José Forteza
Una vida en la moda
Con una carrera de más de dos décadas en revistas como Vogue y GQ Latinoamérica, José Forteza nos habla sobre sus inicios en el rubro, su identidad y su visión, como editor, sobre la mutación del periodismo y la comunicación. Te contamos más sobre el excepcional ser que dirige varias de las revistas que amamos.
“La música es como la moda, son las dos emes que han conducido mi vida”. Esta es una de las memorables frases que José Forteza refirió sobre su vida y sus pasiones; nos indica también que, aparte de tener una notable trayectoria editorial en el rubro de la moda, antes trabajó en la industria de la música por 10 años como productor de discos de jazz y como representante de artistas y músicos, hasta el final de los 90. Definitivamente, el arte y sus distintas manifestaciones estaban destinadas a impregnar la vida de José.
Nació en Cuba y eligió Relaciones Internacionales como carrera. Su realidad como hombre gay era algo de lo que no podía desvincularse. Empezó a trabajar en la música como alternativa laboral, ya que ser gay y tener una carrera en su rubro era imposible en ese entonces. Luego de asumir su sexualidad, y al tanto de la situación de discriminación en su país de origen, decidió priorizarse a sí mismo y no vivir una vida fingiendo ser otra persona. “Esto significó que yo no podía trabajar en ese mundo; literalmente, me echaron de mi trabajo por ser honesto, y no me arrepiento de haberlo hecho”, acota José.
Luego de asumir su sexualidad, y al tanto de la situación de discriminación en su país de origen, decidió priorizarse a sí mismo y no vivir una vida fingiendo ser otra persona.
Estas son realidades que le gustan y le interesa abordar; cree profundamente que las personas que, tienen acceso a ser escuchados, sea por las razones que sean, tienen una responsabilidad de comentar al mundo sus realidades. “Fui honesto conmigo mismo cuando emprendí mi trabajo en la música, cuando estudié para ser mejor en mi profesión y, de hecho, me fue muy bien, gané un Grammy y estuve nominado al Emmy. Cuando transité de la música al mundo editorial, lo hice con la fuerza de creer que sí se podía”, cuenta. Podemos afirmar hoy, con certeza, que sí pudo.
De Latinoamérica para el mundo
A finales de los 90, el fenómeno del streaming de música empezó a fortalecerse y esto afectó de manera negativa a quienes vivían produciendo música, a José entre ellos. A raíz de esto, con unos amigos decidieron emprender y realizar ediciones en castellano, para América Latina, de revistas internacionales. La primera fue una revista noticiosa llamada Newsweek, luego siguieron con más títulos. La tercera que tuvieron fue Vogue y más adelante se sumaron otros títulos de la editorial Condé Nast: Glamour, Architectural Digest y GQ.
Para 2005, Condé Nast les había pedido que compraran más acciones, cuando ya tenían el 85 % de las mismas. La editorial decidió venderles todas las acciones y así fue como Ideas Publishing Group se convirtió en lo que hoy es Condé Nast México y Latinoamérica.
Hace 22 años que trabaja en el rubro editorial y, actualmente, es el editor senior de la empresa. Este año, Vogue celebra su segunda década en América Latina.
Moda es arte
Definir qué es arte o qué se puede considerar como tal es un tema que puede estar lleno de matices y de diversas respuestas. Podemos argumentar que es una forma en la cual uno se expresa utilizando múltiples plataformas o versos minimalistas. Según José, cada cual se expresa de la manera en que le es más viable: los músicos lo hacen con instrumentos musicales; los científicos con investigaciones; las personas que se dedican a mantener una casa, teniendo su hogar lo mejor posible. “Nosotros hacemos exactamente lo mismo con la moda”, afirma.
Hay muchas cosas que le seducen de esta industria, y una de ellas es que la moda es un medio de expresión que nace y se realiza en lo cotidiano. “Los diseñadores captan la vibra de la calle, de las personas que se están expresando, siendo ellos mismos. Ellos son los primeros artistas porque cuando estás usando una chaqueta y un pantalón determinados, estás expresando cómo tú eres”, agrega. Aquí viene el trabajo del diseñador quien, en palabras de José, empieza a crear a partir de la personalidad y la estética de la persona, para terminar transmitiendo, como él diría, un mensaje a través de su indumentaria.
La moda es una expresión de la personalidad, pero también puede ser la expresión de un contexto histórico y social. José comenta cómo los 70 no fueron años de siluetas anchas ni estampados de color, sino una época de clamor por la libertad en todo sentido, lo que se reflejaba en las ropas. El minimalismo nipón de Miyake y Yamamoto llegó en una época saturada de los excesos, en los 80, de las hombreras y del brillo; en esa década, la nueva tendencia fue apuntando hacia una estética más noble. “Cada vez que la moda ha marcado un hito, lo ha hecho porque está sustentando ideales de la sociedad”, concluye José.
La perdurabilidad del papel
El periodismo y la información están viviendo una época en la que se multiplican, cada día, las herramientas para comunicar, y esto puede ser un arma de doble filo. En un contexto en el cual todos pueden funcionar como agentes de cambio y como proveedores de información, es importante que un medio sepa mantenerse relevante, sepa innovar y mutar hacia nuevas plataformas.
Cuando muchos creen que estamos atravesando una crisis en los medios de comunicación, José cree que la aparición de alternativas digitales, las redes sociales y lo que esté por venir, son una muestra de desarrollo. “Mientras más herramientas tengamos quienes nos dedicamos a este oficio que es el periodismo, o para expresarnos, más felices deberíamos estar”, dice. Sostiene que esta es una época de evolución, de cambio en la manera de hacer periodismo. Es una época de la cual deberíamos estar felices de estar transitando.
Cuando muchos creen que estamos atravesando una crisis en los medios de comunicación, José cree que la aparición de alternativas digitales, las redes sociales y lo que esté por venir, son una muestra de desarrollo.
Esto ya lo vivió antes, comenta, cuando se retiró de ser productor musical porque llegó la filosofía del streaming y la industria cambió; la industria musical sigue viva, los artistas siguen haciendo música, pero el formato mutó. Al final, esa situación lo impulsó a seguir desarrollándose, a abrirse a nuevos espacios, pues se dio cuenta de que nunca dejó de ser comunicador, solo que en vez de hacerlo en una plataforma que hablara con notas musicales, descubrió que tenía otras formas de expresarse y comunicarse; a través de las páginas de una revista.
Su visión sobre los medios impresos es que revistas como Vogue, Architectural Digest y GQ son revistas de nicho, donde el factor diferencial es la perdurabilidad del mensaje. Los medios digitales son más efímeros, y quienes realmente aman la moda y los estilos de vida, quieren ponerse metas a partir de las personas que están en la revista. “Porque la cápsula de algoritmos y de impresiones tiene más alcance, pero es más efímera, y a la gente le gusta guardar sus memorias”, comenta José. Forteza hace una analogía perfecta para concluir esta visión: “Es como tener una foto de una maravillosa obra de Andy Warhol. Quisieras tener además el original, tener el poder adquisitivo para comprarla y tenerla en tu casa, pero no puedes. Por eso vas al museo. Aunque tengas la foto, tú vas a seguir yendo al museo. Vogue va a seguir siendo esa obra que ves en el museo”.