Verano de tonos fríos

Para esta casa, además de trabajar para la elección de los materiales, la decoración y colaborar con el paisajismo del jardín, María Pidal también participó en su diseño y construcción. “Para esta obra, sabía que lo más fundamental era la vista; por eso cada ventana está pensada para que sea un cuadro”, cuenta la profesional.

Los ambientes son amplios y frescos, ideales para pasar unos días lejos de la ciudad. Los materiales principales con los que trabajó son las piedras de la zona, además de dar mucho espacio a la carpintería de hierro, al cementicio, las chapas, las tacuaras y el latón. Por su parte, en los suelos predomina la layota nacional.

“Como es una casa para los fines de semana, recurrí a fundas para los sofás de color azul con detalles blancos, que complementan de una manera perfecta a los muebles de madera”, agrega la decoradora y arquitecta, quien optó por dividir este gigantesco espacio con una chimenea para separar la sala del comedor principal.

Comidas familiares

Para la parrilla interna, se optó por estructura y mesadas de cementicio. “La barra es un antiguo mueble de confección nacional recuperado y al que se le agregaron detalles como la reja antigua del medio y alambre de gallinero”, cuenta Pidal. Acompañan a la barra, una antigua balanza con una planta natural y una vieja damajuana donde guardan los corchos de los deliciosos vinos que se pueden disfrutar en este agradable espacio.

La habitación principal cuenta con vista al paisaje en las paredes de los costados. Esta también fue construida en base a los colores azul y blanco que fueron utilizados en la sala. Además, cuenta con un rincón de lectura con un cómodo sillón acompañado de una lámpara de pie de diseño moderno y una mesa lateral francesa.