10 cosas que aprendí planeando mi boda
6. Contratar ayuda
Cuando el novio no se involucra mucho en el proceso, la novia se siente un poco sola y con un peso grande sobre los hombros. ¡No sabemos por dónde empezar! Las madrinas suelen aportar ayuda, sobretodo si ya vivieron el casamiento de otros hijos o cuentan con experiencia relacionada al rubro. No te equivoques: es importante oír la voz de la experiencia y, también, consultar con amigas que ya pasaron por lo mismo.
Es importante contratar una wedding planner desde un principio. Ella es la experta sobre el tema y te va a poder guiar. Lo primero que contraté fue una planeadora, y en la primera reunión ella ya me puso en el mapa y me ayudó a hacer timings y establecer reuniones con proveedores; armamos el presupuesto juntas y elaboramos la agenda de reuniones con fechas reales.
7. Ordenar las reservas
¡Manos a la obra! Luego de definir el sitio donde vas a realizar tu boda, vas a conocer el lugar y hacer la reserva ─con seña correspondiente─. Acto seguido, buscá una iglesia cercana al sitio, de manera que sea cómodo para vos y tus invitados el traslado ese día. Estas también tienen una lista de reservas anticipadas (más de lo que creés) y tenés que hacer las gestiones religiosas correspondientes con anticipación, en caso de que quieras hacer el enlace católico. Definidos ambos, podés hacer el save the date oficial.
Después, tenés que ir junto a los demás proveedores, más o menos en el siguiente orden: decoración, alquileres, catering, bebidas, fotografía, video y música. Mi consejo es ir primero por aquellos que no pueden tener más de un evento por fecha. Estos servicios se van señando por el camino, de manera que los novios lleguen más aliviados económicamente al gran día. Podés elaborar un itinerario mensual de reuniones con proveedores e ir finiquitando tus tareas de forma proporcional. Cuanto menos dejes para el final, mejor.
8. El look de la novia
¿Quién no soñó con su vestido de novia? Uno de los aspectos más importantes para muchas de nosotras es el look nupcial. Mi consejo es que seas fiel a vos misma al elegir tu vestido; juntate con un diseñador que tenga tu onda, reunite con varios y no te cases con el primero que conozcas.
Los diseñadores te hacen recomendaciones, pero no te dejes llevar solo por estas. Vas a terminar sintiéndote disfrazada ese día. Si hay algún diseñador que ya te hizo vestidos antes y quedaste contenta, anda con él o ella, y no te arriesgues con alguno que todavía no conozcas o de quien no tengas referencias.
Buscá buena química con quien haga tu vestido. Es necesario sentirte cómoda y entendida. Los accesorios deben ir acordes a tu vestido, así que debés asesorarte con tu diseñador. La apreciación del look es global, todo debe estar acorde.
Lo mismo va en cuanto al maquillaje, optá por quien ya te conozca y haya trabajado con tu rostro y cabello antes, porque seguro reconoce tus gustos y manías. En caso de que elijas a alguien nuevo, realizá varias pruebas previas y vayan practicando. No corras por las tendencias, acordate de que son pasajeras y no vas a querer verte como un payaso el día de mañana, en la foto de tu sala. Elegí atemporalidad y comodidad.
Una última cosa: no te hagas cosas raras en el cabello, ni te pongas arreglos extravagantes en la cabeza.
9. El catering es lo más importante para tus invitados
Si bien muchas amamos los detalles decorativos, acordate de que lo más memorable para los invitados va ser la comida y la bebida. ¡En eso no podés equivocarte! No en vano se dice: pancita llena, corazón contento. Cuidá con detalle el catering, que sea acorde a la época del año, al horario de la fiesta y a las preferencias de tus invitados. Además, no te olvides de incluir opciones vegetarianas, veganas y para celíacos. También es necesario considerar opciones si es que habrá niños invitados.
Otro factor fundamental es la música, pues es lo que marca el ánimo de la fiesta y lo que la hará divertida. Acordá con tu DJ las playlists apropiadas para cada etapa de la fiesta.
10. Disfrutar
La boda no es solo ese día, sino todo proceso (como ya te habrás dado cuenta). Tratá de hacerlo de forma ligera. En vez de un desgaste, que sea algo divertido de hacer. Por ejemplo, registrá todos los momentos con fotos y videos, y diviértanse soñando en pareja.
Llegado el día, dejá todo en manos de tus proveedores ¡y disfrutá! Divertite, olvidate, no te pongas nerviosa. Pasá tiempo con tu nuevo esposo, tómense muchas fotos, bailen con sus seres queridos y sáquenle el jugo a ese día. Por lo menos, eso es lo que yo planeo hacer, ya que no llegué a ese punto todavía y me falta un poco de recorrido en mi organización. Espero contarles más detalles en la próxima entrega de High Class Bodas.
Cuéntenme cómo les va, yo también estoy en el mismo proceso y valen siempre unas palabras de aliento. Instagram: @gabygadoldan | Mail: gabriela-garcia@highclass.com.py