Happy Pawlidays
Dame Una Pata Paraguay
Dicen que las mascotas eligen a sus humanos, y no al revés. Por eso, en estas fiestas te invitamos a recorrer los refugios para descubrir, quizás, el regalo más valioso de todos: una mirada de amor incondicional bajo el árbol. Dame Una Pata Paraguay es uno de esos lugares donde podrías conocer a tu próximo compañero de aventuras. A continuación, te contamos su historia y cómo apoyar la noble causa que persiguen.
En la acogedora casita situada sobre Lillo 675 casi Infante Rivarola, el amor despierta antes que el sol. Así comienzan los días en Dame Una Pata Paraguay, un refugio donde cada minuto se dedica a transformar vidas. Desde la madrugada, todo gira en torno a las necesidades únicas de sus rescatados: mimos, alimentos especiales y medicinas puntuales para sanar el cuerpo y el alma de perros y gatos.
“Posteriormente nos ocupamos de trasladar a los que necesitan controles veterinarios, baños, curaciones, y también damos paseos, según el tiempo del que dispongamos. Además, dedicamos un espacio a coordinar adopciones, organizar campañas y responder solicitudes de ayuda. Es un trabajo constante, no hay feriados ni domingos, ya que cada día deben comer y tener un lugar limpio”, relatan las fundadoras de esta organización.
Todo comenzó con dos amigas doctoras en sus años de residencia. Durante sus prácticas en el Hospital Nacional de Itauguá, se fijaron en la precariedad en la que sobrevivían los animales alrededor del centro asistencial. Entonces, empezaron a ponerles nombre, llevarles alimento y traerlos poco a poco a Asunción para darles tratamiento veterinario.
“Con el tiempo, y gracias al apoyo de la comunidad, el proyecto fue creciendo hasta convertirse en una asociación civil sin fines de lucro formalmente constituida. Nuestra misión siempre ha sido la misma: rescatar, rehabilitar y reubicar en hogares responsables a cada animal que lo necesite”, nos cuentan.
Desde entonces, la organización se sostiene mediante el trabajo conjunto de personas que dedican su vida al cuidado de los animales, actividades solidarias y el aporte de donantes voluntarios. Actualmente cuentan con cinco trabajadores asalariados dentro del refugio que se encargan de varias labores, como el cuidado diario de los peludos, el traslado, las campañas de adopción, la comunicación y los eventos de recaudación.
En todos estos años, estiman que lograron rescatar a cerca de 6000 animales y están al cuidado de 100 perros y 60 gatos en promedio. “La capacidad varía según los casos ingresados y el estado de salud de cada uno. Siempre priorizamos los rescates de urgencia: los atropellados, enfermos, desnutridos o en riesgo inmediato”, detallan.
Mensualmente, solo esta organización hace uso de alrededor de 600 kg de alimento para perros, 500 kg para gatos, alrededor de 100 kg de arena sanitaria, además de insumos de limpieza, medicamentos veterinarios y el mantenimiento básico del hogar. Sin embargo, el deseo principal de Dame Una Pata Paraguay es que las personas se animen a dar una nueva vida a alguno de sus rescates.
EL FIN DEL AÑO
¿Cómo se vive esta etapa festiva en un refugio de animales? Hay muchos factores que pensar, pero uno de ellos es que, generalmente, hacia el final del año el número de rescates aumenta, pero no hay una variación muy visible en cuanto a las adopciones. “La tendencia varía porque, antes de las vacaciones largas, la gente adopta menos, ya que piensan que no podrán cuidarlos en su ausencia”, narran las fundadoras.
Cada año, Dame Una Pata realiza una colecta navideña destinada a reunir parte de los elementos indispensables: alimentos, insumos de higiene, medicamentos y aportes económicos. “La idea es llegar a esta época con las necesidades más urgentes del refugio cubiertas. También solemos organizar actividades solidarias y campañas de adopción navideñas”, subrayan.
EL DÍA A DÍA
La organización está abierta a recibir a quienes, según su disponibilidad horaria, ofrezcan su tiempo como voluntarios. “También tenemos adherencia a la contribución automática: a partir de G. 30.000, pueden ayudar desde una tarjeta de débito o crédito”, añaden.
En 2020, Dame Una Pata Paraguay inauguró un local de accesorios para mascotas como un apoyo adicional para el sostenimiento de la organización. Recibió el nombre de Duppy Pet Shop por sus siglas y en ella hay indumentaria para animales, collares y otros productos temáticos 100 % a beneficio de los rescates. “En nuestra tienda pueden encontrar placas de identidad personalizadas, que son las que hacen que nueve de cada 10 peludos perdidos vuelvan a casa”, acotan.
¿CÓMO AYUDAR?
Se puede responder a esta pregunta desde dos aristas. Por un lado, la opción es apoyar a organizaciones como Dame Una Pata y, por el otro, hay acciones concretas que ayudan a mejorar la calidad de vida de los animales o prevenir que estos terminen en las calles.
En esta organización reciben alrededor de 300 denuncias al día, de las cuales solo pueden atender un porcentaje. Por ello, invitan a las personas a sumarse, desde sus lugares, a la protección animal. “No se imaginan la gran satisfacción que sentís cuando ves a un animal al borde de la muerte, y luego feliz y amado por una familia. Es un sentimiento único y nuestro motor e inspiración a diario”, describen.
Para las fundadoras de Dame Una Pata Paraguay, cada pequeña acción suma. Entre sus recomendaciones, la primera es no comprar mascotas, sino adoptar de manera responsable: “Cuando se comercia con un animal, se sponsorea esa industria, se convierte en cómplice de maltrato y se le saca la oportunidad de tener un hogar a alguno de los animales rescatados”, cuentan.
Denunciar y movilizarse contra el maltrato es otra de las recomendaciones de esta fundación. Además, una acción que hace la diferencia —y más en periodos de mucho calor— es brindar agua y alimento a los animales que encontramos en la calle cada vez que nos sea posible. Incluso, es importante retenerlos para que puedan ser rescatados.
“Todas las asociaciones de rescate estamos saturadas y expuestas a la violencia también. Para nosotras, lo que hacemos significa mucho porque cambia la vida de un ser vivo, pero no es nada en comparación al nivel de necesidad. Adoptar es un acto de responsabilidad y amor; donar, aunque sea poco, cambia la realidad de muchos, es un granito de arena. Entre todos podemos construir un país más compasivo para los animales, que no tienen voz”, finalizan.
