
The planning stage
Cómo organizar una boda sin cabos sueltos
Para no quedar enterrados en la avalancha de tareas que trae consigo la organización del día más importante de su vida, como novios les conviene tener una lista de elementos a los que hacer doble check. Desde lo monetario hasta lo estético, este es un recuento de preguntas para que no se les escape el más mínimo detalle.
¿POR DÓNDE EMPEZAMOS?
Lo primero es definir el presupuesto sobre el que comenzarán a bocetar la boda. Y, por ende, la manera en que se dividirán los gastos entre la pareja y sus familias. A partir de esta base, es más fácil mirar los detalles en perspectiva y elegir los elementos según los recursos de los que se dispone.
¿QUÉ ES PRIORIDAD?
Los novios deben definir si prefieren un despliegue suntuoso o un evento más sencillo. De acuerdo con esto, es importante dividir ese presupuesto con base en lo que tenga mayor importancia para ellos: comida, bebida, cantidad de invitados, decoración y temática.
¿UNA WEDDING PLANNER?
La decisión de contratar o no a una wedding planner depende de varios factores, como el presupuesto que manejan, el tamaño y complejidad de la boda, y la disponibilidad de tiempo y habilidades organizativas de la pareja. Si deciden contratar a una coordinadora de eventos, deben investigar y comparar diferentes opciones antes de tomar una decisión. En cambio, si optan por aventurarse a organizar la boda ustedes mismos, empiecen a planificar con anticipación y pidan ayuda a familiares y amigos.
¿CÓMO SERÁ EL ENLACE?
Para las parejas tradicionales, uno de los detalles más importantes es seleccionar la parroquia donde se sellará el enlace nupcial, que idealmente debe estar cerca del lugar de la recepción. Pero también, en los últimos años cobraron mucha relevancia las uniones simbólicas, en las que es posible trasladar el ritual elegido a paisajes amplios, verdes o, incluso, sitios que tengan un significado especial para los novios.
¿CUÁNTOS SOMOS?
Para asegurar esa comodidad, la cantidad de invitados es determinante. Además, es la primera pregunta que te harán a la hora de enviarte presupuestos. La recomendación es tener la lista definitiva, al menos, seis meses antes. Últimamente, antes de la invitación oficial se recomienda enviar un save the date para anunciar con anticipación la fecha.
¿Y LA RECEPCIÓN?
La locación de la recepción tiene mucho que ver con la atmósfera que quieran los novios y la cantidad aproximada de invitados. Aunque los espacios son versátiles y la deco puede cambiarles por completo el rostro, hay lugares que ofrecen un atractivo especial para cada temática. Además, es importante que los asistentes se sientan cómodos y vivan, junto a ustedes, una velada inolvidable.
¿CUÁL ES NUESTRA ATMÓSFERA SOÑADA?
Aquí es donde empieza a tomar forma más tangible —o visual— el sueño de los novios. Un moodboard o tablero de inspiración es siempre el primer consejo para alinear los deseos de ambos y observarlos en conjunto en el planning del evento. Aquí podrán ponerse de acuerdo en una paleta de colores o elementos protagonistas para incluir en la ambientación. Los rubros que se involucran en la deco —como el alquiler de mobiliario, vajillas, mantelería e iluminación— concentrarán una parte importante del presupuesto. Por eso, un tip no menos importante es que, al momento de reservar la locación en la fecha deseada, se coordine una reunión con los proveedores con al menos tres meses de anticipación, para cerrar detalles.
¿CÓMO SERÁN NUESTRAS TARJETAS?
Una vez que tengan definida la temática y la estética de la recepción, es importante dar una referencia de la deco a quien diseñará las invitaciones para que todo hable el mismo idioma. Pueden enviar el save the date seis a ocho meses antes, para que los invitados aparten esa fecha en el calendario, y con más razón si se planea una boda de destino.
¿QUÉ COMEMOS?
La cantidad de asistentes nos dará el volumen de la comida, mientras que el lugar y la hora de la recepción también serán factores determinantes sobre el menú. Si bien son los agasajados quienes deben tener una idea de los sabores infaltables, es importante acudir a expertos que asesoren en todos los detalles prácticos con respecto al catering. Ocurre lo mismo con las bebidas. Las etiquetas, los tragos y los jugos dependen también del gusto personal de los novios y de cuánto conozcan a sus invitados. Deben tener en cuenta que no puede faltar agua con y sin gas, champán, cerveza, whisky y vino.
¿A DÓNDE VAMOS?
Ocho meses antes de la boda es el momento ideal —y recomendable— para pedir presupuestos para la luna de miel. La pregunta principal es qué destino quieren conocer juntos o qué experiencias les gustaría vivir para hacer aún más inolvidable la unión. Como sugerencia adicional, puede ser conveniente comenzar a pagar el viaje medio año antes, porque no hay mayor satisfacción que la de disfrutar sin preocupaciones.
¿Y LA MÚSICA?
Si deciden casarse en una iglesia, elegir el coro es uno de los detalles fundamentales. En cualquier caso, el DJ será el broche de oro de la velada. Quizás pueden crear una playlist conjunta en su aplicación musical favorita e ir agregando, juntos o separados, las canciones esenciales. ¡Ojo!, entre tantas tareas de planificación, esta puede ser la más divertida y, a la vez, un recordatorio de sus mejores momentos como pareja a través de sus temas preferidos.
EXTRA TIP
¿QUÉ NOS DIFERENCIA?
Tiempo después del gran día, las historias quedan. Y aquí, además de la deco y el magnetismo que irradia la mirada de la pareja, también entra en juego la fiesta en sí. En años recientes comenzó a adquirir más popularidad que en la recepción haya alguna actividad distinta como, por ejemplo, tattoo flash o un servicio que elabore souvenirs en el momento, de manera artesanal, como fotos o copas intervenidas. Más allá de las tendencias, enfóquense en encontrar un servicio que vaya con su estilo como pareja.