Ilustraciones solidarias
Fraternidad en tiempos de cambios
Un llamado de solidaridad en medio de la pandemia convocó a la comunidad de artistas a apoyar a los pequeños comercios para hacerlos visibles a través de una ilustración, un dibujo o un diseño que los acercaran a una mayor cantidad de personas. El desafío sigue vigente y la idea es que permanezca.
Por Nadia Gómez
A medida que pasan los días aparecen más desafíos, y la incertidumbre parece ser la constante en este contexto. El brote del Covid-19 implica muchas cosas que siguen en proceso: cambios, revisiones y transformaciones. Entre los rubros más afectados se encuentran los pequeños negocios y emprendimientos, trabajadores informales, trabajadores independientes, el sector creativo y artístico, productores agropecuarios, sector gastronómico y de eventos; personas que hoy dependen de la respuesta y asistencia del Gobierno para sobrellevar las consecuencias de esta crisis.
“¿Quién dijo que todo está perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón”, dice una conmovedora canción interpretada por Fito Páez, y esta frase representa la esperanza que se transmite cuando, en situaciones como esta, se empiezan a tejer redes de solidaridad y ayuda colectiva, generando sentido de comunidad. A la par de la crisis, se manifestaron estas redes de ayuda, todas apuntando a apoyar a un sector específico. Desde colectas de insumos para el personal de blanco, grupos que reparten víveres, organizaciones barriales de ollas solidarias, entre muchas otras.
En marzo apareció una iniciativa que captó la atención de más de un internauta, con una propuesta de ayuda mutua que nace del sector artístico para emprendedores y pequeños negocios. Desde Espacio Bruto, una galería independiente y lugar de encuentros que se centra en narrar la cultura urbana en cuanto a arte y música, surgió una invitación a la comunidad de artistas, diseñadores e ilustradores locales, de visibilizar a través de sus trabajos a proyectos y negocios locales. El desafío fue aceptado también por Línea 10, un colectivo de artistas que busca potenciar a la comunidad.
Transitar juntos, no separados
“El trabajo que realizan los artistas, escritores, músicos y actores, representa la conciencia de los pueblos, que genera o modifica los valores de las personas, de la sociedad”; estas palabras del escritor y poeta Catalo Bogado —dichas en una entrevista sobre la precarización del sector cultural local a causa del Covid-19— explican lo invaluable que puede ser en estos tiempos la obra de un artista. “Estamos aprendiendo una nueva manera de pensarnos, de ayudarnos a entender que tenemos que estar juntos”, explica Lucas We, director de Espacio Bruto.
La iniciativa nació por muchas razones. Lucas cuenta que su esposa, Maika Rasmussen, trabaja en el rubro de eventos, uno de los últimos sectores que volverá a activarse —según estimaciones—. “Tenemos muchos amigos que tienen restaurantes, pequeños proyectos y negocios; sabemos lo difícil que es pagar empleados o el alquiler. Como Espacio Bruto siempre tiene actividades orientadas a las gráficas, decidí usar la herramienta por la cual nuestro público nos identifica”, comenta Lucas. Él empezó con la consigna, luego de que un servicio de delivery de verduras llegase a su casa para entregar un pedido. Quitó una foto al camión y lo dibujó, y mientras lo hacía pensó que muchas personas podrían hacer lo mismo. Esa noche subió a las redes sociales la imagen y la invitación a replicar la idea.
Romina Gamarra y Andrea Ferreira son las conductoras del colectivo Línea 10, y cuentan ya con 45 artistas a bordo. La filosofía que atraviesa su labor es el sentido de comunidad, el de crear una unidad en el arte digital. “Vimos el desafío que Lucas We, desde Espacio Bruto, lanzó en las redes. Nos pareció una idea genial. Hablamos con nuestros pasajeros para sumarnos todos a la iniciativa, por suerte la convocatoria no fue para nada difícil y todos se fueron prendiendo”, acotan Romina y Andrea.
Desde Línea 10 se sumaron más de 30 pasajeros, además de muchos otros artistas que no son parte del colectivo, pero que contactaron a las chicas para aportar con su arte a los pequeños negocios. “Creemos que, en este momento, los emprendimientos necesitan mucha más ayuda que [solo] la nuestra, pero sí creemos que, desde donde estamos, el aporte y el impacto fue el que esperábamos”, comentan Romina y Andrea. En Instagram se sintió el apoyo tanto a los artistas, por donar su tiempo y su impronta para promocionar un local, como a los emprendedores y comercios.
Lucas comparte que la intención fue plantar una semilla y dejar que la gente vaya cosechando y compartiendo. “Dejamos que fuera lo más libre posible y nos ayudamos entre todos de esa manera: el artista mostrando su arte y el negocio difundiendo sus servicios. Todos ganamos un poco”, agrega. Tampoco esperaba mucho más en cuanto a impacto, aparte de levantar la moral a los artistas y a los negocios: “Hay testimonios muy lindos de gente que está pasando por un mal momento, que llega a su casa sin saber qué hacer, y encontrarse con este regalo de un artista tal vez le cambia un día de su vida. Para mí, vale cuando suceden esas cositas invisibles, que no son medibles en internet”.
El sentido de colectividad, la necesidad de tejer redes de ayuda y de acompañamiento en tiempos de crisis son la base de iniciativas como esta. “Está bueno sentir que no estamos solos, empezar a pensar como sociedad. Creo que esto nos sirve para pensarnos un poco más unidos y en comunidad, dejar el ego y el pensamiento individualista”, agrega Lucas. Desde Línea 10, Romina y Andrea creen que sin esta ayuda mutua, la situación estaría aún más difícil. “Cada uno tiene que aportar su grano de arena desde donde pueda para que las cosas vuelvan a estar bien, o incluso mejor de lo que estaban”, reflexionan.
Mutar para existir
Así como los pequeños negocios que vimos en el feed de Instagram gracias al trabajo de los artistas, Espacio Bruto es un lugar que también se mantiene con el trabajo diario, con actividades que reunían a personas. “Estoy planificando cómo llevar todo lo que hacíamos de manera física, a un plano digital. Estoy queriendo que, por el momento, Espacio Bruto siga siendo lo que era, pero migrando a una plataforma más digital”, agrega Lucas. Tienen ganas de seguir apoyando y generando cultura alternativa para el país. El mensaje que se rescata de todo esto es que necesitamos apoyar el arte local y darle la importancia que se merece.
Romina y Andrea reflexionan al respecto, y piensan que el arte no es considerado una primera necesidad; y sin embargo, a través de sus miles de formatos podemos escapar de la realidad, o bien cuestionarla: “Estamos tratando de que esta crisis nos sirva para reinventarnos, nosotras hoy estamos dejando de lado el formato en el que veníamos trabajando y buscando repensar el futuro del colectivo”.