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Masa madre

Recomendaciones para hacerla en casa

La masa madre aporta sabor, textura y aroma a los panificados. Su elaboración no es difícil ni necesita de muchos ingredientes, pues es una receta única y natural donde la fermentación se origina a partir de la mezcla entre el agua y la harina. En esta nota te comentamos los pasos básicos para que puedas hacerla en tu hogar.

Al momento de hacer panes, la masa madre es la mejor alternativa ante la levadura comercial, pues es un fermento natural compuesto de harina y agua donde se encuentra una gran cantidad de levaduras y bacterias que provocan la fermentación de la masa de manera espontánea.

Su elaboración es sencilla, pero necesita de mucha paciencia ya que es un proceso lento que requiere de mucha atención durante un periodo de siete a diez días.

¿Qué necesitás?

  • Un frasco de cristal: Este debe tener capacidad para 500 ml de mezcla, mínimamente. Puede tener tapa o no, lo importante es que puedas cubrirlo sin apretar. La razón es simple, la fermentación necesita oxígeno y libera gases. También es recomendable conseguir una goma elástica y usarla para medir el nivel de la masa madre, de esta manera podrás registrar como crece día a día.
  • Harina: Existen muchos tipos de harina pero la que más servirá para este proceso es la de centeno. Es una harina entera, espesa y de consistencia pegajosa, lo que ayuda a fortalecer su fermentación. 
  • Agua: Este ingrediente es el agente activador que al estar en contacto con la harina permite el desarrollo de las levaduras. Es importante que sea agua potable o mineral.
  • Una báscula de cocina: Para medir los ingredientes todos los días y no poner ni más ni menos agua y harina.

Se empieza mezclando 50 ml de agua y 50 gr de harina. Una vez que los dos ingredientes estén bien incorporados, ya podés dejar tu masa reposando durante un día en tu cocina. De esta manera arranca el proceso de fermentación de las levaduras y bacterias de la masa.

Al día siguiente notarás pequeñas burbujas, una clara señal de que tu masa está cobrando vida, por ende necesita que la alimentes para que continúe su proceso de fermentación. Prepará de vuelta 50 ml de agua y 50 gr de harina, agregalo a la mezcla y nuevamente dejá reposar por 24 horas. 

Si no hay burbujas no te preocupes, la fermentación puede ocurrir al día siguiente. Para el tercer día hay que repetir el proceso del día anterior, colocar los ingredientes en las mismas medidas y dejarlo reposar por un día.

En el cuarto y quinto día del proceso notarás que la masa creció y cuenta con muchas más burbujas, el signo de vida de nuestra masa madre. En este punto la preparación debe contar con un aroma a vinagre dulce. Volvé a agregar 50 ml de agua y 50 gr de harina y dejalo reposar nuevamente.

A partir del sexto o séptimo día hay que observar si la masa duplicó su tamaño y si se mantiene firme por un par de días más. Una vez que tu masa logre esto significa que ya está lista para ser utilizada para preparar cualquier tipo de pan. Para conservarla se recomienda mantenerla en la heladera.

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