Al rescate del centro histórico
Como nunca lo viste y como siempre fue
Asunción tiene su encanto y el centro histórico esconde tesoros que esperan ser descubiertos. En los últimos meses, Juan Manuel Talavera y Agustín Albornoz iniciaron una cruzada por recuperar esta parte de la ciudad de una manera diferente: tomar las calles y recorrer en grupo, a pie, los diversos patrimonios arquitectónicos en un encuentro cultural para que todos puedan conocerlos y apreciarlos. El proyecto lleva como nombre Belluras del CHA y sus referentes nos cuentan más al respecto.
No se puede amar lo que no se conoce, ni defender lo que no se ama. Esta frase, atribuida a muchos autores, bien puede aplicarse a la labor que realizan el historiador de arte y docente Juan Manuel Talavera y el arquitecto Agustín Albornoz.
Belluras del CHA es un recorrido histórico y cultural por el centro de Asunción. Si bien el proyecto inició en agosto pasado con una serie de encuentros los sábados, la idea viene gestándose hace meses en la mente de estos dos profesionales preocupados por la problemática que atraviesa actualmente este sector de la capital.
Ambos decidieron ir más allá del lamento y tomar acción. Elaboraron un plan que fue presentado a los Fondos de Cultura para Proyectos Ciudadanos – Concursable 2023. Con este apoyo, un arduo trabajo de investigación y el llamado a muchas puertas, se concretó el primer recorrido, que se dio en una cálida tarde de agosto sobre la calle Oliva.
Tanto Juanma como Agus viven acá. Lo que más les gusta es caminar por sus calles y apreciar el patrimonio —que más que una edificación, constituye todo el conjunto—, tanto en edificios que están en buen estado como en los que no, y una diversidad arquitectónica que no se encuentra mucho en otros barrios. Todos los servicios y las oficinas estatales están a mano, y parte de la movida social y cultural se concentra en esta área de la capital. “También se aprecia una actividad comercial más local, por ejemplo con pequeñas cafeterías que no pertenecen a cadenas internacionales, tiendas de moda, arte y una vibra muy singular”, comenta Agus.
Se conocieron gracias a Twitter, hoy X. Juanma comparte hilos sobre historia del arte, y Agus, comentarios, opiniones y observaciones sobre el estado de los edificios. Entre ellos y con otras personas comenzaron a interactuar y dialogar sobre la cuestión, como parte de un interés colectivo sobre lo que pasa en el centro; con quejas de por medio siempre, pero la idea era iniciar el diálogo. “A finales del año pasado comencé una serie de hilos en los cuales la frase que repetía siempre era Belluras del CHA que se caen a pedazos y sonidos de póra y mostraba edificios que no están en su mejor momento. La intención era contar historias y, por lo bajo, hacer presión a los propietarios de estos patrimonios y al Estado, por supuesto”, nos cuenta Juanma.
Si bien este tipo de actividades no son algo nuevo, incluso se realizan en otras ciudades de Paraguay y del mundo —algunas tienen una festividad llamada Día del Patrimonio—, ambos son conscientes de que aquí hay tanto por conocer y por mostrar más allá de lo clásico: casas, palacetes y edificios que fueron sedes u oficinas gubernamentales. Como conocían proyectos ciudadanos que están funcionando, como el del parque Caballero, tuvieron más que claro que el primer paso para la recuperación de estos espacios se da con la participación ciudadana. “Cuando se le involucra a la gente, que toma ese sitio como suyo, se genera un movimiento social que desemboca en actividades”, detalla Juanma.
Para Agus, si bien Belluras del CHA busca revalorizar el patrimonio y la historia para que no se pierda la identidad local, de una manera más distendida y para nada formal, concuerda en que ayuda también a generar una participación ciudadana de manera permanente. “Son espacios que siempre existieron pero que no se conocen y, ahora que fueron descubiertos por la ciudadanía, la gente empieza a tener una actitud mucho más protectora y se convierten poco a poco en activistas de ciudad”.
LA INVESTIGACIÓN
Buscar datos sobre el patrimonio del CHA y su historia no fue tarea fácil, en primer lugar por la falta de material y fuentes confiables. “Hay pocos libros publicados. Recurrimos por supuesto a Historia de la arquitectura del Paraguay, de Ramón Gutiérrez, que abarca de 1537 a 1911, justo en la época que inician muchos cambios. También a Postales de Asunción de antaño, de Jorge Rubiani, pero la información aún la recibimos a cuentagotas. Consultamos las fichas de patrimonio de la Municipalidad de Asunción y la Secretaría Nacional de Cultura, que contienen datos que había que contrastar y verificar igualmente porque llegaban a contradecirse entre sí. En algunos casos, hubo que buscar una tercera fuente. Por eso, muchos de los textos que preparamos tienen notas al pie”, nos relata Juanma sobre el proceso de investigación.
