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El ocio más chic

Una deco para los sentidos

Los espacios que dedicamos a la recreación deben ser, necesariamente, distendidos. Y aunque esta definición puede parecer un tanto ambigua, lograr la comodidad y la invitación al disfrute en un ambiente resulta una tarea complicada. En esta ocasión, Emma Barrail nos presenta sus propuestas para un home theater, bar, sala de estar más una habitación en la que se combinan recuerdos de los propietarios con texturas y colores que llaman al relax de los sentidos.

En este ambiente, la interiorista Emma Barrail imprimió un estilo cálido y acogedor, donde las texturas de la madera y las piedras se unen para dar vida a un espacio de distracción y entretenimiento en las actividades sociales de la familia.

“El mobiliario fue elaborado desde cero, con base en un proyecto estudiado y elegido al detalle con los propietarios. Los espacios se desarrollaron con la idea de concebir un salón bar y home theater, pensados a partir de su estilo de vida, sus hobbies, recuerdos y gustos”, explica la especialista y agrega: “Aquí, el propietario puede atesorar su colección de whiskies y licores, mientras comparte grandes tertulias alrededor de su teatro en casa”.

Los espacios se desarrollaron con la idea de concebir un salón bar y home theater, pensados a partir de su estilo de vida, sus hobbies, recuerdos y gustos

La estética del imponente y lujoso Hotel Rosewood, de San Pablo, Brasil, diseñado por el reconocido francés Philippe Starck, fue la inspiración para este proyecto, tanto en su paleta de colores como en la rica variedad de materiales utilizados. En este sentido, a criterio de la interiorista, el estilo podría catalogarse como ecléctico, ya que combina detalles modernos con molduras clásicas y atemporales.

“La paleta utilizada está compuesta por grises intensos, marrones, negros y el crudo de la piedra traslúcida Zúrich, que aporta el toque de sofisticación y elegancia al ambiente, al tiempo que lo invade con las luces led instaladas por detrás”, ahonda.

La paleta utilizada está compuesta por grises intensos, marrones, negros y el crudo de la piedra traslúcida Zúrich, que aporta el toque de sofisticación y elegancia al ambiente

Una interesante mezcla de materiales se puede apreciar en el entorno, como la madera con laca en tono grafito combinada con melaminas en alto brillo símil madera, metal dorado viejo empapelado con textura rafia gris, mármol negro Kouros y cuarcita traslúcida Zúrich.

Tanto el mármol como la cuarcita destacan en la isla frontal del mueble del bar.

La gama cromática se mantiene al pasar al área del living, que descansa sobre una alfombra persa vintage seleccionada como contraste para las poltronas modernas en color cámel. “Todos los accesorios decorativos fueron elegidos con base en su valor y su estética, dentro de una paleta de colores que combina con nuestro mobiliario. Además, sumamos detalles que la dueña de casa me fue dando para elevar al espacio”, rememora la profesional.

Por su parte, el criterio para elegir las fotografías que cuelgan de las paredes fue aportar un toque tan masculino como descontracturado, a través de recuerdos y películas que tuvieron impacto en la vida de sus habitantes. “Finalmente, las cortinas son de pana gris plomo. Los empapelados se realizaron en rafia gris amarronada para dar una sensación de alojamiento y privacidad al lugar”, asegura.

MODERNIDAD CAMPESTRE

Esta casa de campo es otro proyecto firmado por Emma Barrail y fue resultado del trabajo entre la interiorista en conjunto con Patricia Guillén y Eliana Gundersheimer, de Taq Arquitectas. Desde la elección de los materiales hasta los detalles estructurales, todo se pensó, desde el comienzo, teniendo en cuenta su interiorismo.

“La idea y el pensamiento del equipo era crear una vivienda que transmitiera y respirara campo en todas sus estancias”, comienza Emma. Alrededor de este eje se utilizaron materiales autóctonos que evocan la esencia del territorio nacional, como por ejemplo madera en lustres claros para que el ambiente no se torne pesado. Además, incorpora varias texturas de cuero, karanday, textiles como el lino y el algodón, así como la piedra caliza y el hierro en estado de oxidación.

Se utilizaron materiales autóctonos que evocan la esencia del territorio nacional, como por ejemplo madera en lustres claros para que el ambiente no se torne pesado

La modernidad también se cuela en los ambientes campestres de esta casa de descanso, a través de detalles que pretenden no encasillar el espacio en un solo estilo. “Esto se puede ver en la mesa de centro, que cuenta con piedras sintéticas. También, en la biblioteca flotante que, a pesar de utilizar materiales rústicos, cuenta con un diseño más actual”, explica.

La paleta cromática que se trabajó en este proyecto incluye tonos tierra, marrones, crudos, grises y color suela, contrastados por acentos en negro. “Nuestro objetivo fue crear un hogar para que esta gran familia respire campo por todos lados, que puedan crear recuerdos y la sensación de salir de su realidad rutinaria para disfrutar de días enteros en contacto con la naturaleza”, puntualiza.

La elección de los accesorios decorativos se realizó a partir de las premisas de simplicidad, estilo rústico y materiales ricos, siempre de acuerdo con la paleta cromática seleccionada. “La iluminación juega un papel muy importante en esta casa. Debido a sus muchas alturas, tuvimos que hacer hincapié en la iluminación bien focalizada con el fin de resaltar el mobiliario y algunos detalles estructurales como las cabriadas de madera”, explica Emma.

El mismo lenguaje de texturas naturales que se refleja en los demás ambientes también predomina en el dormitorio. Sin embargo, en este punto la paleta de colores hace énfasis en sus tonalidades más delicadas, para crear una atmósfera de relajación y descanso.

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