Comer y disfrutar
Un libro para vivir plenamente
Alimentarse bien no es sinónimo de dietas y restricciones. El libro Comer y disfrutar, de la licenciada Carolina Sosky, es una prueba de que la nutrición es compatible con el disfrute. Más que un conjunto de recetas, es un acompañamiento práctico que propone sanar nuestro vínculo con la comida.
La nutricionista Caro Sosky, fundadora de la clínica MyLife, combina la práctica médica con conferencias, consultas personales, formación académica, creación y difusión de contenido. Pero en el corazón de todos sus esfuerzos se encuentra la necesidad de orientar a las personas para reprogramar su relación con la comida.
“Entendí que, si quiero ayudar de verdad a mis pacientes, tengo que ir más allá de calorías y macros: debo conectar la ciencia con las decisiones cotidianas”, apunta. Por ello, se especializó en dos ramas que le ayudan a generar un impacto en la calidad de vida de las personas: la genética y la inmunonutrición.
Por un lado, la genética explica por qué las personas no responden igual a los mismos alimentos ni a los mismos planes nutricionales. Por su parte, la inmunonutrición estudia cómo los nutrientes impactan en el sistema inmune, la inflamación y la energía celular.
De esta base —tan científica como práctica— nació Comer y disfrutar, un material que reúne una selección de 60 recetas fáciles, versátiles y realistas. “No es un libro de dietas ni un manual de restricciones. Combina ciencia con herramientas prácticas para la vida real. Esta obra no juzga, es un puente hacia la armonía entre lo f isiológico, lo emocional y lo estético”, explica la especialista.
FÁCIL Y ADAPTABLE
Las recetas están pensadas para el caótico mundo real, porque la propia Caro entiende lo que significa: “No lo escribí desde un laboratorio, desconectada de todo, sino desde el avión, la oficina, la consulta y los compromisos personales. Tiene estrategias inteligentes, como planificar sin ansiedad.
La clave es integrar la nutrición a tu estilo de vida, no al revés”, puntualiza. Los consejos y explicaciones de este libro ofrecen herramientas para buscar un equilibrio nutricional, mental, hormonal y emocional. “Me propuse que cada página fuera un refugio: información clara, belleza visual y un abrazo implícito a quien lo lee”, menciona.
La especialista asegura que hay que cambiar la narrativa de que la buena alimentación es igual a una reducida cantidad de platos y recetas. El secreto está en encontrar el equilibrio de grasas buenas, cocciones correctas, especias, fermentados y texturas. “La nutrición no elimina el placer, lo refina. Cuando el cuerpo está bien nutrido, el sabor se potencia: ya no necesitás comidas ultraprocesadas para sentir satisfacción”, señala.
Para ella, es clave que alimentarse sea un camino que sustituya el miedo y la ansiedad por el gozo consciente, con ingredientes, procedimientos y tips fácilmente adaptables al día a día. “La nutrición no es un castigo, es una herramienta que crea vidas más largas y plenas. Ojalá este libro recuerde a cada lector que merece comer sin culpa, sentirse fuerte, vivir con placer y construir una versión de sí mismo que no negocie con la vergüenza”, cierra.
EXTRA TIP
Para la especialista, hay un momento clave que reprograma la relación personal con la nutrición. Ella aconseja que, antes de comer, hagamos una pausa consciente para respirar y preguntarnos qué necesita nuestro cuerpo, en lugar de qué tenemos permitido hoy. “Además, priorizá proteínas limpias y fibras en tus primeras comidas del día. Te dan foco, estabilidad emocional y saciedad real. Comer bien no es un proyecto estético, es un acto de amor propio”.




