
Paola Hermann
25 años de éxitos
Carismática, inteligente y segura de sí misma, prácticamente no necesita presentación. Su trayectoria como modelo y educadora habla por ella. Charlamos con Paola Hermann sobre la filosofía tras el éxito de su agencia y academia, PH Management, que lleva adelante con su hija Carla Garelli. Además, nos da un pequeño adelanto sobre lo que trae el futuro.
Fotografías: Willians Martínez Prendas: Vero Moda
Desde la infancia, Paola Hermann sintió que ser modelo era su vocación, tanto que su carrera comenzó ya en la adolescencia, en los desfiles que se organizaban dentro del salón de eventos de sus padres. Luego, su madre la llevó a estudiar en algunas de las mejores academias de Sao Paulo y Río de Janeiro.
En el concurso nacional Modelo del año, en 1989, ella ganó el primer puesto y, meses después, fue distinguida en el certamen Latin Model Pageant, realizado en Venezuela. Formó parte de American International Model School, la primera agencia paraguaya, liderada en aquel entonces por su fundadora, Noemí Gómez, y participó del programa A la hora del té, uno de los más populares de los 90.
Al acabar la que considera “la época dorada de la moda en Paraguay”, hace 25 años, Paola decidió generar un espacio donde no solo pudiera transmitir sus conocimientos en el área, sino también guiar a las personas para convertirse en su mejor versión.

SU ACADEMIA Y AGENCIA
PH Management es un proyecto que, desde el principio, demandó esfuerzo y dedicación. El enfoque siempre estuvo claro: más allá de brindar las pautas para incursionar en el modelaje, la idea era formar seres humanos. Hasta hoy, Pao tiene esta idea como centro, pero desde hace cinco años su enfoque se amplió al convertirse en coach ontológica.
“Primero, me enfoco en formar seres humanos leales, amables y respetuosos; personas que escuchan, aprenden, experimentan y no se mantienen en espacios que les cierran el camino a la meta”, ahonda. Los resultados de este enfoque son visibles más allá del modelaje, porque los alumnos aprenden a sentirse bien consigo mismos y deshacerse de las creencias negativas que les hacen creer que no pueden alcanzar sus sueños.
“Mi trabajo no está enfocado solo en tener una buena postura, saber caminar, posar y arreglarse, sino en ayudar a que el estudiante entienda que la persona más importante de su vida está dentro suyo”, expresa. El curso de modelaje dura seis meses y, al finalizarlo, Pao abre una convocatoria para un módulo de cuatro meses durante las vacaciones.
“Trabajar el ser es un 30 % de la clase y el resto es práctica. Cuando se tiene una base clara de autoestima y seguridad, la caminata ya es distinta, el porte varía, la mirada cambia y la actitud se renueva completamente”, apunta. Para los alumnos, el primer desafío es descubrir quiénes son realmente. El siguiente es tener en claro qué desafíos serán útiles para llegar a la meta. “Desde el coaching, les incentivo a que den ese paso, que no se queden en su lugar a esperar a que las cosas sucedan”, añade.
En este punto, Paola menciona que la evolución de la academia no tuvo que ver solo con el enfoque, sino también con la infraestructura: “Hicimos una gran transformación para que las alumnas se sientan a gusto, en un lugar seguro, tanto desde el contenido que brindamos como en la calidad y el ambiente”.
Parte de esa transformación se refleja en el curso infantil que lidera Carla Garelli, su hija, orientado a niñas y niños de entre 5 y 12 años. “Estoy contenta con estos años vividos y experimentados, con esta nueva forma de transmitir conocimientos y, también, de sumarle a Carlita, pues ella trabaja modelaje publicitario y fotográfico”, menciona.
LA PASARELA DE LA VIDA
El año pasado, Pao creó un curso llamado La pasarela de la vida. “Es una idea que tuve al pensar en mí misma, como mujer de poco más de 50 años”, nos confiesa. Se trata de un módulo orientado a adultas que deseen romper tabúes e incursionar en el área.
“Hay una etapa de la mujer, entre los 45 y 55 años, que se llama menopausia. Entonces, me pregunté a qué podemos dedicarnos una vez que entramos a ella. Yo creo que esta es la mejor edad para hacer lo que a mí se me antoje, porque ya no necesito la validación ni el permiso de absolutamente nadie”, describe.
En la recta final de este año, La pasarela de la vida volverá a PH Management para quienes no hayan podido participar hasta ahora e, incluso, la educadora tiene planeado llevar este proyecto al interior de país. “Estoy contenta con los años vividos y experimentados, y con esta nueva forma de transmitir conocimientos”, finaliza.
UN POSIBLE REGRESO
“Tengo el permiso y el nombre de A la hora del té, que la tía Noemí Gómez me cedió sin problema. Entonces, me encantaría hacer dos ediciones: una primavera-verano y otra otoño-invierno”, anticipa. Actualmente se encuentra en proceso de contactarse con el canal que emitía este programa, ya que no solo planean realizar un evento con desfile, sino también transmisiones televisivas. “Queremos tener un grupo de modelos del perfil de esa época, que puedan acompañarme mis compañeras”, cierra.