Las páginas y comunidades en redes sociales, como Facebook, también sirvieron como fuente de consulta, con información que pasó por el colador. En cuestiones de estilo arquitectónico de los edificios consultados, ambos confiaron en su criterio y sus conocimientos. “Es un trabajo muy puntilloso, se ve caso por caso, casa por casa. Ojalá esto después desemboque en nuevas publicaciones más completas”, agrega.
TOMAR LAS CALLES A PIE
El primer encuentro se dio el pasado 19 de agosto en La Otra Casa de Asterión y, en ese recorrido, cerca de 45 personas conocieron el emblemático refugio de Félix Toranzos, quien en la ocasión acompañó la actividad no solo como artista, sino como un habitante del centro que persiste en él. “Él dio un discurso y nos habló de su amor por la ciudad. Escucharlo le dio otro tinte al encuentro, en el que no solo hubo mucha historia sino también testimonios”, rememora Agus.
“Si bien solo nos centramos en el centro histórico, es un área bastante amplia y los recorridos los dividimos por zonas. Visitamos 10 a 12 edificios; existe la posibilidad de ingresar a algunos de ellos. La idea es que sea una distancia corta, que se pueda hacer caminando, para todo público.
Las veredas no ayudaron para movernos en grupos grandes y eso significó salir a la calle y tomarla por dos horas”, dice sobre la dinámica. Aquella tarde de sábado también visitaron el Cine Teatro Victoria, el expalacete Grühn, el Panteón de los Héroes, el palacio Alegre, el palacio Benigno López, el edificio Terlizzi, la casa Costa, la casa Crosa Ruffinelli, la Casa de la Independencia y el palacio Patri. Si bien empezaron con un cupo para 45 personas, pronto fueron 60 por el interés y el entusiasmo generado. “Nuestro objetivo no es mostrar algo que se cae a pedazos, sino compartir los lugares que existen y pasan desapercibidos, siempre desde el amor al patrimonio, para generar debates y ayudar a que se revaloricen”, agrega Juanma.
Los siguientes sábados fueron otros los sitios emblemáticos recorridos: la mansión Cellario, la casa Fondec, la Casa del Teatro Edda de los Ríos, la Casa de la Música Agustín Pío Barrios, la Casa de las Artes Visuales Ignacio Núñez Soler, la casa Palazón, la casa Serafina Dávalos y la casa Flor de Lis. Continúa con la casa Bicentenario de la Literatura, la casa Marsal Arte, el palacete Antebi, el comercial Staudt, la casa Madame Lynch, el exteatro de López, el museo Bogarín, la Catedral, el Banco Nacional de Fomento, el exhotel Hispania y la casa Salomón. Y la lista sigue. La extensión de este párrafo nos da una idea de cuantos tesoros hay por conocer y dejarse maravillar.
Cada fin de semana, para los asistentes también fue interesante enterarse de los guiños y las anécdotas de cada lugar visitado, y aprender que en Asunción no solo existe el estilo colonial en la arquitectura, como comúnmente se cree, y que en realidad se aprecia una estética bastante ecléctica tanto en las fachadas como en los interiores, con influencias neoclásicas, barrocas e inspiración europea, que en otro tipo de mestizaje llegaron a conformar un “estilo paraguayo”, en palabras de Juanma.
LA NOCHE DE LOS PALACIOS
Los encuentros seguirán este mes de octubre y como cierre esta, prevista la actividad llamada La noche de los palacios, muy similar a Belluras del CHA, la cual se realizará un sábado del mes de noviembre con el distintivo de que en los edificios y patrimonios a los que accederán habrá diferentes puestas artísticas como un valor agregado: recitales, performances, teatro y muchas otras propuestas que aún están tomando forma. El evento también sera gratuito, con inscripción previa, como todos los que se realizaron hasta ahora. Esta cita contará con el apoyo de instituciones y organizaciones como la Municipalidad, AMCHA y otros, con el fin de promover el trabajo en equipo.
“Siendo madre de ciudades, Asunción tiene tanta historia que se puede explotar, algo que va a impactar positivamente en la vida de sus habitantes. Puede llevar a la mejora de espacios públicos, más seguridad e infraestructura. Nosotros vemos esto como el primer eslabón de una larga cadena. Si bien esta actividad tiene un enfoque turístico ahora, esperamos que se convierta en algo más”, expresa Agus, en la misma línea que Juanma: “Es la intención que Belluras del CHA no quede solo en un recorrido, sino que se convierta en un concepto, como publicaciones, consultorías sobre patrimonio y otras acciones específicas para recuperar el centro histórico”.