricidad es un factor importante en el cuidado del medioambiente. Lo ideal es que controlemos el uso de electrodomésticos con un gran consumo de energía, fijarnos en que nada esté enchufado a la corriente de forma innecesaria y, por supuesto, la utilización de bombillas led, que generan solo un 2 % de calor, o lámparas de bajo consumo, que consumen 70 % menos que una lámpara incandescente.
Armario sostenible
Para lograr esto se pueden separar las prendas que sabes que sí o sí deben estar en tu armario, de las que te generan dudas. La idea es elegir y cuidar a las prendas elegidas para que su tiempo útil sea prolongado. Evitar recurrir al fast fashion debido a sus prácticas contaminantes al medioambiente, y si vas a comprar algo, que sea de diseñadores y marcas locales o tiendas de segunda mano.