Una guía para identificar tu tipo de piel
Tips para cuidarla
Conocer cuál es nuestro tipo de piel nos ayuda a mantenerla radiante, pues cada una es diferente y cuenta con sus cuidados imprescindibles. En este artículo, te traemos una guía básica para que puedas descubrirlo y, con la guía de un especialista, encuentres los productos adecuados para su cuidado.
Grasa
Es más gruesa y resistente, con menos arrugas pero con poros más dilatados y visibles. La piel grasa se caracteriza por ser brillante y tiende a tener puntos negros localizados en el eje medio del rostro, mejor conocido como la zona T (que comprende frente, nariz y mentón).
Para mantenerla saludable es importante la limpieza facial diaria con algún exfoliante que limpie los poros a profundidad, quitando las impurezas para dejar una piel suave y revitalizada.
En el caso de tener exceso de sebo (grasa) será necesario una rutina con productos más específicos. Entre las causas y factores que pueden causar un exceso de grasa en el rostro se encuentran el desequilibrio hormonal, la genética, la edad, la alimentación o el estilo de vida de la persona.
Seca
Si bien la piel puede ser seca por motivos genéticos, la alteración del nivel de hidratación también puede darse por factores externos como el calor, el frío, el estrés o el exceso de limpieza. La piel seca es tensa, áspera y retiene menos humedad, lo cual provoca su descamación.
Estas características la hacen opaca y con un aspecto envejecido. Pero existen aceites, cremas y bálsamos hidratantes que te pueden ayudar a dejar tu piel reluciente. También es recomendable usar exfoliantes suaves una vez a la semana para eliminar la acumulación de células muertas.
Mixta
Este tipo de piel se caracteriza por ser grasa en la zona de la frente, la nariz y el mentón, pero seca o normal en el resto del rostro. Al ser una combinación de ambos tipos de piel, es importante que la rutina de belleza sea con productos oil free que ayuden a no aumentar el estímulo de grasa.
Entre los productos que se recomiendan para las pieles mixtas se encuentran los geles que actúan en profundidad eliminando impurezas. Una vez que el cutis esté limpio es necesario hidratarlo con otros productos como cremas que favorezcan la regeneración celular.
Sensible
Es un tipo de piel bastante susceptible a factores externos como el aire reseco, la luz UV o el estrés. También se ruboriza con extrema facilidad por su delgadez y sus poros más pequeños.
Para su limpieza es importante utilizar productos con ingredientes de alta resistencia que no contengan perfumes ni conservantes.
Su hipersensibilidad tiene como consecuencia una disminución de su umbral de tolerancia. Por esta razón, es importante consultar con un dermatólogo que identifique cuáles son los factores que desencadenan esta sensibilidad y saber qué tipo de productos de cuidado son los más apropiados.