Estilismo visual
Deco consonante y coordinada
En muchos casos, la armonía visual también puede definirse como un todo superior a la suma de sus partes, donde los colores y las formas de la obra completa dan una sensación de coherencia casi indescriptible. Para esta edición especial de High Class Deco, la interiorista Beatriz Ballasch nos muestra cómo alcanzar este ideal de consonancia estética que todos buscamos en el hogar.
El estilismo de un hogar no se trata de que un solo elemento destaque sobre el resto, sino de que el conjunto brinde una armonía visual a las habitaciones en que los usuarios construirán gran parte de su vida y sus recuerdos. Para la decoradora Beatriz Ballasch, esta es la razón por la que admirar el todo es más importante que centrarse en elementos particulares.
En esta ocasión, la interiorista nos adentra en un proyecto particular realizado en un monoambiente con todos los rincones claramente a la vista. Bea optó por un esquema fijo de colores, que aporta armonía entre los espacios y los mantiene coordinados. La base fue un empapelado negro que se extiende por uno de los muros principales del departamento, mientras que el gris claro se utilizó como contraste en la pared opuesta y, para los lados externos del baño que ocupa el centro del lugar, se empleó el color blanco con un delicado diseño de molduras de yeso.
La diseñadora nos explica que hay elementos decorativos indispensables por algo más que su belleza, como las telas, las cortinas, las alfombras y los libros, que ayudan a contener el eco en el hogar. “En este proyecto, las alfombras también cumplen la función de jerarquizar los espacios y delimitarlos. En el área de la sala, colocamos un tapiz compuesto por diversos pedazos de cuero de vaca y, abajo, un sisal de fibra sintética”, puntualiza.
Beatriz aboga por restaurar todos los muebles que aún ofrezcan alguna utilidad. Es por eso que, aunque el estilo del ambiente es claramente moderno, no se salva de un necesario toque ecléctico que se evidencia en la presencia de un juego de mobiliario antiguo, un tesoro familiar compuesto por un cristalero, una cómoda y una silla de madera lavada tallada. “Este conjunto es una reliquia, obras así nunca más se van a replicar, embellecen el ambiente y aportan historia a los espacios”, asegura.
Asimismo, en el área del living se restauraron y retapizaron dos sillones individuales con ikats , una técnica de teñido característica de varias regiones de África, con la finalidad de romper la tendencia de utilizar colores lisos. Para la iluminación del comedor también se buscaba un toque contemporáneo y espacial, que recae directamente sobre la mesa. Así, se escogió una luminaria que sigue la forma rectangular de ese mueble, con tulipas de vidrio y destellos dorados.
Si bien el blanco, el negro y el gris son dominantes, Beatriz utilizó toques de color en elementos pequeños para jugar con las tonalidades
Con el propósito de cortar la predominancia de las líneas rectas en el ambiente, Beatriz optó por un juego de sillas con forma de medallón y un espejo circular que da a la mesa del comedor, así como a una mesa de mármol de contornos irregulares en la sala social.
Los toques de arte se manifiestan tanto en el recibidor como en la sala. La decoradora utilizó dos cuadros con textura, de colores crudos, que no se roben el protagonismo del lugar, sino que puedan compaginar con la idea estética de manera serena, fina y elegante.
Entre los elementos decorativos, la interiorista utilizó cuadros con textura y colores crudos que no se roben el protagonismo del lugar, sino que compaginen con la estética de manera serena, fina y elegante
La prioridad de los propietarios era lograr un ambiente acogedor para recibir a sus visitantes y entretenerlos. Fue así que surgió la necesidad de elaborar una barra en el balcón del departamento. En cuanto a esta zona, Beatriz le dio tanta importancia a la resistencia de los materiales elegidos como a la estética del pequeño bar, al que decidió espejar para que la vista desde el balcón se refleje en el lugar.
Por otra parte, el color utilizado en el sofá que acompaña a dicha barra fue el blanco, con presencia del verde en los almohadones, a juego con las plantas que también reclaman su lugar imponente en el balcón. Hacia los ventanales que separan este espacio de la sala social, se encuentran dos asientos con respaldo de esterilla que aportan la transparencia necesaria para que, desde el interior del departamento, no constituyan una barrera visual.
Para Bea, es difícil decir que un detalle es más importante que otro porque, en realidad, es la armonía la que hace a esta decoración. “Creo que cada cosa tiene su lugar y su función, cada elemento está estudiado para que sea coherente con el todo en el resultado logrado”, finaliza.